Capítulo 30

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Bueno, no me imaginaba que sería así la noche en el monte, pero finalmente pude consolar a mi hermano mayor y hacerle entrar en razón de que él no era el culpable de lo que me pasó a mí. Hayes tampoco se sentía muy bien y tampoco el resto. Se me rompe el corazón con tan solo pensar que Hayes y Nash se sienten malos hermanos porque bien es verdad que me hicieron mucho daño en su día, son los mejores hermanos del mundo junto a Sky y Will. No las cambiaría por nada ni por nadie. Realmente soy muy afortunada de tener la familia que tengo.

-¿Estás segura de esto? -me pregunta Taylor no muy convencido -Esto va dar mucho de qué hablar -me advierte.

-Lo sé. Soy muy consciente. Por eso debo hacerlo. Tengo el deber de utilizar esta influencia que tengo. Muchos jóvenes me ven y esto podría ayudar.

Asiente con una pequeña sonrisa antes de encender la cámara y darme el aviso.

-¡Hola chicos! -exclamo con una sonrisa -Sé que ha pasado mucho tiempo desde que no he subido vídeo, pero bueno, hoy os vengo con un vídeo muy importante. Seguramente os sorprenda, pero siento el deber de hacerlo. Si con este vídeo logro al menos concienciar a una persona o evitar que cometáis el mismo error que cometí yo estaré más que satisfecha. Bien, dicho esto, empecemos -suspiro -rebobinemos un año atrás, cuando vivía en Argentina...

(.../...)

-Estoy muy orgulloso de ti -sonrío inconscientemente al escucharle -Creo que yo no sería capaz de hacer lo que acabas de hacerlo tú.

-Claro que sí, Tay. Te conozco y sé que tú harías lo mismo que acabo de hacer yo. Dar la cara y hacer todo lo posible por ayudar a la gente.

Hace una mueca.

-No lo sé.

-Pues yo lo sé -sonrío y él también lo hace tras rodar los ojos.

Cojo mi móvil y reviso mis redes sociales. Desde que volví de Carolina del Norte no he estado muy activa. Levanto la mirada de la pantalla al darme cuenta de que Taylor me observa.

Frunzo el ceño cuando le encuentro mirándome fijamente y con una sonrisa.

-¿Qué ocurre? -pregunto confusa.

-Nada -contesta de lo más natural encogiéndose de hombros.

-¿Entonces por qué me miras así?

-¿Así, cómo? -alza una ceja divertido y bufo.

-Pues no sé. Tú sabrás.

-¿Como si tuviera ganas de besarte?

Antes de que me de tiempo para procesar lo que me ha dicho, siento sus labios sobre los míos.

-¿Pero se puede saber qué demonios haces? -le pregunto confundida alejándolo de mí.

El muy idiota me sonríe de esa manera que solo él sabe hacerlo.

-Besarte.

Frunzo el ceño y ladeo la cabeza. Estoy muy confundida.

-Qué demonios... -murmuro antes de levantarme de la cama y abalanzarme sobre él decidida a besarlo y él no se resiste.

En cuanto yo coloco mis manos sobre su rostro, él los coloca en mi cintura y me acerca más a él. Ambos nos fundimos en un beso apasionado. No entiendo por qué le beso con tantas ansias. Como si mi vida dependiera de este beso. En un movimiento rápido nos intercambiamos de sitio y le empujo haciendo que se caiga en la cama.

Sonrío y me coloco sobre él, con las piernas a cada lado de sus caderas. Vuelvo a besarle con las mismas ganas de antes y me quito la camiseta y la tiro por algún lugar de mi habitación. Me besa una vez más antes de que me parara.

Aléjense De Mí, Idiotas. Hailee Grier. Magcon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora