Capítulo 8

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Especial trío femenino "De amor y tormento"

Emily miró a Eloise que estaba sentada en la punta de la mesa y a su derecha estaba Mili. Frente a ellas había bocados dulces y sus tazas de humeante café que aun estaban intactas. Las chicas se mantenían en silencio después de una larga conversación sobre el tema que estaba investigando Nicholas Marshall.

-¿Y dices que podrán cerrar un zoológico? -preguntó tan sorprendida como incrédula-. ¿Eso es posible? Estarán peleando contra una especie de gran... mercado.

-Nick y la empresa de seguridad están involucrados y bueno los Hurtman, que por cierto son tres bombones y no dos, están metidos por su profesión -contestó Eloise. Claro que Benjamin era un empresario hotelero, pero apoyaba a su hermano en todo lo que hacía.

Mili suspiró acariciando el aza de su taza de café.

-Mi hermana me dijo que Mina Richardson está investigando por aquí y allá. Mas precisamente en todas las recetas y las ordenes que le ha pasado el jefe de veterinarios del zoológico -dijo Mili con voz suave. Siempre se le suavizaba cuando mencionaba a su hermana mayor-. Ella la está ayudando, parce que Thali y mi hermana quieren mucho a esa tal Mina.

Eloise y Emily se miraron con una sonrisa.

-¿Hace cuanto te hablas con tu hermana? -preguntó Emily con una sonrisa. Mili le correspondió con otra igual de brillante. No les había contado porque era un tema tan delicado, que si lo contaba tenía la sensación de que se esfumaría en el aire.

Mili había sufrido mucho cuando su hermana había decidido alejarse de los Phillips porque no se encontraba tan bien psicológicamente como creía y necesitaba sanarse a sí misma y proteger a su bebé. La familia había admitido que la habían lastimado y habían respetado esa distancia, pero con el tiempo las heridas habían cicatrizado un poco y la empatía hacia todo lo que Esperanza había sufrido se hacía mayor, sobre todo desde que Faith había perdido a una bebé en un accidente de tránsito, con el tiempo, la culpa y la desesperanza la habían hecho confesar que ella siempre supo que su hermana mayor había estado embarazada y había perdido a su bebé a las pocas horas de haberla parido.

-Hace un poco más de dos meses, pero los lazos son tan frágiles que no sé cuánto tiempo durará. No quiero perderla de nuevo, chicas. Ella siempre me cuidó aunque nunca lo quise admitir por cobardía. Perderla de nuevo significa el fin de todo y no quiero.

-Hay mucho dolor de por medio, Mili, y tu familia le ha hecho mucho daño. Ella es una persona muy gentil ¿Sabes? -dijo Eloise, lo sabía porque Benjamin la amaba con locura-. La gente del pueblo le tiene mucho cariño y bueno, Benjamin está loco por ella y su papá... ella comparte todo el tiempo que puede con su papá, es muy bueno que lo haya encontrado.

-Si -dijo Mili-. Sé esa historia. Qué bueno que tiene a su papá y que la cuida. Te juro que por primera vez en mi vida entiendo su furia y su dolor, soy mamá y si me pasara algo como a ella, si mis hermanas me abandonaran así, no les daría una oportunidad. Lo que me está dando Esperanza ahora es un regalo que no merezco pero de verdad lo anhelo con toda mi alma.

-Son las cosas de la vida, a veces te quita, pero siempre da... siempre. Solo hay que saber encontrar cada una de las oportunidades.

Ninguna de las tres fue capaz de contener las lágrimas que comenzaron a derramarse por sus mejillas.

-Ojala a Axel le hubieran dado esa oportunidad -suspiró Emily con tristeza mientras se secaban las últimas lágrimas- pero en cuanto se supo toda la verdad de la identidad de mi marido toda esa maldita familia desapareció, pero él está feliz con su nueva familia -sonrió con dulzura-. Hasta quiere ser un Marshall Molina y compartir el apellido con el pesado de tu marido -le sonrió a Eloise.

