"Lo siento".

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Hace poco volví a mantener una conversación contigo...fue incómodo.

Vi la pantalla decir "Te está marcando" y me alteré, no supe cómo reaccionar, pese a que había sido yo la que te pidiera hablar.

Corrí a mi cuarto mientras pensaba cómo arreglarme para que me vieras hermosa, no hizo falta pues solo fue una llamada.

Escuchaba tu respiración y cómo hablabas de aquella chica, sentí una punzada en mi corazón, la forma en la que te expresabas de ella, solías hacerlo así de mí.

"Es muy interesante, estuvo en muchas clases de pequeña y nació en cuna de oro"

Yo también fui así.

"No como nosotras que apenas y respiramos".

¿En verdad así me veía?

"Ella es súper interesante, toca la guitarra, estuvo en piano...".

Yo toco la guitarra, estuve en Ballet, Yoga, Natación, Básquetbol, Futbol y batería.

"Escucha música clásica".

Yo escucho música clásica.

"En verdad es muy divertida y siempre sabe que decir".

Yo...yo no.

"Pero dejo de hablar de ella, olvido que eres celosa".

"No lo soy. Ya me da igual. No me importa". Traté de convencerme de que estaba segura y no sonar con despecho y dolor.
Claro que me importaba, pero lo único que escuché que dijera de mí fue "celosa" y no fue bonito.

Antes tú me halagabas, decías que yo era interesante, amorosa, encantadora, divertida...¿y ahora? Lo siento, joder, lo siento. Lo siento por sólo traerte sentimientos negativos, lo siento, eso no hace una novia.

Los silencios se hicieron presentes, era incómodo, me sentía incómoda.

"Me gusta oírte hablar de tu vida y la gente que conoces. Me parece interesante" le dije.

"Mejor habla tú"

Me quede callada, mi vida no era interesante, lo siento. No sabía que decirte. Me sentí un asco de persona allí.

En eso escuché que le escribías a alguien desde tu celular...así que en eso nos convertimos.

Nuestras largas llamadas de horas y conversaciones se volvió a una de unos minutos en silencio.

"Lo siento, me siento mal, y si me siento mal no te puedo hacer sonreír"

¿Hacerme sonreír? Lo único que quería era que me hablaras y nos dijéramos cosas bonitas. Quería que nos demostráramos que nos amamos, Pero joder; no supe cómo hacértelo saber. Y ahora por mi culpa estás mal.

Lo siento, no quería arruinarlo así. Pero sabes, me lo puto trago y me lo guardo ¿sabes por qué? Porque prometí no lastimarte ni dañarte, así que sabía que eso iba a pasar pronto, que me lastimarás.

Sólo pude ver la pantalla con las palabras "Llamada terminada". Aventé mi celular a quien sabe dónde y comencé a llorar. La cagué y no sé cómo.

Lo siento. Joder, lo siento.

Solo vi mi reflejo y pensé: "No importa, por ti lo soportaré".

Los insignificantes escritos de una joven escritora. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora