Tattoo - Ziam [Traducción]

Nineteen

Liam

—Uh, seguro que te puedes quedar en mi casa esta noche. Pero ahora mismo tengo que ir corriendo al trabajo o llegaré tarde. —Suspiré mirando los enormes ojos de Bambi de Zayn—. Dios, te amo.

Se rió suavemente cuando besé su frente, después entre sus ojos, la punta de su nariz y dando un último en sus labios. Mientras me alejaba y decía adiós, le di una cálida sonrisa que lo hizo sonrojarse. Realmente no quería dejarlo pero tampoco quería que me despidieran. También, si no tenía trabajo, no podría permitirme mimar a Zayn como el príncipe que es.

La caminata pareció insufrible. Cada persona que era la definición de gilipollas (es decir, personas que caminan despacio, marchantes y los que se paran repentinamente) parecía moverse justo cuando necesitaba llegar al trabajo.

Cuando finalmente llegué al salón de tatuajes, estaba positivamente cabreado y extrañaba a Zayn como un loco. Fui directo al cuarto trasero apenas saludando a Niall, suspiré y me senté para limpiar mi puesto para el primer cliente.

Me quejé internamente cuando vi a la primera persona que estaría tatuando, era otra cagada de unas vacaciones en Magaluf de una colección de malas palabras que "necesitaban" ser cubiertas con mariposas y rosas. Sabía que el día iba ser jodidamente largo.

-*-

Ya casi eran las 14:30, una o dos horas antes de la hora de cierre (dependiendo de cuán ocupada estuviera la tienda). Niall había bajado a la tienda de la esquina, diciendo que no podía esperar un minuto antes de volver a comer a pesar de haber almorzado recientemente. La tienda estaba tan muerta que comencé a dormirme en el mostrador de recepción, solo para despertarme al oír el timbre de la puerta. Arrastré un papel o dos alrededor del escritorio para que pareciera que estaba siendo productivo y que no estaba durmiendo en el trabajo.

Levanté la vista esperando a Niall con interminables bolsas de bocadillos, pero en cambio me encontré con la cara literal de mis pesadillas: Rachel, mi ex novia. Me sentí perdido para respirar, un poco como un pez fuera del agua. Fue extraño porque sabía que ya no sentía amor por ella, de hecho, no había emociones positivas relacionadas con la mujer, pero mientras estaba allí con un hombre al azar, casi me sentí ofendido y avergonzado.

No quería parecer mezquino, pero no podía fingir ser su mejor amigo, así que actué como si nunca la hubiera visto antes.

—¿En qué puedo ayudarles?— Suspiré tratando de sonar acogedor pero fallando catastróficamente.

—¡Dios mío Liam, casi no te reconozco! Ha pasado tanto tiempo, te he extrañado, ¿cómo estás, querido?— Respondió ella con falso entusiasmo, inmediatamente me envolvió en un abrazo y tuve que aceptarlo porque no era el tipo de persona que reaccionaba o era maliciosa con alguien solo porque me habían tratado mal en el pasado.

Respondí con un breve "bien" y repetí mi pregunta otra vez, no pude ser malo, pero Rachel tampoco merecía mi tiempo. Quería gritar y gritar y golpear algo cuando me pidieron tatuajes a juegi. Quería preguntar dónde estaba esa actitud hace tres años, cuando propuse lo mismo. Pero mantuve la boca cerrada e hice los tatuajes. No a mi mejor nivel, pero no tan malo como para quejarse de su calidad. Fue mi pequeña táctica de venganza.

Pateé una pared cuando finalmente se fueron, miré interminables videos de YouTube y bebí tazas de café para quitar mi mente de ella. Pensé que el día no podía empeorar hasta que Niall me envió un mensaje de texto diciendo que no iba a volver de comprar porque su novia había sido ascendida y querían celebrar. Así que me dejó con la limpieza y el cierre, lo que agregó otra hora y media a mi jornada laboral.