Adrián-. Escuché mi nombre a mi espalda y desvié la vista de la TV. Me removí dentro de la cobija que me cubría completamente y esperé a que ambos chicos aparecieran.
¿Uhm?-. Murmuré esperándolos y luego dirigí mi vista hacia la TV, riendo un poco ante la escena que se mostraba.
¿Cómo te sientes dulzura?-. Sentí como Aeglos depositó un beso en mi mejilla y sonreí de lado sin prestarle mucha atención.
Estoy bien, he vomitado algún par de veces pero la nausea ya está calmándose-. Murmuré escondiéndome un poco sobre la cobija, no me gustaba sentir esa vulnerabilidad cuando hablaba de ese tema.
¿Si?-. Giré mi cabeza rápidamente al escuchar la voz de Ered, no me había percatado que estaba allí. Se acercó sonriéndome y suspiré complacido al verlo. Tratando de suprimir mi sonrisa y que vieran el calor que estaba formándose en mi mejilla, volteé mi cabeza nuevamente. Ered me tomó desde abajo con todo y cobija, tomándome sin esfuerzo y colocándome encima de él. Extrañamente me sentí mejor al tener contacto con Ered y me acurruqué sobre él.
La visita ya se fue ¿verdad?-. Pregunté curioso. No habían dejado que me acercara mucho a la visita, puesto que eran lobos así que solían ser un poco... agresivos.
Mjm-. Aeglos tomó uno de mis dedos del pie y lo estiró levemente dándome cosquillas. Comencé a reír tratando de soltarme empujando sus manos.
Suéltame, no es gracioso-. Me removí viendo su sonrisa y reí sobre el cuello de Ered tratando de ocultar mi sonrisa y chillé cuando lo jaló más fuerte.- basta-. Lo miré serio tratando de comprimir mi sonrisa y bufó rodando los ojos dejando mi pie en paz.
Déjalo ya-. Murmuró Ered besando mi frente y asentí junto a él rondándole los ojos a Aeglos. Volví mi atención hacia la TV y suspiré.
¿Qué dijeron los lobos?-. Pregunté.
Dijeron que estaba bien, nos deben unos cuantos favores, y somos bastante amigos. El alfa a encontrado su alma gemela, vinieron ambos-. Contó Aeglos suspirando. Les miré a ambos de reojo.
¿Se siente igual?-. Ambos voltearon a verme confundidos y yo rodé los ojos.
¿Qué cosa?-. Habló Ae mirándome curioso.
Las almas gemelas en los lobos, ¿son iguales a nosotros?-. Pregunté distraídamente para luego sobresaltarme-. Digo-. Balbucee un poco-. Me refiero a...-. Escuché la risa de ambos y rodé los ojos con las mejillas calientes.- basta de reír-. Murmuré. Ambos se detuvieron aún sonriendo y me miraron.
Bueno, es parecido, pero diferente-. Agregó Ered y yo fruncí el ceño sin entender.
¿Cómo?-. Presioné el tema, quería saber sobre este nuevo mundo mitológico.- ¿tienen conexión mental como en los libros?-. No iba a ocultar que había leído ciertos libros sobre los lobos, eran bastante populares.
Creo que no, es decir, si son seres mágicos pero conexión mental... suena bastante descabellado-. Ered habló en voz baja y Aeglos bufó.
Pueden convertirse en lobos, pero de allí a ser lectores de mente esa es otra cuestión-. Me miró incrédulo y yo reí levemente ignorándolo.
Pero si tienen una conexión muy fuerte con sus parejas y pueden olerlos bastantes kilómetros a la redonda. Son impresionantemente perceptibles a ellos.- en un movimiento rápido me tomó de la cintura colocándome encima de él, escuché como Ered se quejaba por lo bajo-. Claro que ser el alma gemela de elfos es muy parecido-. Se acercó a mi rostro pegando sus labios a los míos en un corto beso. Me separé sin nada que decir, todavía avergonzado.
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Fantasy¿Crees que todo esta perdido? Abre tus ojos Adrián. Hay un mundo afuera que desconoces. Un mundo que esta esperando que dejes tu huella. Adrián siempre ha llevado una vida convencional, convencionalmente difícil en realidad, pero siempre ha podido d...