Ahora si iba a presenciar el momento más esperado.
La noche anterior luego de llegar al palacio con Shirisse, luego de cenar y compartir de su experiencia visitando a los demás reinos, había dormido plácidamente pero las ansias lo hicieron despertar más temprano de lo normal, continuaba muy feliz y era extraño, nadie debería estar feliz por ir a una inevitable guerra pero en este caso, la felicidad era causada por todo lo que había compartido en las últimas horas, jamás en su vida pensó encontrarse en esta situación, estaba a horas de quizá reencontrarse con su familia y también de empezar a esclarecer años oscuros en Ouckranium, una rebelión se aproximaba y todos debían saberlo.
Tomando un refrescante baño, al volver notó que en su armario había un nuevo atuendo militar, era impecable y tenía un diseño muy peculiar con tintes oscuros, nada comparado con los atuendos que usó mientras era general en el ejército Olvadias, no, esto era mil veces más estilizado y cómodo, terminando de vestirse y poniéndose como ultima prenda su máscara, vio la puerta abrirse de repente y allí estaba Shima por supuesto, con sus acompañantes.
— ¡Guau! ¡Buenos días! Pero que apuesto luce hoy señor, es todo un guerrero — le decía la mujer sonriendo sonrojada postrándose como todos lo hacían de costumbre.
— ¡Buenos días, señor! — saludaron las demás mujeres al tiempo.
— Buenos días, señoritas y gracias por el cumplido, pero no es necesario — exclamó algo apenado.
— Sí que lo es, nuestro salvador no es como aquellos patéticos Olvadias, tienes ahora una nueva personalidad y el atuendo cumple con tus requerimientos — le aclaraba.
— Bueno eso es cierto, esto va más allá de lo que imaginaba — le decía mirándose en el enorme espejo al lado del armario mientras que las miradas picaronas de las sirvientas eran evidentes.
— Luces perfecto para tu regreso a Ouckranium, desde hoy vas a estar muy ocupado, hemos recibido órdenes de empacar tus cosas, es tu ultimo día aquí — le comentaba mientras sus acompañantes posaban la mirada en Naelani con pesar y tristeza.
— Así es, esto ha sido tan de repente, la verdad no me lo creo, pero ha llegado momento de empezar mi misión — se decía cabizbajo.
— Es una lástima que ya no nos acompañarás, una misión te espera y estamos felices de que seas nuestro guía en esta nueva era — le comentaba sonriendo.
— Se me han revelado muchas cosas estos días, desde hoy el tiempo es preciado — dijo optimista.
— Baja a comer, necesitas energía para todo lo que viene, nosotras nos encargaremos de tus cosas, no se preocupe — le indicó.
— Shima, muchas gracias a ti y todas tus acompañantes por las atenciones para conmigo — les agradeció besando la mano de cada una de ellas como todo un caballero.
— Es un honor mi señor – exclamó Shima aún más sonrojada por el gesto, una vez hecha una nueva reverencia con sus acompañantes Naelani salió. Ya en la gran mesa fue saludado por varios seres que comían, entre ellos Shirisse, sentándose, degustó el desayuno con muchas ganas, estaba tan hambriento que había pasado por alto saludar a sus camaradas.
— Esta todo muy delicioso ¿Cierto señor? — le preguntó Shirisse rompiendo el silencio de varios minutos.
— ¡Vaya que sí! Está delicioso, desde que llegue aquí he estado tan complacido con las atenciones de todos — respondió concentrándose de nuevo en la comida.
— Señor perdón que interrumpa su comida, pero, tenemos noticias de que los Olvadias han explorado ya más del 70% del territorio Afration, otra gran comarca se dirige a tierras de oriente — le comentó haciendo que Naelani casi se atorara con lo que comía al escucharlo.
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Tierra de Oscuridad. [Ouckranium #1] ✔
FantasíaNaelani Frackers es un respetado soldado de las fuerzas militares Olvadias. Tras el fin de la 1ra batalla de los reinos, es nombrado general del ejército del reino Olvadias, con una vida casi perfecta y el planeta a su merced, los reyes le ordenarán...