— ¡Guerrero y salvador nuestro! — retumbaban cientos de voces femeninas en la mente de Naelani que al abrir sus ojos se encontró en un lugar desconocido.
Al visualizar todo, se encontró caminando unas extensas escaleras que desembocaban en la cima y allí un enorme palacio diferente a los que había conocido en días anteriores, subiendo unos pasos más arriba se encontró con una bella mujer de tez oscura que vestía curiosamente con una brillante armadura, todo el sitio parecía ser una combinación del fuego, aire y agua plasmados en el diseño de una estructura imponente.
— Un momento ¿Dónde estoy ahora? ¿Sigo soñando? O ¿Esta fantasía ha terminado? – se preguntaba confundido.
Entonces la mujer se le acercó y al tomar su mano lo haló hacia la puerta que se abrió para que pudiera observar el interior, era increíble a la vista, todo estaba construido combinando los elementos para crear una atmosfera completamente celestial.
Él completamente boquiabierto se preguntaba ¿Qué era todo esto? ¿Por qué estaba sucediendo? Era toda una gran sorpresa que lo había congelado hasta el más mínimo rincón de su cuerpo.
— ¡Salvador nuestro! Sígueme, yo te llevaré a aquello que tanto anhelas ver — le pedía la mujer mirándolo fijamente mientras lo llevaba de la mano.
— ¿Dónde estoy? — susurró embriagado por la belleza de aquella mujer.
— No sueltes mi mano, estamos cerca — le dijo y terminaron su ascenso al gran templo que posaba en lo alto de la colina.
Entre lo confuso de la situación comenzó a sentirse seriamente aturdido, a lo lejos en otro plano veía a sus compañeros y a la enorme tropa totalmente hipnotizados e inmóviles, en cuanto parpadeó se encontró en otro lugar, un mundo bastante desconocido para Naelani quien perdió de vista a la tropa, ahora estaba en un sitio lleno de personas, parecía una plaza y en su intento de seguir al lado la hermosa mujer avanzó entre personas desconocidas que no se inmutaban de su presencia, había perdido el rastro de la mujer y se sintió perdido de repente, pero fue sorprendido al sentir unas mano apoyarse en sus hombros, con temor miró a sus espaldas, se encontró nuevamente con ella.
— Tranquilo mi señor, no estás solo — le dijo con dulzura la mujer quien le sonrió.
— ¡Te lo suplico! ¿Qué hago aquí? ¿Qué es todo esto? — le rogaba desesperado.
— Has sido llamado al empíreo de los dioses difuntos, tú los buscabas su llamado, te necesitan y deben decirte algo muy importante — le comentaba.
— ¿En serio? ¡Vaya! ¡Mis suplicas fueron escuchadas! — se decía aliviado.
— Así es, soy Clarice Cage líder de la guardia del palacio ¡Bienvenido! los difuntos dioses te están esperando, sígueme — se presentó llevándolo por diferentes lugares de aquel fantástico edén.
— ¡Espera Clarice! ¿Dónde están todos? los vi, estaban hipnotizados, en cuanto parpadee ya no estaban — preguntó Naelani temiendo que a la tropa les hubiese pasado algo.
— No te preocupes por ellos, están bien ¡Vamos! — le tranquilizaba.
Recorriendo varios pasillos al interior del palacio, Naelani estaba anonadado de ver las múltiples salas y lugares habitados por diferentes seres de distintos reinos, luego de un largo trayecto, ya se encontraban ante las puertas de la sala de tronos.
— Muy bien ya llegamos, entremos — le indicó la mujer.
A su encuentro en la sala se vio en el centro tres tronos de enorme tamaño, sin duda eran ellos, los tres reyes difuntos: Maracles, Aaron y Livious, estaba tan maravillado, pero enseguida resonó una voz llamándolo.
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Tierra de Oscuridad. [Ouckranium #1] ✔
FantasyNaelani Frackers es un respetado soldado de las fuerzas militares Olvadias. Tras el fin de la 1ra batalla de los reinos, es nombrado general del ejército del reino Olvadias, con una vida casi perfecta y el planeta a su merced, los reyes le ordenarán...