extra 1.0;

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JinYoung saltó de un lado a otro y comenzando a desesperarse ¿Cómo le iba a pedir que fuese su novio? Era obvio que deseaba hacer algo especial, algo inolvidable, así para el momento en que fuesen viejos y contasen su historia de amor, pudiese ver el brillo de los ojos del menor, una brillante sonrisa, y todo buen sentimiento desbordar del Yugyeom del futuro, pero era tan jodidamente difícil, estaba en una especie de bloqueo mental.

-JaeBum...- gimoteó a su amigo quien se encontraba mirando su teléfono el mayor, dio un suspiro y dejo el aparato par mirarle directamente.

-¿Qué sucede?-preguntó mientras expectante lo miraba tirarse en el sofá.

-¿Cómo le pediste a Mark que fuesen novios?-. Esperó por la respuesta ansioso, esperando obtener una gran idea por parte de su amigo.

-No fue la gran cosa, lo lleve a comer algo que le gustase y se lo dije a medio comer de su rebanada de pizza-. dijo simplemente, JinYoung abrió los ojos, un tanto impresionado de la simpleza del chico, sí, definitivamente a veces a JaeBum le faltaba un toque de romance en sus acciones, porque el chico podía ser un gran poeta, pero definitivamente soltarlo mientras comes no era una gran idea, es más sentía pena ajena, y se estaba preguntando como era posible que Mark había aceptado la propuesta.

-No me mires así, Mark me dijo que si y hasta casi salta encima mío.- Sí, definitivamente el amor hacía de las suyas, y no podía negarlo, el mayor estaba realmente ansioso por estar con él, pero YuGyeom no era igual a Mark, su pequeño era exigente, era como si quisiera tener su propia historia sacada de un libro de cuentos de hadas, así que no iba a ser así de simple, tenía que pensar un poco en grande.

-Esta bien, vamos a llamarle a los otros-. Se levantó de su lugar, con el teléfono en mano y comenzó a llamar a los otros dos, porque si se animaba a ayudarlo el mismo sabía que podría ser un desastre. Jinyoung soltó un quejido en respuesta, iba a llorar de la desesperación, si ahora para ser su novio tenía que pensarlo extremadamente bien no se imaginaba que clase de tontería tendría que imaginar para pedirle que se casara con él, porque si estaba decidido que no iba a dejar a ese gigante ir de su vida, porque amaba la forma en que se reía, la forma en que sonreía, hasta en la manera que se burlaba de él, amaba el aroma tan dulce e inocente que desprendía, amaba cuando se moría de sueño y se acorrucaba en sus brazos diciéndole que era cómodo, tan adorable y adictivo era su chico que nunca iba a desear separarse de él.

Al poco rato Mark y Bambam estaban interrumpiendo en su morada, JaeBum pateó el trasero de JinYoung para que se levantara y así pudiesen ponerse de acuerdo todos juntos.

BamBam miró de reojo la escena dónde el menor de esos dos casi le sacaba un ojo por molestarlo en su momento de duda, mientras el novio de Im, soltaba una risita apenada. Poco después los cuatro estaba en la sala del pelinegro, JaeBum sobándose la cabeza y los otros expectantes a escuchar a JinYoung pedir ayuda.

-Así que aun no son novios- dijo BamBam burlón, a este le daba risa, dado desde que pudo conocer a YuGyeom se habían vuelto grandes amigos, y lo veía seguido en la oficina de su jefe, pero nunca le había dicho que no eran novios, los veía besarse cada cinco minutos así que no tenía sentido, una parte de si decía que ese pequeño insolene le estaba jugando una broma mientras la otra mitad estaba de aceurdo, dado que ese chico era un romantio hasta los huesos.

-No-. respondió, hundiendo su cabeza entre sus manos.

-¿Por qué no lo llevas a...?

-No-. ni siqueira dejo terminar a Mark cuando lo cortó- Llevarlo a comer no es una gran idea.

-JinYoung no seas terco.

-Yo soy lo que quiera ser-. los otros se quedaron callados aguantando la risa ante la frase de marketing de la muñeca, pero no desistieron mucho y soltaron unas grandes carcajadas.

destino; pepigyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora