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–Má ¿Papá se llevó el auto? – preguntó moviendo hacia atrás su cabellera castaña, mientras bajaba las escaleras para sentarse en el comedor.

–Cierto, olvide decírtelo amor– respondió mientras colocaba el desayuno sobre la mesa.

–Genial, tendré que tomar el tren– bufó y metió la cuchara en el cereal.

Se cumpliría un año de lo sucedido y su madre y él se encontraban más tranquilos, había ido al psicólogo para ayudarse a si mismo, porque muchas cosas habían quedado mal en su cabeza, desde la falta de autoconfianza hasta el miedo a volverlo a ver, habían pasado muchas cosas, tal como su reingreso a la carrera, re hacer amigos, tareas innumerables, becas para estudiar en el extranjero, todo era un desastre, al menos se sentía así, pero era un desastre bueno, con algo con lo que estaba gustoso de pasar.

Aunque aún no le gustaba irse en el transporte público sabía que tendría que hacerlo, ya lo había hecho una vez hacía meses y lo odio, realmente lo hizo, porque vio a un chico parecido a JinYoung, realmente se parecía, pero no lo miró a detalle sino se le echaría encima el tipo con él que estaba teniendo una cita o eso parecía, pero mejor fue solo echar un ojo y no mirar atrás, además de que debía concentrarse, tenía un examen de recuperación de conocimientos y no podía reprobarlo, sino tendría que comenzar el año de nuevo y no lo quería en lo absoluto. La escuela en gran parte había sido de gran ayuda, con innumerables tareas, practicas, regaños por parte del profesor loco de danza, hubo algunas veces que tuvo que quedarse hasta tarde en la escuela, por ello agradecía que su padre fuese bueno y le dejase usar su coche, que, a pesar de una carcacha andante era de gran ayuda, aunque a veces también le daba algunos dolores de cabeza insufribles, pero se las había arreglado para soportar a la vieja Betzy, y si, era una especie de camioneta que todo mundo odia conducir y llevar si quiera a la escuela, pero lo prefería mil veces, el auto era viejo y maltratado, nadie se preocuparía por robarle algo, eso si algunos burlones no faltaban de más, pero poco le importaban al castaño, además que se ahorraba una hora de viaje para llegar a Seúl. También incluyendo al estrés escolar debía estar mirando lugares dónde podría hacer su servicio y por fin llegar su deseada graduación, así que ni siquiera tenía tiempo para pensar en nada más que comer, dormir, estudiar y repetir.

Algo simple como tomar el tren no le afectaría, al menos eso esperaba, además las posibilidades era nulas para encontrarse alguno de ellos, se auto relajo, porque no quería darle preocupaciones a su madre, así que solo soltó todo el aire que tenía dentro, y continuo comiendo de su cereal como si nada a pesar que dentro de su ser se deshacía de nervios.

Salió de su hogar, listo y con los dientes bien cepillados rumbo a la estación del tren, su mochila no pesaba demasiado el día de hoy así que estaba realmente relajado con ello, cargar un par de zapatillas de baile y ropa no era mucho trabajo que digamos, aun así iba bien abrigado, las mañanas eran como un congelador sobre todo cuando marcaban las siete de la mañana, y las tardes algo, demasiado, calurosas.

Sus mejillas estaban rosadas por el frio, había olvidado su bufanda en casa así que el clima le afectaba un poco más de lo que esperaba, el sol apenas si daba signos de vida, todo le parecía tan normal y relajante, de alguna manera se clamaba viendo a la gente andar sin pisa. Saco de su bolsillo una leche de chocolate que le había robado a su madre y colocó auriculares en sus oídos para ir en el transcurso menos ansioso.

El camino iba relajado, de vez en cuando se ponía a cantar y bailar al ritmo de la música que oía, pero cuando notaba que alguien le miraba se apenaba y se detenía, no estaba acostumbrado a las miradas de la gente, aunque arriba de un buen escenario los nervios o la pena se iba de sus venas, cuando comenzaba a bailar sentía que volaba, era increíble la sensación, y se arrepentía de haber optado por dejar esa sensación e irse a Estados Unidos.

destino; pepigyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora