Mi Fortaleza *Yaoi* [Kyou kara Maou]

VIII: Descubrimiento sorpresa

Después del anuncio de los gemelos, Yuuri se mantenía triste pensando en aquel humano, la probabilidad de que tuviera familia e incluso hijos pequeños que necesitaban de su ayuda. Logró relajarse con un el nuevo reporte ahora completo y con toda la seguridad de ser certero.

Un soldado pasó el reporte completo después de examinar la escena. Aquel humano no murió, estuvo a punto de no haber sido por un soldado que le aplicó Maryoku antes de que muriera desangrado.

Isabel enfureció por completo y en cuanto se enteró de la llegada de los gemelos al castillo, salió disparada hacia ellos. Y ahora los había encerrado en una habitación al azar del castillo.

- ¿Y bien? Hablen - exigió Isabel - no, pidan disculpas al rey

Nadja y Nadir veían a Isabel con ninguna intención de obedecerle.

Isabel caminaba de un lado a otro delante de ellos imponiendo como una madre a sus hijos.

- Aquel humano no era de Dai Shimaron y ustedes lo espantaron haciendo que no tuviera cuidado y cayera al acantilado, ¿A caso no tienen información de Shin Makoku? ¿No saben que hay humanos en la frontera?

Los gemelos mantuvieron su mira en ella con expresión nula.

- ¡Casi matan a un inocente!

- ¡¿Desde cuando tienes la autoridad para hacer interrogatorios?! - entra Gwendal junto con Yuuri y Conrad a la angosta habitación que podría ser una bodega.

- Ya que aquí parece que no quieren aplicar disciplina. Tenía que atraparlos o de lo contrario escaparían de su castigo.

- ¿Castigo? - pregunta Gwendal

Isabel frunce el entrecejo y se lleva una mano al mentón con su típica expresión la cual no sabes qué está pensando.

- Así que aquí no es así... - menciona más como un susurro que a una persona en específico.

- Lo que sea... ¡Ustedes dos! Aseguraron que podían vigilar adecuadamente ¿Qué fue lo que sucedió?

- Un humano curioso quería conocer a los nuevos y peculiares reclutas de Shin Makoku - dijo Nadja

- Sabía que había filtros de información aquí - mencionó Isabel - Además, ¿Por qué enviaste a éstos para que realicen ese trabajo?

- Es un trabajo que hasta los de menor rango pueden realizar - dice Conrad

- Pues éstos no

- Tienen capacidad, es necesario desarrollarla - menciona Gwendal - les asignaré a alguien

- Que desperdicio de tiempo - susurró Isabel mientras veía que Gwendal salía de la habitación

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- Su majestad, casi es hora de la comida, ¿Desea que se la lleven a su habitación? - preguntó Conrad sin recibir respuesta de un muy perdido rey que mira hacia la nada - ¿Su majestad?

- ¡¿Eh?! ¡Si!... ¿Qué? ¡No!... No es necesario - da una respuesta algo confusa - S-solo iré a mi habitación un momento - dijo para después dirigirse hacia la puerta. Necesitaba un momento para tranquilizarse, ni siquiera le importó que Conrad le haya llamado "su majestad".

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Cerró la puerta de su amplia habitación lentamente empujándola con la espalda, y en cuanto escuchó que la puerta quedó completamente cerrada, dejó soltar un largo suspiro.

Inmediatamente, su rostro se llenó de sorpresa y angustia. Comenzó a caminar desesperadamente en un pequeño círculo mientras trataba de recapacitar lo que acababa de hacer con Wolfram.