Tattoo - Ziam [Traducción]

Ten

—Eso fue embarazoso.— Mi cara seguía muy roja y me había enroscado debajo del brazo de Liam en el sofá.

—¿Quieres ver una película? Ya sabes, para ignorar el hecho de que le dimos a esa chica una película porno gratis. Ahora que lo pienso, al menos deberíamos haberle dado diez libras por haberme visto agarrando tu culo.— Liam soltó una risita. Él de verdad soltó una risita. Un hombre tatuado y musculoso, de los que dan miedo, soltando una risita. Golpeé su pecho y me reí en su cuello. Sus risas eran demasiado contagiosas como para ignorarlas.

—¡Para, hace cosquillas!— Jadeó Liam, intentado alejarme. —¡Tus pestañas son jodidamente largas y me están haciendo cosquillas!

Salté sobre su regazo, sentándome a horcajadas. Mantuve sus hombros abajo, sintiéndome fuerte aun cuando sabía que él podría quitarme en cualquier momento porque, siento honesto, era débil, tenía muy poca fuerza. Que me dejara atacarlo como si no fuera un indefenso gatito hizo que mi corazón se calentara. Dejé besos de mariposa por toda su cara y cuello, haciendo que prácticamente chillara. Él se movió muchísimo e intentó 'luchar' de vuelta agarrando mi cintura e intentando buscar mis cosquillas. Mala suerte para él, porque solo tengo cosquillas en los pies y en las muñecas.

—Vale, vale. ¡Me rindo!— Gritó Liam, pellizcando mi cintura. Sonreí y me alejé de su cuello, sintiéndome muy feliz encaramado en su regazo. Liam me devolvió la sonrisa, ahuecando mi cara con su mano y pasando su pulgar a lo largo de mi pómulo.

—Te ves como si encajaras aquí, sentado en mi regazo.— Prácticamente susurró, sus ojos estaban suaves y parecían más de cachorro de lo que los había visto antes. La manera en la que lo dijo hizo que se sintiera como un pequeño secreto entre los dos... muy personal y amoroso.

—Es porque estoy cómodo y me siento seguro aquí.— Respondí. Lo besé suavemente, deleitándome con la sensación de sus rellenos labios presionados contra los míos y enviando escalofríos por todo mi cuerpo. Me alejé del beso y me escondí en su cuello, amando el calor que irradiaba de su cuerpo, envolviéndome en una protectora capa de calor.

Liam se rió.

—No puedes ver una película mirando hacia atrás, amor. ¿Qué quieres ver?— Liam me levantó por la cintura y me puso a su lado antes de jalarme debajo de su brazo.

—¿Qué te parece Suicide Squad seguida de un atracón de Batman?

—Omg ¿cómo lo supiste? ¡Esa es mi favorita!— Liam jadeó y me miró completamente asombrado.

Tomé su mano, la giré para que la palma estuviera hacia el techo y toqué el tatuaje del símbolo de Batman en su muñeca. —Lo noté en la cena, y sabía que solo un súper fan se haría una símbolo tan icónico en su cuerpo para el resto de su vida.

—Ah, ya, eso fue una especia de regalo.— Frunció el ceño, pareciendo decepcionado pero adorable. Rápidamente encendió la televisión y fue directo a donde tenía descargadas todas las películas de Batman y Suicide Squad. Se sonrojó cuando me reí y le di un codazo.

Suicide Squad parecía no acabar nunca, pero era una película muy buena. Había puesto mi cabeza en el regazo de Liam mientras él pasaba sus manos por mi pelo... algo que no le dejaba hacer ni siquiera a Louis.

—¿Cómo alguien puede ser tan espeluznante pero tan caliente al mismo tiempo?— Me quejé mientras el Joker aparecía en la pantalla. —En serio, te enreda la cabeza. No tener cejas, una sonrisa de plata y el pelo verde peinado hacia atrás no lucen bien pero él es sexy. Liam, no tiene sentido.

Liam solo se rió y agitó mi pelo, apuntando hacia la pantalla. —Esa es una pareja muy jodida.—

—Realmente lo son. De verdad quiero su vestuario.—

—Yo de verdad quiero verte en su vestuario. Te verías realmente sexy con tu culo tatuado viéndose por el short. Disfraces de pareja para Halloween.

Me sonrojé de un fuerte color rosa, porque estaba muy seguro de que me había sonrojado doblemente. Una vez por el hecho de que me llamó sexy y la segunda por el pensamiento de que aún seríamos pareja en ocho meses.

—¿Vamos a estar junto en Halloween?— Pregunté tímidamente, prácticamente escondiendo mi cara en su pierna.

—Espero que si. Realmente me gustas, Zayn, y me encanta estar contigo.

—Es bueno saberlo.— Respondí, mordisqueando mi labio.— Para que conste, también me gustas.

Acurruqué mi cabeza más en su regazo y me relajé. A mitad de la tercera película, la segunda de Batman, me dormí enroscado en Liam.

Me desperté por mi teléfono sonando, pero a decir verdad no quería responder porque estaba cómodo y no me quería mover, así que seguí 'dormido'. Liam debió de reconocer el nombre de contacto, porque lo cogió por mi, cosa que no me importó en absoluto.

—Hola Louis... Si, él está aquí... no, está dormido, no te está evitando... no, está durmiendo pacíficamente, sin pesadillas. ¿Por qué preguntas?... Vale, no es una respuesta exacta pero la tomaré por ahora... se ve exhausto... Voy a llevarlo a mi cama y a dormir con él... por dios, no de esa forma. Dormiré a su lado... Por supuesto que lo protegeré, Louis... ¿En serio tengo que hacerlo? Bien, voy a recitar todo lo que dijiste, pero lo recuerdo. Si tiene una pesadilla le tengo que poner una toalla fría, no despertarlo y abrazarlo. ¿Correcto?... Okey, te veré mañana... No tienes que hacerlo, yo lo dejaré... Okey, adiós Louis... Si, adiós Louis... Lo sé, lo sé, adiós Louis... por supuesto que lo haré, adiós Louis... Lo entiendo, compañero... Adiós Louis... Jesús Cristo, adiós Louis.

Estaba un poco avergonzado por el hecho de que Louis estaba cuidándome como si fuera un bebé, pero estaba contento de que advirtiera a Liam, porque sería terrible que lo descubriera mientras tengo una pesadilla. Sonaba como toda una madre por el teléfono no dejando que Liam colgara aunque ya hubieran dicho adiós.

—Vamos, amor. Vamos a llevarte a la cama.— Murmuró Liam, levantándome en sus brazos como haría Batman con alguien que ha salvado. Me quejé adormilado e intenté esconderme en su cuerpo. Liam me colocó suavemente en su cama, quitándome con cuidado los zapatos, con un poco de ayuda por mi parte, junto con mi chaqueta y pantalones. Una vez estuve solo en camiseta y bóxers, se desnudó a sí mismo y subió a la cama junto a mi. Me moví hacia él, poniendo mi cabeza en su pecho y enredándome como un pequeño lirón.

—Un día te contaré sobre mis sueños. Sé que tienes curiosidad.

—No tienes que decirme nada que no quieras. Vete a dormir, amor. Estaré justo aquí.