Parte 16

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   El padre Juan Carlos había dicho: "Vamos hasta el lugar más alto del pueblo". De inmediato Ocho se había puesto a caminar con sus grandes zancadas. Espiga y el padre lo siguieron casi a la carrera. Al fin llegaron jadeantes a una loma desde la cual se divisaban todas las casas, un silo de cereales y los alrededores.
   En lo más alto de la loma el padre se arrodilló y elevó un crucifijo al cielo.
__¡Dios mio! __balbuceo Ocho __. Está todo igual, pero es como si... pasara algo terrible... ¿que pasa?
__¡Cállate! __dijo Espiga.
   Temblando, el padre Juan Carlos comenzó una oración.

La noche de los muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora