Capítulo 23

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Gregorio se levantó de la silla de golpe ¿embarazada Miranda? No, era imposible. Bueno creía que era imposible.

-He tomado yo mismo las precauciones, doctora, lo que menos quiero en este momento es arriesgar la salud de Mina.

La doctora sonrió.

-Mire señor Hurtman, en este momento no es peligroso para Mina estar en estado, pero tendrá que llevar un embarazo sumamente controlado debido a que el cuerpo de la embarazada a veces se vulnera, lo cual las hace débiles ante algunos factores.

Greg sonrió y asintió al mismo tiempo, pero tenía muchas preguntas y sabía que tendrían que consultar con su oncóloga para ver todos los pros y los contras de que Mina este en estado.

-Veo que tiene muchas preguntas y que necesita una interconsulta. Eso sería lo mejor ya que un oncólogo tiene respuestas mejores que yo.

-Si doctora.

-Lo que yo puedo decirle es que aun, con los avances de la ciencia en materia de enfermedades como el cáncer, no se sabe mucho sobre gestación y embarazos en mujeres que han tenido cáncer y que hayan recibido quimio y radio... pero si pueden quedar embarazadas, me refiero a que esto no hace que sean menos fértiles de lo que antes eran. Pueden quedar embarazadas y tener una gestación normal, el problema radica en que la gestante descubra su enfermedad en el mismo momento de embarazo, en cualquiera de los trimestres, pero es más riesgoso en el segundo y el tercero... ya sabemos que las embarazadas no pueden ser sometidas a quimioterapia ni ser expuestas a rayos x.

-Si, lo comprendo.

-Pero quédese tranquilo, señor Hurtman, Miranda esta perfecta de salud, su peso es normal y no tiene síntomas de ningún tipo de cáncer ni nada, todos sus análisis dieron normales, solo fue un error de la clínica y ya se explicó que fue un error malicioso por parte de la hija del oncólogo una tal Lola no se qué cosa.

Gregorio levantó la cabeza de golpe.

-¿Cómo dice?

-Sí, parece que los análisis fueron falsificados por malicia. El equipo médico de esta clínica va a iniciar acciones legales contra el médico, pero lo importante ahora es que creo que debo felicitarlo.

-¿A dónde está mi mujer?

-Por ahora dormida, pero va a tardar en despertar, vamos a hacer los análisis y hablar. Yo, mientras tanto, voy a llamar al oncólogo para la interconsulta.

Mina abrió los ojos en una habitación completamente blanca. Recordaba poco de lo que había pasado, lo último que recordaba era que estaba doblando la ropa y se había sentido mal, Greg la había llevado al hospital, pero no recordaba nada más.

-Ya estás despierta -dijo en voz baja Gregorio.

-¿Qué pasó? -preguntó intentando sentarse.

-Te desmayaste -contesto dándole un beso en la mano-, pero ya estás bien, aunque nos asustamos mucho.

-¿Si?

-Si amor.

Amor. El pelo se le erizaba cada vez que escuchaba que la llamaba así o cuando le decía que la amaba. Todo su cuerpo lo sentía sin necesidad de las palabras, solo hacía falta el toque de su cuerpo para saber que era amor lo que los unía... el más sincero y puro amor.

-Hay noticias -dijo Gregorio- grandes noticias que tengo que darte, pero para eso quiero que desayunes ya que estas dormida desde ayer a la tarde.

-¿Ayer a la tarde? -¡Dios! Había dormido un montón, suponía que una parte era por la descompostura y los calmantes y la otra era por las actividades amorosas del día anterior, ya que había sido una tarde y noche muy amorosa. Se sonrojo de solo recordarlo, pero Gregorio pensó que era de vergüenza por la cantidad de horas dormidas.

Perdonar por amor #1 "Por ti vida"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora