Te he hecho tantas indirectas,
Cuando juré no volver a poner más,
Sin embargo tantas pistas te doy,
Y aún pienso si me hablarás hoy.¡Maldito sea mi orgullo!
Que me impide decirte que mi corazón es tuyo,
Extraño tanto tu voz y los celos me carcomen la cabeza,
Y el no hablarte solo aumenta mi tristeza.Espero que después de esto,
Mi sentimientos queden claros,
Ya que no son más un secreto.¡Maldita sea mi orgullo!
Pasas por mi mente a cada segundo,
¿Dime que puedo hacer con ello?— 2018.
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Los insignificantes escritos de una joven escritora.
Non-FictionMuchas veces me encuentro sola, inspirada y con la música a un alto volumen en mis audífonos. Me pongo a pensar y llegan a mí miles de ideas, pero ¿cómo puedo manifestarlas sin sentirme extraña? Soy alguien que no manda indirectas, odio compartir m...