Las tres mujeres sonrieron ante la dulzura de ese hombre que poseía una impresionante fuerza.

-Vamos a apoyarlos hasta el final, vamos a lograr que ese maldito lugar cierre y que cierren otros más. Pero primeramente vamos a devolver a su hogar a Lief y su hermano Akanni.

***

Mina y Gregorio.

Mina se sentó en el escritorio con una libreta llena de notas y números en todos los colores de bolígrafos de los que creía posible. Por un lado estaban los nombres y apellidos de los distintos veterinarios que había conocido en el zoológico, por otro lado estaban los números de teléfonos y en otro color estaban sus matriculas profesionales que era lo que más le interesaba a los investigadores de Nicholas Marshall.

Gregorio se sentó a su lado y vio todos los papeles que poseía la chica, estaba todo en orden.

-Con los números de teléfono podemos intentar rastrear sus direcciones.

-Si. Bueno eso podría funcionar -dijo Gregorio.

Mina suspiró con cansancio, había buscado todas las recetas hasta en viejas carpetas desde que había empezado a estudiar la carrera y hacía algunas prácticas.

-No lo creo. Hay muchas de estas personas, como yo, que solo van a trabajar y que no tienen ni idea de que es todo un mercado negro -dijo pasándose las manos por el cabello-. Esto perjudicará sus vidas y su profesión. No quiero que gente inocente pierda lo que tanto le costó.

-Si son inocentes tienen que probarlo -dijo Gregorio con sencillez mirándola escribir y escribir en su libreta.

-¿Como puedo probar yo mi inocencia? -preguntó ella angustiada mordiendo la punta de su bolígrafo.

-Para eso me tienes a mí -dijo Gregorio y luego acarició a Lief que estaba sentada a su lado lamiéndose una de las patas que ya estaba curada- y la tienes a ella.

Mina suspiró. No veía como Lief podía defenderla en un juicio oral. Bueno, si es que había un juicio.

-Espero que todos los datos que tengo sirvan de algo o me ayuden si todo esto se va a un juicio oral -guardó todo en un bolso que tenía al lado de ella.

-¿Por qué se iría a un juicio oral? -preguntó Gregorio.

-Porque pueden demandarnos y usar la clásica Calumnias e Injurias en nuestra contra.

-Eso centraría la atención total en ellos. No creo que les beneficie hacer público que han comprado dos guepardos en el mercado negro. Quizá haya más animales obtenidos de esa forma.

-Eso no importa, a nosotros nos descalificaría como profesionales y podrían cerrar el hospital público de mascotas ¿Te has puesto a pensar en eso? Hay muchas clínicas veterinarias privadas que están en contra nuestra por brindarles algo gratis que siempre debió serlo.

Gregorio se puso de pie y miró hacia la ventana. Estaba nublado y hacía mucho frio, el invierno estaba en todo su apogeo y faltaban dos días para navidad. Necesitaba distraerse y con eso distraer a Mina del gran trabajo que estaba haciendo con la búsqueda de los veterinarios que habían trabajo entre en zoológico y el hospital.

-¿Qué tienes que hacer esta noche? Mi casa está por fin lista y haré una cena. Mis primos y sus esposas estarán presentes.

Mina se sonrojó, nunca pensó que sería bienvenida a una cena en la casa de Gregorio ¿Qué dirían sus padres? A ellos nunca les habían caído bien, aunque a ella le parecían dos personas amorosas y cariñosas.

-No lo sé Gregorio -respondió con dudas.

-Si es por papá y mamá, están pasando Navidad en el Caribe. Querían saber que se sentía festejar en verano, luego se iban a Nueva Zelanda, mamá tiene una sobrina allá y a papá le gustan las olas.

-Está bien, iré -Gregrio sonrió- Pero con una condición.

-La que quieras.

-Déjame ayudarte a preparar la cena.

-Entonces te estaré esperando. Nos vemos a las cinco.

Perdonar por amor #1 "Por ti vida"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora