Mi Fortaleza *Yaoi* [Kyou kara Maou]

VI: Gwendal contra Isabel

- Vamos Wolf, no te duermas - dice el rey de lo más normal y relajado, pues no quería dar ninguna otra señal que indicara que tuviera algún sentimiento por él

- Es más temprano de lo que él acostumbra a levantarse - comenta Conrad

- Es cierto... Por cierto ¿Qué es todo este alboroto?

Varios soldados se encontraban alterados y apurados, corriendo por el pasillo del castillo pasando a lado del trío donde éstos se encontraban caminando.

- Tal vez se deba a ellos

Cuando por fin éstos llegan a su destino, Conrad abre la puerta de una habitación dejando ver el alboroto del interior de esta.

- ¿Sucede algo? - pregunta el rey inocentemente

- Tú "subordinada" parece que no puede dejar de lado sus costumbres como ladrona - dice Gwendal molesto

- No he robado nada, ya he dejado en claro que no me interesa ninguna joya - dice Isabel en defensa sin preocupación alguna

- No necesariamente tiene que ser una joya, puede ser una arma demoníaca - dice Gwendal

- Revisen lo que quieran, pero yo no robé nada

- ¿Qué intención tuviste al desencadenarte?

- No podía dormir, quería salir un momento y no quería llevarme a la rarita

- Un momento - interviene Yuuri - ¿Alguien puede explicarme qué sucede aquí?

- No podíamos dejar que aquella pasara la noche sin vigilancia, por lo que la encadenamos a Nadja, pero cuando llegué aquí, encontré esto - dice Gwendal apuntando hacia atrás con ambas manos.

No sabían si reír o sorprenderse por lo que estaban viendo, efectivamente, Nadja estaba encadenada pero no con Isabel sino con su hermano gemelo, Nadir.

- Está bien, está bien - dice Isabel acercándose a los gemelos encadenados y abriendo la cerradura de uno de los lados para volver a encadenarse con Nadja

- ¡TU! ¡¿En qué momento tomaste las llaves de mi?! - dice Gwendal exaltado

- Hace un momento - dice Isabel de lo más calmada ignorando la exaltación de Gwendal

- Como sea - suelta un suspiro en señal de rendición - Vallamos y terminemos este duelo de una vez por todas - le retira las llaves y desencadena a ambas - Cuando volvamos sabremos si falta algo en el castillo, y definiremos tus intenciones.

Una vez dicho esto, Gwendal se retira.

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Debido a lo antes previsto, el duelo entre Gwendal y Isabel se llevará a cabo a las afueras del castillo y lejos de los pueblerinos. Es una zona cerca del bosque donde está completamente libre de árboles y solamente está repleto de un suelo terroso y seco.

Los espectadores son meramente que el Rey de Shin Makoku, junto con sus dos más fieles soldados, aunque él preferiría no verlos de tal forma, Conrad y Wolfram, al igual que aquel que lo tortura con sus exigentes clases, Günter. Quienes están como testigos de lo que están a punto de presenciar.

- Elije tu arma - dice Gwendal mientras Dacascos le muestra ciertas armas, tales como espadas, arcos, cuchillos...

Después de ver que Gwendal toma una espada, ella decide hacer lo mismo.

- Buena elección - lo comenta Gwendal mientras revisa su espada - ¿Estás lista?

Isabel solo asiente con la cabeza demostrando nulo interés por el duelo.