JaeBum se quedó fuera del edificio tal como Mark le había pedido, estaba un tanto ansioso y no sabía si había escogido la ropa adecuada si quiera, sus ojos se pasearon por el lugar y se acomodo el saco que le había robado a su amigo. El conjunto que llevaba no era la gran cosa según él, unos jeans ajustados, una camisa a medio cerrar y un saco que hacía juego, dándole un toque más elegante. Contuvo el aire un poco al ver salir a quien sería su acompañante, JaeBum se fijo de nuevo en todas su facciones, propiciando que el mayor notase su presencia, no miro a otro lado, sostuvo un poco la mirada, como si estuviese procesando todo lo que sucedía mientras que en sus labios se posaba una linda sonrisa, no tan amplia, apenas si había puesto los labios juntos haciendo una curva que lo hacía lucir exuberante, al menos eso pensó JaeBum, y agradeció por darse el tiempo de pensar un poco más en su ropa.
—¿Esperaste mucho?— pregunto el rubio sabiendo que se había demorado unos instantes de más, pero estaba necesitando de hablar con alguien, acerca de lo que pasaba dentro suyo.
—No mucho— respondió el menor, regalandole una amplia sonrisa- vamos.
El morocho por diez segundo se había visto tan tentado a la necesidad de extender su brazo y hacer que el chico rodease con el suyo con el propio, pero se contuvo exitosamente, o al menos eso creía, porque Mark ni siquiera lo había notado, el chico estaba tan nervioso, sintiendo su corazón latir.
Caminaron lentamente sobre las calles que aun tenían vida nocturna, el sábado por la noche parecía muy animado de una manera elegante, las calles brillaban de manera sutil, pareciendo así una película de hollywood.
El mayor sentía cada palpitar, fuerte y firme a cada aso que daban, su mirada una que otra vez se posaba sobre la mano de JaeBum, como si quisiera tomarla, sentir el tacto de su mano sobre la suya, como si eso lo fuese a calmar, como si el simple toque del menor lo hiciese sentir mas confiado. Era tan raro lo que sentía que ni siquiera estaba seguro de lo que pasaba consigo mismo, en el corto camino hacía el bar Mark se dispuso a seguir las instrucciones de YuGyeom: mirar a otros hombres.
Al llegar, ambos notaron la elegancia del lugar, desde las luces hasta la forma en que todo estaba acomodado, ello no era como un bar americano, esto era algo mucho mejor, las personas se paseaban de lado a lado, si bien todo parecía tener control, y no había de que preocuparse. Tomaron asiento en la barra, y comenzaron a platicar amenamente, Mark empezó a mirar a cada chico, hasta descaradamente les miraba el trasero pero no veía mucho atractivo, soltó un largo suspiro y a voltear se topo con la mirada de JaeBum, esta era una combinación entre curiosidad y algo más que no pudo descifrar pero fuese lo que fuese, lo había hecho sentirse apenado, descubierto, y los colores rojizos ya estaban siendo parte de su rostro.
—Tú...
—No.— negó rápidamente mientras los nervios ya se apoderaban de él- sólo me dio curiosidad.
—Ah, valla, jamás creí que te fuese a dar curiosidad algo de eso.
Si no fuese por ti, créeme que no la tendría. Le recriminó mentalmente, mientras jugueteaba con el vaso, volvió la mirada a su acompañante, sintiendo la necesidad de acercarse y tocar su rostro, se negó y tomó el trago que tenía en mano de golpe, tenía que autocontrolarse.
JaeBum no sabía que sentir en ese momento cuando miró sus mejillas rosadas, mientras lo había descubierto, no podía ocultar los repentinos celos, Mark era como un ángel así que le pareció estresante al verlo mirar a todos los hombres del lugar, y al final ni siquiera le haya dado una mirada a él, quería que sólo lo mirase a él, y solo tener el pensamiento en mente lo hizo golpearse las mejillas y echarle directamente la culpa al alcohol.
[...]
De camino al hotel, JaeBum estaba mirando atentamente a Mark, quien se movía de un lado a otro despreocupado. El mayor siempre había sido malo para el alcohol así que había decidido dejarlo antes de que le hiciera mas efecto en la cabeza, estaba borracho, pero no lo suficiente para hacer una bola de tonterías, y el menor había notado por lo rojo de sus mejillas que debían regresar.
