III: Descubriendo

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La ladrona se preparaba para que Yuuri diera la noticia de su desición, se deshizo de sus ropas viejas y gastadas, tomó una ducha y con la ayuda de una de las sirvientas obtuvo ropa nueva, no quería parecer femenina en lo absoluto, tampoco quería portar ropa demasiado formal por lo que la sirvienta tomó la decisión de hacerle algo simple.

Con la ayuda de un pequeño cuchillo que ella portaba, corto su cabello liso que se encontraba a la altura de su cintura, dejándolo por debajo de sus hombros. Tomó un mechón del frente y lo corto a la altura de sus labios repartiendo lo en dos partes y colocándolo a los costados de su cara, el resto del cabello lo recogió en una simple cola de caballo. Cuando por fin estuvo lista, se dirijo a dónde Yuuri la esperaba que al verla se sorprendió.

- Emm... En verdad... ¿Cómo decirlo? - susurró aquella pregunta - Definitivamente te ves mucho mejor de esa forma - titubeó

El Maou admiraba su nuevo atuendo, aunque fuera de lo más sencillo, se veía bastante bien a comparación de las que portaba, un simple pantalón color café con una blusa de mangas largas color beige, larga y que portaba un cinturón café a la altura de su cintura. No era lo que las mujeres solían usar pero era el vestuario perfecto para alguien como ella.
Había algo de su atuendo que no había cambiado en absoluto, traía las mismas botas color café que le llegaban por debajo de la rodilla, en esta ocasión lo tenía por debajo del pantalón pero claramente se identificó como las que portaba.
También había cortado su cabello, algo que la hacia ver de una forma distinta, se podría decir, que transmitía más confianza.

- Gracias - le respondió sincera con una sonrisa en su rostro - Quería parecer irreconocible - dijo en tono de burla que cubrían la ansiedad que poseía

- ¡Bien! - dijo sonriendo - Es hora de presentarte, y no importa que comentarios emitan, no cambiaré mi desición

- ¿Está seguro de esto? - preguntó seria

- Completamente, desde que te vi, supe que eras la persona adecuada

- Pero... No tengo un "título" o algo parecido, soy alguien sin importancia y poca cosa para todos, sé que no soy "fea", o eso creo, pero, de algo estoy segura, y es que a pesar de lo que piense, no me aceptarán como su...

Aparece una luz ajena al lugar donde se encuentran, era la iluminación de una habitación, específicamente, el lugar donde Yuuri realiza su trabajo, ambos estaban frente a la puerta de esta a punto de ingresar, pero alguien además de ellos abre la puerta interrumpiendo las palabras de la mujer.

- Su Majestad, ¿Qué hace ahí? Entre por favor, que hay trabajo que... - fija su mirada en la extraña mujer - ¿Quién es esta pordiosera y qué hace a lado de su majestad?

- ¡Günter! - lo dice algo asustado, no esperaba que alguien llegara de esa forma - Estaba a punto de ingresar, e-ella - se traba, no era momento para presentarla - no la llames de esa forma, no es ninguna pordiosera y ahora menos - lo dice en un tono tranquilo

- ¿A qué se refiere?

- Podríamos entrar, por favor. Hay algo que tengo que decirles

Con sospechas y claras dudas sobre la mujer, accedió a dejarles entrar sin dejar de vigilarla.

- ¿Qué significa esto? - cuestionó Gwendal.

Conrad simplemente sonreía, ya se había enterado de la desición del Maou. Wolfram, veía a su prometido mientras entrecerraba sus ojos con cierto recelo.
Al parecer no eran los únicos en la habitación, también están aquellos gemelos con su intimidante presencia, a lo cual, la ladrona tuvo cierta sospecha.

- Yuuri ¡¿Quién es ella?! - preguntó Wolfram

Todos miraban hacia aquella mujer que tenía la expresión más tranquila que pudiera poner.

Mi Fortaleza *Yaoi* [Kyou kara Maou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora