Cada te amo, cada beso y cada caricia, todo fue una simple mentira. Y mientras yo sentía que me llevabas al cielo, en realidad me estabas hundiendo en el infierno.
➝ Errores de Ortografía y Narración.
➝Historia totalmente de mi autoría; Prohibida su...
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Abrí la puerta de mi casa y en efecto, mis asquerosos padres no estaban así que jale de la mano a Jin y lo hice entrar. Él parecía tener miedo, estaba temblando ligeramente.
—Cálmate, ¿si?. Mis padres no están— dije soltando su mano y caminé hasta mi habitación, avente mi mochila y comencé a quitarme mi uniforme.
Lo observé y seguia ahí, mirándome como tonto sin hacer nada. —¿No piensas quitarte la ropa o qué?
—¿L-lo haremos aquí?— preguntó mordiéndose los labios. Y joder, me enojaba la manera en la que con sólo hacer eso, me prendía.
Me acerqué tomándolo de la cintura y besé su cuello. —¿En dónde más?. Anda, apúrate.
—Pero... Yo creí que iríamos a un lugar bonito o algo así...— murmuró gimiendo levemente debido a mis labios sobre su piel.
Me alejé abruptamente y comencé a reírme, ¿Que estupidez era esta?. Yo perdí mi virginidad en un cubículo de baño y el aún soñaba en hacerlo en un lugar...¿bonito? —¿Vas a callarte y me dejaras follarte de una vez?— pregunté molesto.
Al ver que no respondía bufé irritado y pase a su lado golpeando su hombro. —Si va a ser así vete. Me aburres.
Tome un cómic de mi cama y comencé a hojearlo ignorando lo totalmente y me sorprendí cuando no más de un minuto, él se subió a la cama quitándome el cómic y se subió a mi regazo con el rostro rojo y los ojos llorosos. —V-vine por qué quiero ser tuyo, solo no sé cómo hacerlo, t-tengo miedo.
Deslicé mis manos sobre su delgada cintura y abrí los botones de su camisa acariciando su bella piel blanca, sin daños ni cicatrices —Solo déjame a mí hacerlo— presione mis labios contra los suyos, delineando con mi lengua la comisura de sus labios y de inmediato abrió la boca permitiendome la entrada, me deshice por completo de su camisa al mismo tiempo que devoraba su deliciosa boca, mi miembro comenzó a golpear mis pantalones con fuerza y presioné más su trasero contra mí creando una fricción magnífica.
El gimió entre el beso e intento alejarse pero no sé lo permití, lo tumbe sobre la cama tirando lejos sus gafas y lamiendo mis labios ante el magnífico panorama de sus labios entreabiertos y su rostro sudoroso sonreí. Quería desgastar su cuerpo virgen y puro.
Un cuerpo que nadie jamás había profanado.
Le quité con desesperación su pantalón y bóxer, él tembloroso se cubría la cara con ambas manos evitando mi mirada. Y al sentir cómo ya estaba listo para recibirme no pude controlarme más, me bajé los pantalones junto a mi ropa interior y de un solo movimiento lo penetre.
Sus gritos se hicieron presentes y comenzó a retorcerse debajo mío, maldición, se sentía tan jodidamente bien dentro suyo. —Me duele mucho...Tae...— jadeaba aferrándose a mis hombros.
—¡Deja de moverte!— gemí bajando sus manos y las coloque a un lado de su cabeza, él se quedó totalmente callado pero sus lágrimas no dejaban de caer, estaba tan excitado que comencé a moverme en un lento vaivén que prontamente se tornó rápido. Sentí sus uñas clavarse en mis manos y no pare hasta llenar totalmente de mi caliente semen su interior.
—Mierda. Te sientes tan bien— bruscamente como estoy acostumbrado tiré de su labio inferior atacando su boca en un beso totalmente obsceno.
Él intentaba no ahogarse y sus delicados quejidos comenzaron a colmar mi paciencia así que mordí con fuerza su labio haciéndolo callar, sin embargo sentir lo metálico de su sangre hizo que mi polla aún dentro de su interior se pusiese aún más dura y sin pensarlo me moví nuevamente, aferrandome a su abdomen acelere el ritmo de las embestidas y esta vez, el con dificultad enredó sus piernas en mi cadera, gimiendo con más fuerza.
—M-mi Taehyung— murmuró sin dejar de llorar y gemir. Hasta que nuevamente alcance el orgasmo, me corrí en su interior y el también lo hizo manchando mi abdomen.
Salí de su interior para limpiarme y me quedé petrificado al ver las gotas de sangre que manchaban la sábana. Y como de sus largas piernas escurrian mis fluidos, su cuerpo estaba totalmente dañado, rojo por mis manos y sucio por mi brusquedad.
—¿Cómo estás?— pregunté atónito, era la primera vez que mantenía relaciones con un virgen y había olvidado ese punto importante.
Me sorprendí cuando Jin se inclinó difícilmente besando mis labios con dulzura. —Bien, por qué fuiste tú, por que he hecho el amor con el amor de mi vida.
—¿Eres idiota?— pregunté abatido y lo tome entre mis brazos para llevarlo al baño. No entiendo cómo puede ser tan estúpido y no golpearme, ¿Por qué es tan débilmente dulce ante mí?.
Qué mierda. Qué patéticas se vuelven las personas cuando están enamoradas.