Cada te amo, cada beso y cada caricia, todo fue una simple mentira. Y mientras yo sentía que me llevabas al cielo, en realidad me estabas hundiendo en el infierno.
➝ Errores de Ortografía y Narración.
➝Historia totalmente de mi autoría; Prohibida su...
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Los besos, las caricias y las palabras de amor se hicieron muy comunes. No me molestaba para nada darle ese tipo de amor a Jin. Al menos no a escondidas.
—Las chicas irán al karaoke, ¿Vas?— preguntó Jungkook terminando de guardar sus cosas.
Me quedo callado un momento y luego niego con la cabeza. —No, tengo algo que hacer.
Lo observo fruncir el ceño y luego sonríe con malicia. —¿Acaso te has conseguido una nueva novia?
—¿Qué?. No, para nada— respondí tomando mi mochila. —Es decir, ninguna de mis conquistas se pueden llamar "novias", la única formal será Dahyun.
Él río —Sigue soñando amigo— y salió dejándome solo en el aula.
Rodé los ojos y me encamine hacia la biblioteca, en donde encontraría sin lugar a dudas a Jin. En efecto, sentado en unas de las sillas del fondo estaba él, con sus enormes gafas y un ridículo suéter de rayas rojas leyendo un libro.
—Hey— él se sobresalto cerrando de golpe su enorme libro.
Rápidamente volteó a verme y sonrió apenado. —Hola...
Jale una silla sentándome a su lado y me acerqué lo suficiente rompiendo la distancia. —Eres muy raro, nos hemos besado tantas veces y aún te apenas.
—Es por qué...— no lo deje terminar y ataque sus labios con un desesperado beso, mi mano se aferró a su nuca intensificando más el encuentro de nuestros labios, hábilmente introduje mi lengua y sentí como su mano se aferró a mí espalda.
Creo que me estaba volviendo adicto a besarlo.
Me separé cuando el jaló mi cabello y totalmente sonrojado trataba de estabilizar su respiración —¿Jin?— pregunté.
Y de un momento a otro dejó caer su rostro sobre mi pecho moviendo su cabeza de un lado a otro. —No podía respirar, nunca puedo seguir el ritmo de tus besos, soy un mal besador.
—¿Acaso nunca te habían besado?— pregunté apoyando mi brazo en la mesa.
Él negó con la cabeza y totalmente avergonzado murmuró. —Eres mi primer novio, me has dado mi primer beso.
Sin quererlo sonreí, era realmente divertido saber que salía con un nerd totalmente vírgen. —¿Entonces nunca has tenido sexo?, Vaya...
Comencé a reírme al ver como hasta sus orejas quedaron rojas y bajo la mirada ocultando su rostro entre las mangas de su suéter —Jin, ¿Por qué te gusta venir tanto a la aburrida biblioteca?— pregunté cambiando de tema.
—Bueno... Es agradable leer en absoluta calma y aquí hay cientos de libros, ¡tan interesantes y hermosos!— exclamó emocionado y pude ver una hermosa sonrisa formada en su rostro.
En primer lugar, ¿Por qué pensaba que su sonrisa era hermosa?
Lo observé atento caminar por los pasillos enseñandome cada libro y dándome una breve explicación de cada uno así que me levanté tomándolo de la mano y lo hice volver a su lugar.
—¿Pasa algo?— preguntó confundido.
—¿Quieres venir a mi casa?, Necesito que me ayudes con mi tarea de matemáticas— dije y pique su abultada mejilla.
El asintió volviéndose tímido de nuevo. —E-esta bien...
Recogimos sus cosas y salimos juntos rumbo a mi casa. Era realmente extraño él como estaba tan feliz y nervioso por solo visitar mi casa. Además estaba sorprendido de mí mismo, por qué jamás había dejado que alguien visitará mi sucio hogar.
Kim SeokJin era el primero que vería la suciedad a la cuál llamaba "casa".