Mina entró a su casa y estaba cálida, hacía mucho frio afuera y la intensa lluvia no hacía más que empeorarlo todo. La humedad era bastante alta y aunque no le afectaba a sus prótesis si le hacía sentir alguna que otra incomodidad en las cicatrices que le habían quedado, se desvistió y se dirigió hasta el baño en donde llenó la bañera y le colocó algunos aceites que le había regalado una amiga en una visita a los Emiratos Árabes Unidos, luego de revisarse el cuerpo como siempre, se metió en el agua caliente y se relajó, los músculos se le destensaron casi al instante y no pudo evitar gemir de placer, tomó la esponja y se lavó el cuerpo con toques suaves, luego salió de la bañera y fue a la ducha para lavarse el cabello y seguir disfrutando del agua caliente rozar su piel.Al finalizar se secó y luego se humectó con un oleo que tenía aroma a azahar, era la perfecta forma de terminar un excelente día, claro además de tener... pero en ese momento algo le hizo ruido en todo ese silencio ¿Qué era lo que tenía con Gregorio? ¿Qué era eso que estaban viviendo? Porque él no le había puesto nombre y ella se lo había exigido ¿Por qué no lo había hecho?
Se subió a la cama vestida con un pijama de color celeste y miró hacia el árbol de navidad que aun seguía armado, seguiría por un día más, hasta la llegada de los Reyes Magos. Pronto el hospital estaría a cargo del baile anual de su propia entidad y se esperaban que fueran muchas personas, se haría en los salones parroquiales y la entrada sería bastante accesible, lo hacían para recaudar fondos y que los acreedores respirasen un poco, además siempre participaban de los festejos y sorteaban regalos para los asistentes, en pocas palabras siempre tenían la fiesta perfecta y muchos estaban contentos con el proyecto del Hospital.
Todavía no tenían ningún avance sobre el zoo privado, al parecer estaba todo «en regla» pero Lief era la prueba de que ese maldito lugar era una tapadera de un negocio millonario y seguramente una enorme red.
Poco a poco se fue relajando hasta que el sueño la venció.
Gregorio se quitó la corbata y se sirvió un licor fuerte, la conversación que había tenido con Robert Richardson, el hombre parecía realmente preocupado por Mina, pero el problema es que esa preocupación no se reflejaba en el rostro del médico.
La conversación lo había dejado demasiado incomodo, porque al parecer él padre de Mina sabía algo que él no y eso le hería el orgullo, pero no iba a pretender que ella le contara algo de inmediato, ya que en el pasado, Gregorio, no había sido alguien de confiar y Mina sabía mucho de eso, por eso protegía sus secretos.
Un suspiro pesado invadió su cuerpo y lo dejó abrumado, se moría por tomar el teléfono y llamarla o ir a su casa a preguntar si estaba bien, si necesitaba algo, pero el último mensaje que le había enviado le contaba que estaba cansada y que se iba a dar un baño y luego a dormir un poco, por suerte sus días libres coincidían y mañana iba a ir temprano a su casa para llevarla a desayunar a algún lugar bonito y pasear por San Antonio, todavía tenía que planear su cumpleaños y también tenían la fiesta del hospital... había muchas cosas que hacer, pero lo que más le entusiasmaba era organizar su fiesta de cumpleaños, solo los dos en algún lugar apartado de todo el mundo... entonces se lo pediría.
Una sonrisa más amplia adornó su rostro, nunca había pensado que esa simple pregunta fuera a ser tan importante para él o que al mismo tiempo pudiera ponerlo tan nervioso.
Se preparó un café y cuando lo terminó se subió a la camioneta y se fue a ver a Lief, que según el hombre que había estado vigilándola durante el día, le dijo que no había observado nada fuera de lo común, ahora le tocaba la prueba de fuego, la alimentarían. La idea era encerrar con ella un pollo para que lo cazara ella misma así cuando estuviera libre sabría muy bien qué hacer y jamás perdería su instinto natural, el problema era que al desarrollar el instinto natural del animal el corría riesgo.
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Perdonar por amor #1 "Por ti vida"
RomansaHistoria registrada bajo los derechos de autor. Han pasado dos años desde que Gregorio se fue a vivir a Sudáfrica, pero luego de un divorcio que casi le cuesta sus negocios familiares regresa a su ciudad natal para estar junto a los suyos. Mina ha p...