—¿Puedes caminar?—preguntó, cuando notó que el mayor casi se tropezaba en sus propios paso.
—Por supuesto Bummie— aclaró con una sonrisa divertida al tiempo que soltaba una carcajada, que era como el cielo para el castaño. Advirtió que lo mejor sería estar al tanto de cada uno de sus movimientos para que no le pasara nada. Mark de pronto dejo de caminar, así que su cuerpo se vio parado a unos metros frente del pelinegro, con la conciencia aun un tanto ubicada admiró la figura de JaeBum, su figura fuerte pero esbelta a la vez, su caminar seguro y atento. Definitivamente era alguien difícil de resistirse. Estaba borracho, lo sabía y a pesar de estar en sus sentidos quiso aprovechar un poco su estado para seguir sus instintos.
Cuando el morocho se colocó a su nivel, este le regalo una sonrisa y sin algún titubeo tomo esa mano que había estado viendo desde el inicio de la noche. Entrelazó sus dedos pudiendo sentir por primera vez ese tacto, y si bien estaba a otro nivel lo que sentía. Su corazón latía fuertemente y podía sentir sus mejillas arder ¿Qué estaba haciendo? ni él lo sabía, pero no deseaba terminar, no quería arrepentirse, y se sintió aun mejor cuando JaeBum no aparto su mano, en cambio reafirmó el agarre.
Al mirarlo pudo sentir como sus ojos se clavaban directamente en él, pudo notar un brillo que jamás había notado y no precisamente era algo malo, como si se tratase de alguna ilusión que crecía en su interior, un brillo que lo dejo cautivado, internamente deseando hacerlo cada vez más grande, mas intenso y profundo. Cayó en cuenta que deseaba ser la persona que le provocaba todo tipo de sensaciones, y particularmente no se sentía mal con ello.
El hotel estaba frente de ellos, y aun seguían con las manos entrelazadas, sin querer apartarse. Mark empezó a caminar, pero se vio detenido cuando JaeBum lo haló, provocando que su cuerpo chocara completamente con el contrario, pudiendo sentir el respirar del otro, sus rostros estaban cerca, terriblemente cerca. Mark pudo advertir que JaeBum se acercaba cada vez más. No lo detuvo, no lo iba a hacer, de pronto se sintió ansioso, deseoso, quería besarlo, realmente lo quería hacer.
—Ten más cuidado.—Dijo JaeBum susurrando en su oído, chocando su aliento con este, sin poder evitarlo se sintió decepcionado y apenado por entender que era lo que estaba deseando, ninguna palabra salió de sus labios pero una especie de quejido que se asemejaba más al de un gemido salió de sus labios.
El menor lo soltó de pronto y ello lo obligo a recapacitar que era lo que había pasado. Se estaba dejando llevar demasiado por sus instintos y aun ni siquiera sabía las intenciones de JaeBum, pero algo estaba claro para él, no estaba tan confundido.
—Nos vemos, no dejes que algún auto intente llevarte de nuevo.— bromeó JaeBum aligerando el ambiente para después irse, casi corriendo.
Ahí Mark entendió que el menor sólo quiso ayudarlo. Se sintió terriblemente avergonzado y tonto.
BA-BA-NANA BA-BA-NANA BA-BA-NANANANANANA XDDD
maldita canción
bueno ¿que tal? ah ah quería darme un poco de markbum bc quiero y puedo XDD
apenas estaba leyendo un fic y luego se me paso la idea de un fic jaebum x yugy XDDD
ni se que temática llevaría pero ahí estoy pensado en algo de eso AYUDAA jajaja XDD
bueno bueno, hoy/ayer fue la ultima presentación de los gatos y no estuvieron nominados, so no me dieron ganas de verlos :v, pero al menos terminamos e 7 wins uno por cada miembro jsjsj.
Creo que fue nuestro mejor cb, pero pudimos hacerlo mejor, por favor ahgase s te encantó verlos así de felices por favor apoyalos más :c
entre hoy y mañana corrijo los dialogos bc pinche wattpad.
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destino; pepigyeom
Fiksi Penggemar"no importa atadura, nudo o imprevisto, el hilo rojo que conecta a dos almas será lo suficientemente fuerte para desistir." JinYoung tiene la habiliadad de ver el hilo rojo del destino, pero nunca ha podido ver el suyo, pretendiendo que él no esta d...