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Cuando ingresé a la casa de Park, lo primero que mis ojos buscaron fue a una hermosa chica

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Cuando ingresé a la casa de Park, lo primero que mis ojos buscaron fue a una hermosa chica. Pero lamentablemente Dahyun no se encontraba por ningún lugar cercano así que decidí coquetear un momento con aquella chica de quién nisiquiera me tomé la molestia de preguntar su nombre. Pero al hartarme de ella, decidí adentrarme más a la fiesta.

Tomé unas cuantas cervezas y platique con Park y su pareja hasta que noté que Dahyun se encontraba jugando con el gato de Park. Sonreí al verla hablarle, era una imagen tan tierna.

—¿No te estás divirtiendo y por eso prefieres la compañía de un gato?— pregunté y me agache a su altura.

Sin dejar de acariciar al minino sonrió negando con la cabeza. —No, es solo que me gustan mucho además Momo me dejó plantada para irse con su novio.

—Qué perdida de tiempo. Eres una de las personas más agradables que conozco— sonreí llevando mi mano hasta el gatito intentando rozar su mano por accidente.

Ella me mira con una sonrisa y no hizo nada para apartar su mano, internamente me sentí emocionado, probablemente no le era indiferente a Dahyun.

El resto de la noche me dediqué a pasármelo a su lado, su plática era muy interesante y divertida. Descubrí varias cosas que no sabía y me enamore aún más de su sonrisa. Si, ella es la indicada para novia ideal.

—¿Quieres ir al patio?— pregunté con una sonrisa.

—Está bien. Me gustaría tomar un poco de aire fresco— respondió poniéndose de pie.

Entonces pude apreciar el bonito vestido color lila que llevaba puesto que hacían juego con sus tenis blancos. Podía no estar mostrando demasiado pero me volvía loco de pies a cabeza.

Salimos juntos al patio pero Dahyun se detuvo mirando confundida cómo mis compañeros de salón se reían de alguien que intentaba con todas sus fuerzas salir del agua.

—¡Por dios, es SeokJin!— exclamó asustada e iba a correr hacia la piscina.

Pero la detuve y me avente con rapidez sacando al chico del agua. Desde que llegué a la fiesta olvide que lo había invitado, ni siquiera recordé su existencia, me sentí tan culpable cuando se aferró a mí cuerpo respirando con dificultad. Dahyun nos miraba preocupada y eso me motivo a tomarlo en brazos y llevarlo a dentro.

La culpabilidad se fue al ver como la chica de mis sueños me miraba como todo un héroe.

—¿Él estará bien?— preguntó —Pobre Jin... El es tan amable y no merece ser tratado así.

—Pensé que no lo conocías pero hablas de él como si fueses su amiga— arquee las cejas confundido.

—¡Ah!, Eso es por...— se quedó callada y miró sus tenis. —Tengo que ir abajo, te veo luego, gracias por cuidarlo.

La ví perderse entre los demás y suspiré antes de entrar a la habitación. SeokJin estaba sobre la cama sollozando y todo su cabello totalmente alborotado.

Lo recorrí con la mirada desde los pies hasta la cabeza y suspiré. —Qué bueno que no te paso nada malo, jamás me hubiese perdonado si te pasaba algo.

Mi mentira no fue dolorosa al ver cómo se aventó hacía mis brazos y tomó un puñado de mi camisa entre sus manos.

—¿D-donde estabas?— sollozó contra mi pecho.

—Llegué tarde. Tuve un problema en casa y no hace mucho llegué, te estaba buscando, lo siento— susurré suavemente, las mentiras no eran malas si no lo lastimaba.

Lo abrace con más fuerza —Jin...— susurre y coloqué mis dedos sobre su barbilla haciendolo levantar su rostro —¿Puedo besarte?— pregunté sin pensarlo.

Al verlo asentir acaricie sus labios con los míos con extrema delicadeza, sus manos viajaron a mi cadera, sonreí internamente y moví las mías hasta su espalda apretando sin rudeza.

Inesperadamente mi primer beso con un chico no fue malo. Sus labios eran tan suaves, extrañamente adictivos.

—Tae...—jadeo a penas solté sus labios.

Y el uso de su voz tan sexy me hizo perder la cordura. Lo tomé de los hombros y lo tumbe sobre la cama
—¿Me amas?— pregunté mientras me inclinaba besando su cuello. Jamás había sentido tanto deseo hacía una persona, ni siquiera por Dahyun.

Supongo que estaba experimentando cosas nuevas.

—T-te amo— respondió soltando suspiros debido a mis besos, baje mis labios hacia su clavícula y comencé a desabotonar su camisa. Rápidamente sentí su mano empujar con fuerza.

Lo observé confundido ante su rechazo. —¿Hice algo mal?

—V-vamos muy rápido...— murmuró apenado y cerró los botones de la camisa.

Incrédulo ante sus palabras me levanté de la cama, nadie me ha rechazado nunca, todos me desean, podrían hasta pelear por un poco de mi atención. Revolvi con frustración mi cabello y suspiré tratando de tranquilizarme.

—Tienes razón. Lo siento— me senté en el borde de la cama. —Me gustas tanto que me deje llevar.

—¿Te gusto de verdad?— preguntó tímidamente jugando con el borde de su pantalón de tela.

Me obligué a sonreír  —Si, me gustas Jin. ¿Puedo volver a besarte?, Solo te daré un beso.

—Puedes— respondió cerrando los ojos.

Kim SeokJin iba a ser uno más en mi cama y no tardaría mucho en caer. Por eso soy Kim Taehyung, el chico más popular y un tonto nerd no iba a rechazarme.

Sweet Lies| TAEJINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora