El padre Juan Carlos estaba harto de Ocho y Espiga. Unas veces iban a la iglesia para pedir ayuda porque querían dejar de emborracharse, otras, porque no tenían que comer, otras, porque alguna autoridad municipal quería echarlos del cementerio. De todos modos, nunca había ocurrido que golpeara a la puerta de la iglesia a medianoche por algo así: decían que una muerta había salido de su tumba.
Lo extraño era que no parecían borrachos. El padre Juan Carlos olió una y otra vez el aliento de los dos cirujas y llego a la conclusión de que no habían bebido alcohol.
__¡Era la vieja Morena! __repitio por décima vez Espiga.
__¡Tiene que hacer algo, padre. Es cosa del demonio! __agrego Ocho.
El padre Juan Carlos se ponía y se quitaba sus gruesos anteojos una y otra vez. Dudaba. Si bien esos dos vagabundos estaban medio locos, había algo que lo inquietaba: el se había acostado a las nueve de la noche, como siempre, y a eso de las diez lo habían despertado los ladridos de Lupo. El perro estaba nervioso, iba y venía por el patio y ladraba con una mezcla de terror y desesperación. Después el coro de ladridos se extendió por todo el pueblo, así que el padre termino saliendo a la vereda a ver qué sucedía. En apariencia no ocurría nada, pero los caballos de un vecino estaban nerviosos y agitados.
"Algo está pasando", se dijo el padre cuando volvió a la cama. Después tuvo un sueño de lo más extraño: había una obra de teatro en la que el tenia que hacer algo decisivo. Estaban los actores sobre el escenario y el público mirando, y en ese momento el tenia que entrar y hacer algo, solo que había olvidado que era. Aunque lo que ocurría no parecía ser tan grave, cuando sonaron los golpes en la puerta de la puerta de la iglesia el padre Juan Carlos se despertó sobresaltado y sudoroso.
__Si, algo está pasando __dijo el padre, y esas palabras asustaron aún más a Ocho y Espiga.
__¡Dios mio! __dijo Ocho.
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La noche de los muertos
HororUn hombre conduce despreocupadamente por una ruta desolada. En el asiento trasero va Azul, su hija de nueve años. De pronto el auto se queda sin combustible. Es de noche pero no tienen más remedio que caminar en busca de ayuda. Finalmente encuentran...