Cada te amo, cada beso y cada caricia, todo fue una simple mentira. Y mientras yo sentía que me llevabas al cielo, en realidad me estabas hundiendo en el infierno.
➝ Errores de Ortografía y Narración.
➝Historia totalmente de mi autoría; Prohibida su...
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Sonreí al ver por el espacio vacío del librero a SeokJin, al parecer buscaba un libro por qué a pesar de que lo llamé varias veces no me hizo caso. Giré los ojos con fastidio y me di la vuelta hasta llegar frente a él.
—Hola— coloque mi mano sobre la pila de libros que tenía en sus manos.
Rápidamente levantó la mirada y parpadeó varias veces esquivando mi mirada. A pesar de ser un chico podía encontrarlo muy adorable, realmente no sería un sacrificio salir con él.
—¿B-buscas un libro?— murmuró acomodando sus gafas.
—No. Te buscaba a ti— fingí seriedad y sonreí al ver como sus mejillas se pintaron de un considerable rojo. Entonces ladee un poco mi cabeza buscando sus ojos. —Últimamente no puedo dejar de pensar en ti.
Sus labios se abrieron levemente y sus pupilas brillaron en demasía de sorpresa. —¿Piensas en mí? ¿Por qué?
—Por que eres lindo y no me molesta que gustes de mí. Me hace feliz— levanté la mano y la pose sobre su mejilla.
Entonces cuando nuestras miradas estuvieron conectadas, deslicé ambas manos hacia sus gafas quitándoselas con lentitud y me encontré con la sorpresa de que escondía unos preciosos ojos color avellana adornados con largas pestañas negras. Si, el nerd es bonito.
—Me gustas, Jin— no me sentí mal al decirlo, no era una mentira por completo. Podía gustarme si pasaba tiempo a su lado, no era feo y tampoco sentía que me desagradara tocarlo.
Me quedé sorprendido al ver como unas lágrimas se deslizaron por sus mejillas. —¿Hice algo malo?.
Pero el negó constantemente con la cabeza. —No puedo creer que yo te guste. Debe ser mentira.
A pesar de ver como limpiaba sus lágrimas con las mangas de su largo suéter no pude retroceder y detener este juego. Solamente quería divertirme, no iba a romper su corazón si le daba amor. Él no podía estar enamorado, tal vez solo era una especie de etapa en donde creía amarme, no haría nada malo si cumplía su sueño.
—No llores— me acerqué lo suficiente permitiendo que recargara su cabeza en mi hombro. Con duda lleve mi mano a sus cabellos y los acaricie suavemente.
¿Cómo es que este chico tenía un olor tan agradable?
—El viernes habrá una fiesta en casa de Park, ¿Vienes?— preguntó aún sin dejar de darle mis caricias.
—¿Puedo?— preguntó tímidamente y le devolví sus gafas.
Sonreí encogiendome de hombros. —Solo si tú quieres. Pero me encantaría verte ahí.
Me mordí el interior de mi boca, si pasaba tiempo con él en la fiesta no podría conocer chicas pero tenía que hacerlo caer totalmente. Ya está enamorado pero necesito que esté completamente loco por mí. Que admita frente a mí que me quiere.
—Iré— por primera vez lo ví sonreír y de alguna manera me hizo feliz de que fuese el primero en verlo hacer semejante expresión —Con permiso— tomó su mochila del suelo y se fue de una manera torpe.
Mierda. No le pedí su número telefónico.
Al salir de la biblioteca mi mirada se cruzó con Kim Dahyun, esa adorable chica de piel pálida y ojos verdes, debía admitir que tenía una especie de crush por ella desde que la ví por primera vez. Era la única a quien no había intentado cortejar después de todo es demasiado perfecta para conquistar con trucos baratos como en los que caían las demás o SeokJin.
Pase a su lado y fingí golpearla accidentalmente para poder hablarle. —Oh. Lo siento mucho.
—No te preocupes— sonrió formando unas arrugitas a un lado de sus ojos y noté lo bonito que caía su cabello sobre sus hombros.
Ella es hermosa, daría lo que fuera para que pudiese ser su novio.
—Nos vemos después— se acomodó su mochila y siguió su camino.
Ella es amable con todo el mundo, si me viera cuidando del nerd de aquellos quienes lo maltratan caería ante mí y finalmente seríamos la pareja perfecta. Sonreí ante mi imaginación, si quería tener a Dahyun debía tener a SeokJin ya en la palma de mi mano.
