Tattoo - Ziam [Traducción]

Five

El zumbido de la pistola hizo que un escalofrío recorriera mi columna vertebral y tomé mi labio entre mis dientes en anticipación de largas horas de dolor. Sonaba estúpido pero aunque Liam no me estaba tocando todavía, podía sentir la presencia de la pistola a solo milímetros de mi piel, preparada para grabar el diseño en mi piel y quitar la atrocidad que ya estaba ahí.

—Babe, si sigues moviendo el pie y temblando como una hoja vas a irte con un lobo deformado en este lindo culito.— Dijo Liam, apagando la máquina por unos segundos.

Deje salir el aire que no sabía que estaba aguantando y obligué a mi cuerpo a detener el nerviosismo.

—Lo siento, supongo que estoy nervioso... vale, estoy bien. Vamos a hacer esto mientras no me estoy moviendo.

El zumbido empezó de nuevo.

—Prometo que seré lo más cuidadoso posible. ¿Estabas igual de tembloroso cuando te hiciste el original?— Se rió.

—Uh no, no lo recuero... No estaba despierto.— Respondí, tratando de bloquear los recuerdos. Liam sintió como me congelé de repente y pasó su mano enguantada por mi muslo.

—Está bien. ¿Sabes? Yo me asusto cuando me tatúo, y estoy cubierto.— Se rió, evitando completamente mi comentario, por lo que estaba agradecido. Él entendió que no quería compartirlo y se lo agradecía. Miré sobre mi hombro y le sonreí. Miré en sus ojos y, por algún motivo, confié completamente en él.

Respiré hondo.

—Estoy listo, lo prometo.

—Okey, vamos a hacer esto entonces, encanto. Te hablaré todo el tiempo. ¡Lo tienes!

De nuevo escondí la cabeza entre mis brazos cuando el zumbido empezó otra vez. Jadeé cuando la aguja golpeó mi piel por primera vez y agarré la cama hasta que mis nudillos estuvieron blancos. No pude evitar los pequeños gemidos que salían de mis labios de vez en cuando.

—Vale Zayn, !no creas que no puedo oír tus quejidos!— Bromeó. —Así que, cuenta sobre ti. Suena cursi pero te distraerá del dolor.

—Odio cuando la gente dice esto. Como, que quiere decir. Hay muchas cosas que te puedo decir, vamos amigo, sé específico.— Me reí, mi risa convirtiéndose en un gemido cuando hizo una gruesa línea a través de mi nalga.

—Está bien, mandón. Dejame pensar...— Liam paró por unos segundos antes de volver a sumergirse en el bote de tinta. —¿Dónde naciste? ¿Cuál es tu película favorita y tu comida favorita?

—Buenos, nací en Bradford, esa sería Scooby Doo y definitivamente angel delight(1).— Respondí. Lentamente pude ignorar el dolor centrándome, en lugar de en él, en Liam.

—¡Me gusta Scooby Doo! Pero una cosa, ¿qué es angel delight?— Preguntó Liam, sumergiendo la aguja en la tinta negra.

—¿No lo sabes? Babe, tú no has vivido. Es como una cosa de mousse o pudding, viene en diferentes sabores. ¡Mi favorito es el de caramelo de azúcar con mantequilla!— Me reí de su cara cuando pareció interesado en mi elección de postre. Parecía muy intrigado por un pudding de crema batida.

—Quizás puedas hacerlo para mí alguna vez.

—Quizás lo haga.

Liam me sonrió y dejó su mirada detenerse antes de enfocarse de vuelta en mi tatuaje. Miré hacia mi otro lado y justo en un espejo donde mi cara roja me devolvía la mirada. Me escondí entre mis brazos y recé por que Liam no haya visto mi cara lucir como un tomate.

—¿Qué hay sobre ti?— Pregunté por encima de un gemido.

—Nací y crecí en Wolverhampton. Uh, Batman es la mejor película de todos los tiempos, como tienes que ser, mi comida favorita es la pizza y me gustan los chicos morenos, ojos de Bambi y pestañas que miden kilómetros.

Yo me las arreglé para sonrojarme sobre mi sonrojo, si es que era posible.

—Esa última respuesta ni siquiera estaba en la mesa, pero es bueno saberlo.

Gemí de dolor cuando Liam empezó a sombrear en la parte más huesuda de mi culo. Mi cara se arrugó y me cubrí la boca con la mano para disimular mis gemidos. Solo sentí una rápida sensación de alivio cuando Liam pasó la toalla fresca sobre el tatuaje para quitar el exceso de tinta. Un pequeño uh salió de mis labios mientras Liam cambiaba los colores y empezaba a sombrear en rojo. Yo agarré la silla; mis uñas, aunque cortas, probablemente estaba rasgando la piel porque me agarré malditamente fuerte. Liam empezó a hablarme de todo y de nada. Se las arregló para enmascarar el dolor que estaba sintiendo y distraerme completamente.

—Lo siento, babe, pero ya casi hemos hecho la mitad. ¡Una hora más, babe, solo una lo prometo!

Mis ojos volaron hasta el reloj y noté que ya habían pasado tres horas, lo que era increíble porque con Liam solo se sintieron como un par de minutos. Era la primera vez que pensaba en Louis sentado en la recepción todo ese tiempo, ya que mi atención estaba totalmente en alguien más. No me detuve en el pensamiento de mi mejor amigo ya que sabía como era Louis y como podía hacer amigos con un chasquido de dedos, incluso si era uno de los gatos callejeros que deambulaban por ahí fuera.

La última hora pasó enseguida con la manera en la que Liam me estaba hablando, más que nada sobre Batman, pero no iba a quejarme. Era segunda después de Scooby Doo.

—¡Bien, estamos completos!— Dijo Liam con una última limpieza de mi piel. —Vete a mirarlo en el espejo, después te lo taparé.

Él me habló muy suave y cuidadosamente y honestamente, me encantó cada segundo de la manera en la que sonaba la voz del hombre. Caminé como un pato hacia el espejo con mis pantalones ligeramente abajo para descubrir mi trasero. Liam vino conmigo. Me giré y miré sobre mi hombro. Realmente intenté contenerlo, pero se sintió prácticamente imposible. Me cubrí la boca mientras las lágrimas empezaban a llenar mis ojos. Era hermoso e intrincado y cubría un montón de errores.

Me giré hacia Liam y tiré mis brazos alrededor de su cuello. Escondió la cara en su cuello mientras las lágrimas caían y le agradecía una y otra vez.

—Para futuras referencias, si suenas así por el dolor cuando te tatúo, me encantaría oír como suenas por el placer.

Aparté la cabeza de su cuello riéndome, y le golpeé en el brazo por su comentario.

—¡Jesús Liam!

—Dejaste de llorar, ¿no?— Él sonrió hacia abajo, hacía mí, desde donde estaba más alto.

—Gracias por todo, y lo siento por empapar tu sudadera.