Cap XxXI

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Volteé un poco sorprendido encontrándome con lo que inconfundiblemente era un elfo, incluso observando su largo cabello rubio -que no era igual al de Ered- era un tipo de amarillo claro y sus rasgos algo delicados, podía ver que se trataba de un hombre y no de una mujer.
Le miré impresionado por unos momentos mientras él me miraba casi de forma indiferente, con su enorme cuerpo de casi tres metros recostado sobre uno de los gigantescos árboles. Observé que en su mano llevaba algún tipo de fruta color verde claro a medio comer y en cuanto notó que mi mirada iba hacia ella la acercó a su rostro y mordió un gran bocado de ella mirándome curioso. Boqueé un par de veces sin encontrar las palabras correctas hasta que por fin pude coordinar mis pensamientos.

Hola-. Respondí sin mucha emoción observándolo fijamente todavía. Me alzó un ceja y se comenzó a acercar a grandes zancadas hacia mi hasta dejarse caer a mi lado. Le miré de reojo nerviosamente notando que sus ojos café me miraban de la misma forma, por lo que desvíe la mirada. Me observó en silencio por unos minutos más haciendo que todo mi cuerpo estuviese tenso hasta que finalmente levantó su mano con la fruta y la tendió hacia mi.

¿Quieres un poco?-. Miré la fruta mordida dudosamente mientras me preguntaba si era alguna oferta que debía aceptar ¿era un modo de bienvenida?¡no lo sabía!

Yo...-. Alargué el final de la palabra sin saber que decir y el siguió con la mano tendida hacia mi de manera expectante. Suspiré sin pensarlo mucho y respondí-. Muy bien, gracias-. Sonreí forzadamente, la tomé entre mis manos -lo que me recordó un poco al sueño que había tenido con el polluelo y la anciana- y sin querer prestarle mucha atención a la horrible textura que tenía la mordí sobre uno de los bordes que no estaban tan mordidos.
Contuve la arcada que amenazo por salir y mastique la horrible fruta que sabía como a fruta descompuesta a mi parecer, sin contar que tenía una textura algo gelatinosa. Finalmente la tragué sin poder evitar hacer un rostro de disgusto y le devolví la fruta mientras trataba de esconder mi rostro. Escuché un risa a mi lado y volteé para encontrarme al elfo mirándome mientras negaba la cabeza.

Definitivamente no eres una amenaza como los demás creían-. Le miré sin entender-.no es que yo lo creyese-. Finalizó y yo le miré sin saber que responder-. por eso decidí venir a probar las aguas.- rió haciendo que yo le imitase sin saber que hacer. Me quedé un momento callado intentando soltar palabras sin mucho éxito.

¿Te enviaron a vigilarme?-. Pregunté por fin mientras él le daba una mordida a la asquerosa fruta y negaba.

Hemos estado aquí todo el tiempo-.respondió guiñándome el ojo, haciendo que me pusiera nervioso y algo paranoico.

¿A qué te refieres con eso?-. Añadí dudosamente. Él comenzó a señalar el bosque que nos rodeaba con su dedo y yo seguí su dirección sin observar nada en específico.

Hemos estado observándote desde que llegaste-. Tragué grueso al escuchar a eso y miré frenéticamente entre los árboles sin notar nada aún. Lamí mis labios nerviosamente y fruncí el ceño.

Yo no puedo observar nada-. Aclaré algo confundido y aterrado, los elfos cada vez me ponían más los pelos de punta.

Bueno, eso es porque somos -en definición- personas del bosque. Tenemos que aprender a mezclarnos entre el para poder observar todo a nuestro alrededor-. Le miré un poco cohibido y asentí intentando divisar algo entre el bosque.

Pero... ¿cómo es que no puedo notarlos?-. Susurré para mi mismo aunque él también pudo oírme. Suspiró.

¿Sabes algo sobre nuestra raza?-. Preguntó mordiendo nuevamente la fruta y yo desvié la mirada de él.

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