Segunda Parte: Capítulo 7 | Un nublado día.

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Plaza central, Agron.

Dia 04, segundo mes, año 1010.

Como ya era habitual se dio inició a la ceremonia, esta vez se realizaría la posesión del nuevo general del ejército real Olvadias, con un palacio adornado para la ocasión y un marco impecable en todo el personal, las trompetas sonaron y se vio arribar en una caravana a los reyes rumbo a la tarima principal en la plaza.

— ¡Abran paso a sus majestades! — gritaban varios del cuerpo de seguridad entre la muchedumbre. Los espectadores que inundaban el lugar se arrojaban al suelo haciendo alabanzas mientras los monarcas saludaban desde su carroza.

A su llegada a la tarima, los reyes ocuparon su lugar en el centro acompañando al consejo, las palabras de inicio las dio el rey Korm comentando a los presentes los últimos acontecimientos en torno a los innombrables y las medidas que se tomarían en las ciudades, poblados y aldeas.

Merodear cualquier metrópoli o lugar fuera de cualquier urbe en el reino desde caída la noche hasta el amanecer estaba prohibido desde ese momento, la posible aparición de seres innombrables era una amenaza que dios había advertido, todos habían tomado la noticia con bastante sorpresa y miedo, su discurso continuó.

— Por eso hemos ordenado a todos los medios a comunicar de manera inmediata a todo el reino estas medidas, somos una raza perfecta y ninguno de esos seres irrumpirá nuestro bienestar — concluyó el rey obteniendo aplausos y vitoreo de aprobación de la población.

— Para tranquilidad del reino, el anterior general ha sido destituido de su cargo y enviado a prisión por romper lo estipulado en el Nova Orde, en su lugar pasa sustituirlo un soldado de gran reconocimiento, con una carrera militar que aunque está encaminada a los más altos rangos, le otorga hoy un camino para llegar a ese gran sueño, el ejército real del reino Olvadias da la bienvenida a ¡Marfo Crowred! — exclamó la reina Lislay dándole paso al hombre que avanzó luciendo un imponente uniforme militar de seda bordado con diferentes insignias, el aplauso del público fue a raudales, el protocolo de posesión dio inicio.

Mientras tanto en un oscuro y recóndito lugar...

Todas sus extremidades dolían en aumento, su cabeza retumbaba incesantemente y la breve luz que entraba por una pequeña rendija no podía mejorar nada de lo que le había pasado, cuando tuvo la fuerza suficiente para levantarse de la incómoda cama de piedra pudo observar mejor el lugar.

En principio pensó que se encontraba solo en aquella celda, pero al fijarse bien vio en el rincón opuesto un cadáver putrefacto y a unos metros dos hombres sentados en el suelo quienes notaron su presencia y lo miraban expectante.

— ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes? — preguntó tocándose la cabeza y tambaleando mientras llegaba a ellos.

— ¡¿Tú eres?! ¡Sí! Eres, eres el ultimo traidor — dijo uno de los hombres, lucía cabello enrulado y su atuendo estaba completamente deshecho.

— Fuiste la noticia de la que más se habló en las últimas horas Naelani Frackers, cientos de prisioneros anhelaban que fueses su compañía, pero para nuestra fortuna estas con nosotros — pronunció el segundo hombre en voz baja quien lucía menos robusto.

— Es una lástima que no trajeras nada de comida, llevamos una semana sin ver la sagrada bandeja bajo la puerta ¡Me volveré loco si no veo comida pronto! — exclamó el primero acurrucándose en el suelo preocupado.

— ¡Ayer hubo emboscada de carnívoros! Parece que quieren limpiar un poco el lugar, los guardias han puesto estos horrorosos monstruos a vigilar en las noches y aquel cuerpo que vez allí será un manjar para su apetito — señaló el primer hombre indicándole el cuerpo.

Tierra de Oscuridad. [Ouckranium #1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora