— Me gusta esto— anuncio el americano a la vez que miraba las calles y callejones adornados con miles de flores a su al rededor, que a su vez estas mismas estaban llenas de color, el ambiente era relajado y dulce a la vez, digno para una pareja de tórtolos, digno para que floreciera el amor.
—demasiado floral ¿no?— cuestiono el morocho a la vez que distraidamente tomaba una de las flores y la soltaba inmediatamente.
—lo es, pero creo que no es tan desagradable...— admitió a la vez que se tomaba el tiempo para admirar los lirios que salían de una de las casas.
—Creo que pensamos igual...— habló el menor de ambos mientras miraba a Mark admirar el lugar—ya sabes la naturaleza no es tan mala
—Deberías de pensar eso dado que tus padres han trabajado en el campo.— habló el chico mientras soltaba una risa cómplice, JaeBum se sorprendió un poco ante la idea de que el rubio recordara ese tipo de detalles, sonrió para si y se apresuro a colocarse a su lado.
—Eh podría estar harto de ello— bromeó.
—Claro JaeBum.— ironizó deteniéndose y mirándole directamente a esos ojos pequeños, que de alguna manera le parecían adorables.
—¡¿Podrías cállarte?!— susurró en modo de grito hacía el chico, JinYoung estaba haciendo bien su trabajo le había pedido disculpas a YuGyeom y lo había convencido para hacer que ese par quedase solo y con disponibilidad de enamorarse, pero el alto rubio no estaba siendo de mucha ayuda quejándose como un niño pequeño, estaba a poco de irse a una jodida dulceria y comprarle un dulce para mantenerlo callado por el resto de su supervisión.
—No es justo— reprochó mientras que con sus labios hacia un adorable puchero—yo estoy aquí para disfrutar mis vacaciones, no para andar de casamentero.— se cruzo de brazos, y JinYoung entornó la mirada a él, sus manos aun seguían pegadas a la pared desde dónde espiaban y analizó un poco al chico, notando la ternura que le daba verlo así, pero no estaba para juegos de ese tipo, no ahora.
—Tu cara y cabello no dicen lo mismo— se burló, porque ciertamente desde que le miró bien con el cabello y su actuar tan infantil podría decir que era un querubín o algo así, en realidad JinYoung no sabía si realmente existían aquellos mismos y no quería poner la etiqueta sin saber primero, ya le había ocurrido burlarse de los hilos del destino y ahora estaba siendo la persona que los veía, no quería cuestionar otro aspecto similar, porque, ciertamente no quería estar metido en otro enbrollo, mucho menos despertarse con la sorpresita que no sólo miraba los hilos del destino sino que ahora tenía un arco, flechas y unas ridículas alas.
—idiota— respondió dándole una mirada de desapruebo y JinYoung no le intereso, se volvió hacía su objetivo.
—Tómalo o déjalo, además nadie te esta obligando a quedarte.— le dijo al tiempo que veía a JaeBum sonreír ampliamente, haciendo que sus ojos se desaparecieran. —Lárgate y déjame terminar mi cometido.— espetó al tiempo que YuGyeom soltaba un suspiró molesto.
—Entonces no me iré— lo dijo sin más esperando sacar de sus casillas al mayor, quien ciertamente cayó redondo mirándole con desapruebo y lanzandole una mirada de odio, YuGyeom pensó en ese momento que si bien las miradas tuviesen algún efecto literal en las personas, la de JinYoung ya lo había matado, definitivamente.
—Haz lo que quieras pero no te metas.— gaznó mientras optaba por dejar de tomarse la molestia de siquiera hacerle caso.
—No entiendo porque tu afán de hacerlo, no parecen tan compatibles.— se recargo sobre la pared de aquella calle, siendo indiferente a los intentos de JinYoung, no estaba interesado en saber que clase de intenciones tenía con Mark y JaeBum y ciertamente desde que los habían dejado el único que le tomaba atención al asunto era JinYoung.

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destino; pepigyeom
Fanfiction"no importa atadura, nudo o imprevisto, el hilo rojo que conecta a dos almas será lo suficientemente fuerte para desistir." JinYoung tiene la habiliadad de ver el hilo rojo del destino, pero nunca ha podido ver el suyo, pretendiendo que él no esta d...