¡Había hablado con los dioses difuntos de Ouckranium! Era algo impactante.
— Señor ¿Se encuentra bien? En cuanto lo vimos anunciarse en el estrado supimos en seguida que había acontecido algo importante ¿Enserio ha hablado con los dioses? — le preguntaba Shirisse fascinado.
— He estado en frente de ellos, cada uno en sus tronos depositando todas sus esperanzas en esta misión — les contaba.
— ¡Esto es increíble! ¡Usted ha estado aquí todo este tiempo! ¿Cómo pudo teletransportarse a su presencia? — preguntó absorto.
— Simplemente ocurrió, mi cuerpo estaba aquí pero mi alma y sagrado espíritu habían viajado al hermoso palacio a su presencia, todo fue confuso, pero ha sido increíble, ahora que tengo su bendición debemos de prepararnos ¿Cómo están las tropas? — le preguntó viendo como los miles de soldados ya formaban en la extensa planicie.
— Están completas señor ¿Tomará la palabra ahora? — le preguntó.
— Aun no, primero necesito a Aishi y a Swae conmigo, dígales que suban aquí ahora — ordenó y así dejando sus tropas en la gran plaza ambos en seguida arribaron al estrado tras el llamado del salvador quien al tenerlos de frente les informó la buena nueva.
— Mi señor ¿Qué ocurre? — preguntaron al tiempo.
— Guerreros, los dioses han hablado al salvador — les anunció Shirisse sonriente.
— ¡Guau! Pero ¿Cómo? — Exclamaron sorprendidos.
— Fue algo increíble, tuve un viaje espiritual a su presencia en la que me encontraba frente a ellos en sus imponentes tronos, tenemos una nueva misión que no luce fácil, me han ordenado proseguir más allá de la cueva de la insurrección y de Agron donde podría estar mi familia, ahora procederemos a viajar por las demás tierras buscando sobrevivientes y más importante aún, a sus monarcas — les comentaba Naelani seriamente.
¿Cómo lucían los dioses?
¿Encontrar a los sobrevivientes?
¿Qué Monarcas?
Esas eran varias de las preguntas que se hacían mientras lo escuchaban, para suerte de ellos los describió tal y como los vio, seres sabios con muchos años encima y un aspecto débil debido al poder cautivo por parte de Pharoom, finalizó platicándoles sobre los sobrevivientes en cada extinto reino explicando el objetivo con su búsqueda.
— ¿Ahora ya lo comprenden? Debemos encontrarlos para poder entregarles este artilugio que es de vital importancia para que el poder de los dioses aumente de manera progresiva y puedan así ayudarnos mientras la guerra avanza — les explicaba quitándose los finísimos estuches para abrirlos y revelarles las enigmáticas espadas.
— ¡Guau! ¡Esto es increíble! — exclamaron los tres al admirarlas.
— ¡Por los dioses que preciosidad de espadas! Ni en los más altos cargos militares portan tales artilugios — exclamaba sorprendido Shirisse viendo cada detalle en las celestiales armas.
— Estas armas no pertenecen a Ouckranium, son armas forjadas en el inframundo y son las que abrirán el camino para resucitar los demás reinos y también mostrarnos el camino hacia la brújula — les contaba.
Todos estaban estupefactos y los tomaba por sorpresa los nuevos designios de los dioses difuntos ya que en los planes trazados no se encontraba nada de lo que Naelani les planteaba, esto modificaba un poco el plan de viaje, pero el salvador los tranquilizó y les dijo que sería de su entera responsabilidad, además tenía algo en mente y no tendrían que replantear lo ya estipulado.
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Tierra de Oscuridad. [Ouckranium #1] ✔
FantasyNaelani Frackers es un respetado soldado de las fuerzas militares Olvadias. Tras el fin de la 1ra batalla de los reinos, es nombrado general del ejército del reino Olvadias, con una vida casi perfecta y el planeta a su merced, los reyes le ordenarán...