Cada te amo, cada beso y cada caricia, todo fue una simple mentira. Y mientras yo sentía que me llevabas al cielo, en realidad me estabas hundiendo en el infierno.
➝ Errores de Ortografía y Narración.
➝Historia totalmente de mi autoría; Prohibida su...
Los rumores falsos iban en aumento. Pero no me moleste en desmentirlos, no me importaba lo que pensarán, después de todo el único perjudicado era Jin.
Y amaba cuando lloraba sobre mi pecho y yo lo calmaba a besos. Era satisfactorio para mí el verlo devastado, y era tan gracioso que detrás de su sufrir estaba yo. Su querido novio.
—Es tan gracioso cómo a parte de tonto sea gay— se burló la chica sobre mi regazo y movió con más intensidad sus caderas sobre mí. Sonreí tomándola de los cabellos y la domine en un profundo beso.
Pero últimamente había algo que me molestaba cuando besaba a mis conquistas. Ninguna me satisfacía como quería, eran tan simples, ellas tenían maldad, no había pureza en su mirar y timidez cuando me sobrepasaba.
No eran él.
—¡Par de asquerosos!— me separé de ella al ver frente a mí a Dahyun con el ceño fruncido. —Si tanto se mueren por follar larguense a un hotel, no ensucien la escuela.
—¿Y eso a ti qué?— pregunté con burla, ahora ya no me molestaba en ser amable con ella. Era más que obvio que me detestaba.
Ella me miró con desagrado y luego a mi acompañante —Me molesta por qué se supone tienes una pareja. No esta... chica— dijo lo último con desdén.
—A mi no me insultes — gruñó la castaña y la empujó, al tener más fuerza logro hacer que se golpeara en la pared. Dahyun era más bajita.
Iba a reír debido a lo gracioso de la situación pero mi sonrisa se borró cuando Jie golpeó la mejilla de Dahyun, logrando que su blanca piel quedará roja. Cuando el segundo golpe se hizo presente, las alejé.
—Hey, tranquila. Las cosas aquí no se solucionan así— la tome del brazo y susurrándole un par de cosas al oído logré que se fuera.
Observé a Dahyun en silencio, ella parecía querer llorar pero solamente se quedó callada. —¿Estás bien?— pregunté.
—Me dolieron los golpes, es obvio pero, ¿Sabes lo mucho que le dolerá a Jin saber que no eres lo que aparentas?— Dahyun me miró con los ojos cristalizados y apretó los labios. —Yo daría lo que fuera si pudiera lograr que Jin me mirara como lo hace contigo, lamentablemente no se enamoró de mí y si de un idiota que sólo juega con los demás.
Y no pude responderle, ¿Acaso ella está enamorada de Jin?, ¿De mi Jin?. Esto era vergonzoso, que la chica que tanto quise para mí estuviese loca de amor por el tonto nerd que se emociona incluso con la cosa más pequeña que pueda ofrecerle.
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—¿De nuevo te golpeaste?— preguntó la señorita Choi, la enfermera de la escuela mientras presiona un algodón sobre mi nariz.
Respiré hondo al sentir que la sangre se detuvo. —Si, soy muy torpe.
—Haber. ¿Eres torpe o alguien te está intimidando?— preguntó mirándome con atención y con el ceño fruncido.
Pero no podía simplemente decirle la verdad, no podía decirle que los insultos eran aún más crueles y siempre terminaban en golpes. Qué ellos me acorralan cuando estoy en un lugar solitario y se burlan de mí, por estar enamorado de un chico, por ser Gay. —No, solo me golpeé de nuevo— respondí bajando la mirada.
Ella no indagó más y me dejó ir, agradecido salí caminando despacio por qué me dolía el cuerpo por los recientes golpes que recibí. Pero sabía que esto era un tipo castigo por estar viviendo la mayor felicidad del mundo junto a Taehyung. Y todos estos golpes y humillaciones se borraban de mi cuerpo cuando me encontraba entre sus brazos.
Sin darme cuenta choque con alguien y alzar la mirada me sorprendí al ver a Dahyun con su mano sobre su mejilla —¿Que te pasó?— preguntó mirándome preocupada. Aunque ella igual tenía una marca en su mejilla.
—Nada importante— respondí e iba a irme pero su mano tomó la mía con fuerza.
—Quiero creer que eres aún ese chico dulce e inocente que miraba en secreto leer— murmuró sin mirarme y entrelazando sus dedos con los míos. Sin saber que decir, se lo permití. —Si, lo eres. Por favor, no dejes que nada ni nadie te cambié...
Nos quedamos un par de segundos así hasta que me soltó y sonriéndome tímidamente se apartó para perderse entre los pasillos, ¿Por qué tendría que cambiar?. Siempre seré el mismo nerd suertudo que consiguió tener la atención de su amor platónico.
Llegué a la biblioteca y suspiré aliviado al ver a Taehyung sentado hojeando un libro, me acerqué lentamente y sonreí. Solo él mantenía mis demonios internos apagados, por qué su amor es lo único que necesito para seguir en pie.
—Hasta que al fin llegas. Ya estaba a punto de irme— gruñó molesto. Era mi culpa, por darme demasiada atención e ir a atender los golpes que dejarían de doler rápido.
Dejé caer mi rostro sobre su pecho y negué con la cabeza. —Lo siento. No quería que te enojaras, ¿Puedes darme un beso?
—No quiero más besos inocentes. Quiero tu cuerpo— susurró a mi oído y temblé ligeramente. —Quiero que tengamos relaciones sexuales, ¿Podemos verdad?
Apreté los ojos unos segundos y luego asentí. —Podemos.
Por qué solo necesito a Taehyung y el nunca me haría daño, ¿Cierto?. El me ama...