Cada te amo, cada beso y cada caricia, todo fue una simple mentira. Y mientras yo sentía que me llevabas al cielo, en realidad me estabas hundiendo en el infierno.
➝ Errores de Ortografía y Narración.
➝Historia totalmente de mi autoría; Prohibida su...
La calle estaba oscura y vacía, estaba realmente asustado pero no quería demostrarlo, en cada esquina había un poste pero a penas y daba luz.
—Eres valiente, Jin— me indique a mí mismo y seguí caminando pero mis pies parecían no querer cooperar.
Taehyung. Taehyung. En mi mente solo podía ver la imagen de mi lindo Taehyung con una sonrisa. No podía culparlo o pensar que fue malo, solo estaba cansado.
Por qué hiciera lo que hiciera lo quería tanto que me era imposible odiarlo.
Afortunadamente logré salir de aquel barrio de mala muerte sano y salvó pero no sabía con exactitud qué autobús tomar para ir a mi casa. Debí recordar como Taehyung llegó pero mis nervios me hicieron olvidarlo. En estos momentos odiaba tanto no salir más a menudo de casa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Papá, ¿Qué cenaremos hoy?, ¡Muero de hambre!— me quejé mirando por la ventanilla del auto.
Mi padre se detuvo en un semáforo y ví como caminando por la acera iba Jin, observé detenidamente como caminaba con lentitud y miraba al suelo.
¿Qué hacía solo a estas horas?
—¡Déjame bajar, papá!— exclamé rápidamente y sin esperar respuesta de mi padre me bajé corriendo.
Crucé la calle de inmediato y de manera torpe, visualize a Jin entre una pequeña multitud de personas —¡Jin!— grité para llamar su atención.
El volteó y pude notar aquellas arrugitas debajo de sus ojos, estaba asustado o algo por el estilo, su mirar me lo decía, me acerqué lo suficiente y lo tome de la muñeca hasta alejarlo de las personas.
—¿Estás bien?— pregunté notando como temblaba ligeramente.
—No... No sé en donde estoy— murmuró casi inaudible. —Soy muy tonto para recordar direcciones y calles, jamás salgo tan lejos de casa.
—Está bien. No te alteres que no sirve de nada— tome su mano para darle algo de seguridad —¿Qué haces aquí si no son tus rumbos?— pregunté.
—V-vine a visitar la casa de un amigo...— respondió apenado.
—¡Dahyun!— gritó mi padre y por su tono de voz supe estaba enfadado.
Sentí como Jin se tenso y quiso soltar mi mano pero no sé lo permití, busqué entrelazar nuestros dedos y le ofrecí una sonrisa. —Es mi papá...
—¿Por qué te bajaste de esa manera? ¡Pudo pasarte algo!— exclamó histérico mi padre y después de un largo regaño pude presentarle a Jin.
Fue así como ahora nos encontrábamos dirigiendonos a su hogar, él miraba la ventanilla de manera insegura. Y aunque quería que hablara más conmigo, estaba satisfecha de observar tan de cerca su perfil, admirando la belleza que no solo tenía por dentro.
—¿Es aquí?— preguntó mi padre y tuve que mirarlo de inmediato.
—Si... Gracias— murmuró en respuesta y bajo del auto, yo bajé detrás de él y caminé a su lado hasta la puerta de su casa.
Se detuvo mirando su casa y apretó las cuerdas de su mochila. —¿Soy patético?, Incluso tú luces más valiente.
—¿Qué? ¡No para nada— negué con la cabeza —A cualquiera puede pasarle y tener miedo es de humanos— sonreí y pique su mejilla.
Su adorable y abultada mejilla.
—Gracias Dahyun— quise correr por mi cámara para guardar el momento en el que me sonrió tan sutilmente.
Por qué verlo sonreír debía ser un premio o tenía mucha suerte. Giré los ojos al oír el claxon del auto de mi padre así que tuve que despedirme.
—¿Por qué tardas tanto?— preguntó mi padre mirándome por el retrovisor con el ceño fruncido.
—El será tu yerno, papá— sonreí acomodándome el cinturón de seguridad.