Cap XVIII

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Así que...-. Moví mi pierna nerviosamente de arriba para abajo al ver a mi padre sentado en frente mía. No parecía muy feliz de verme, su rostro lo delataba. A pesar de eso me había recibido con un efusivo abrazo al verme mientras yo me deshacía en nervios.
Volví a prestar atención en ellos y coloqué mi mano en el corto cabello que tenía e hice un ademán de revolverlo.- ¿quienes son ellos?-.

Señaló sobre mi cabeza y me volteé para observar a Aeglos y Ered parados incómodamente sobre el marco de la entrada de la sala. Mordí mi lengua al no saber darle una explicación ¿por qué los había traído en primer lugar? Los miré con mis manos temblando levemente y respiré fuertemente antes de voltearme lentamente hacia mis padres nuevamente.

Son.. son mis amigos-. Al menos eso creía. Parpadeé rápidamente hacia ellos y me incliné lentamente hacia ellos para quedar más cerca.- ¿pueden quedarse?-. De alguna manera tenía la sensación de que tenía que pedirles permiso para tomar decisiones. Me sentía como un adolescente nuevamente, estar aquí de nuevo.

Si ellos quieren, es como te sientas mejor cariño-. Mamá habló asintiendo la cabeza hacia papá que la miraba con el ceño fruncido. Volteé nuevamente y les hice un ademán hacia ellos para que se acercaran. Quería que ellos estuvieran aquí, por lo que palmeé a ambos lados del sillón para que tomaran asiento.
Ambos se sentaron lentamente haciendo el silencio más incómodo y asintiendo suavemente hacia mis padres.

¿Cómo has estado?-. Mamá, la única que parecía querer hablarme, me preguntó intentando comenzar una conversación.

Estoy bien mamá, no han pasado muchas cosas nuevas desde eso.-. No terminé la frase y simplemente sellé mis labios en una delgada línea.

Desde que te fuiste y nos dejaste de lado como basura-. Mi boca se abrió desmesuradamente al escuchar a papá responder con ese tono de voz. Nunca lo había escuchado hablarme así en ninguna circunstancia. Tragué sonoramente y negué rapidamente.

¡No fue así! Te prometo que no fue mi intención lastimarlos, jamás lo haría-. Mis ojos se comenzaron a humedecer levemente he intente alejar ese nudo en la garganta que se me iba formando.

Entonces ¿por qué lo hiciste? ¿Mhm? No me vengas con ese tipo de mentiras Adrián-. Rodó los ojos recostándose en el sofá. Mamá lo miraba asombrada y molesta. El nudo en mi garganta se acrecentó y mi labio tembló. Sentí una mano sobando mi espalda en un intento de calmar mis nervios y sonreí de lado levemente al ver que era Ered.

No fue así-. Susurré débilmente acercándome un poco  al respaldo del sofá.

Déjalo en paz Marion, no vino a pelear y así no lograras nada-. Amonestó mamá y papá se levanto furioso a enfrentarla.

Y que quieres que haga ¿qué lo reciba con los brazos abierto sin ninguna explicación?.- su mandíbula tembló levemente-.

¡Si! Eso es exactamente lo que quiero que hagas, anda, escúchalo-. Le sonrió un poco. Papá se sentó bufando y suspiró pasando sus manos sobre su rostro.

Y ¿bien?-. Me miró con las cejas alzadas para luego suspirar en derrota-. ¿Sigues en el mismo trabajo?-. Preguntó y yo negué.

Los horarios de mis sesiones no se acoplaban a mis horarios de trabajo, así que tuve que cambiar a otro. No es el mejor trabajo del mundo, pero funciona para mi-. Remojé mis labios con mi lengua.

¿Y de que es cariño?-. Preguntó mamá.

Bueno, es una oficina de patentes. Ellos la reciben y mi trabajo es registrarla en el sistema, el verdadero problema es que son demasiadas al día por lo que me lleva mucho tiempo-. Bufé.

Debiste estar muy desesperado-. Habló papá mirándome significativamente.- no hubieras tenido que hacerlo-. Murmuró.

Lo siento ¿si?, no puedo hacer nada para resolver lo que hice, pero estoy dispuesto a intentar hacerlo-. Sorbí un poco por mi nariz-. Pero si-. reí sin gracia-. Estaba muy desesperado de hecho.- sentí la mano de Ered tensarse un poco sobre mi espalda y lo miré por unos momentos para después voltear. Mamá observó eso y simplemente paseó su mirada entre el y yo, y luego entre Aeglos y yo.

Aclaré mi garganta-. ¿Ustedes que tal han estado?-. Pregunté jugando con mis manos.

Bueno, algunas cosas por allá y algunas por aquí. Tami ha estado por aquí alegrándonos o molestándonos el día-. Rió un poco-. Tu padre fue ascendido un puesto arriba-. Abrazó a papá un poco-. Por lo que estamos pensando tomar unas vacaciones, tal vez...-. Me miró nerviosa-. Tal vez puedas unirte, ¡aunque no hay apuro!, en fin, sabes que yo no hago mucho por aquí, pero tal vez puedas probar algunas de las nuevas recetas que he aprendido.

Me encantaría venir mamá-. Le sonreí.- me gustaría que visitaran mi casa alguna vez.

Me gustaría ir-. Miré a papá sorprendido-. Me gustaría saber si esta bien ambientada para ti, con todo eso de...-. Me asintió. Miré nervioso hacia mis dos acompañantes esperando que a mis padres no se les ocurriera decir algo más allá.

Cuando quieras-. Hablé rápido antes de que terminara. El ambiente se tornó en silencio nuevamente antes de que escuchara un sollozo ruidoso de un momento a otro.

No puedo creer que estas aquí de nuevo-. Mamá me abrazó-. Te extrañamos-. Colocó su cabeza en mi hombro y sorbió su nariz felizmente.- ¿se quedarán a comer verdad?-. Preguntó a mi, a Ered y a Aeglos. Ellos me miraron para después asentir hacia ella.- Lamento mi educación chicos, yo soy Carla, la madre de Adrián-. Rió-. ¿Y ustedes son?-.

Yo soy Ered-. Sonrió apretando su mano en mi espalda.

Y yo soy Aeglos-. Le sonrió apretando su mano.

Wow...esos son nombres no muy comunes,¿son de aquí?-. Preguntó curiosa aunque a mi también me había ganado la duda, pues esos definitivamente no eran nombre normales.

Si-.

No-.

Ambos hablaron al mismo tiempo para después mirarse por unos momentos y reírse, aunque pude percibir algo de nervios en ellas.

Digamos que no, no lo somos-. Se encogieron de hombros colocándose a mi lado. Mamá los miró confundida para después restarle importancia.

Si les soy sincera, sin ánimos de ofender-. Aclaró-. esperaba que Adrián trajera un chica, si traía a alguien claro-. Ered y Aeglos pararon de sonreír y yo me puse nervioso a más no poder. Si, ¿por qué no había traído a alguna chica?

Creo que a Adrián no le van las chicas-. Habló Aeglos burlonamente y mis colores subieron a mis mejillas por la vergüenza, mamá podría hacerse ideas equivocadas de lo que dijo.

Oh...-. Mamá me miró algo aturdida-. Así que ustedes....

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