Azul oyó aterrorizada el ruido del motor del tractor al arrancar y luego advirtió que ese ruido se acercaba a ella lentamente. Supo que esa proximidad significaba su muerte. Había entendido perfectamente eso y, paralizada como estaba, solo podía repetir mentalmente "no quiero morir, mamá".
Pero de pronto se oyó una voz infantil. El grito quebrado de una voz aguda que sin embargo se escuchó nítida por sobre el ronroneo del tractor.
__¡No quiero que hagan eso! __dijo esa voz.
Azul sintió que pegado a ella había alguien... esa nena que había hablado. El tractor siguió un poco más y después se escuchó gritar al señor Evans.
__¡Amalia, cuidado!
__¡Maldición! __grito la vieja.
Los lamentos desgarrados de los Evans y los insultos de la vieja siguieron unos segundos más y luego, poco a poco, se fueron apagando. Azul sintió que se dormía.
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La noche de los muertos
HorrorUn hombre conduce despreocupadamente por una ruta desolada. En el asiento trasero va Azul, su hija de nueve años. De pronto el auto se queda sin combustible. Es de noche pero no tienen más remedio que caminar en busca de ayuda. Finalmente encuentran...