Nine

1.7K 211 41
                                    

—¿Quieres venir a sentarte en el salón?

Liam me tendió la mano una vez hube asentido. Mientras caminábamos hacia el sofá, examiné nuestras manos y como parecían directamente salidas de una película de Disney -donde la mano de la princesa es esbelta y pequeña contra las fuertes y protectoras del príncipe. Su pulgar pasaba por mis nudillos cuando me acurruqué a su lado, debajo de su brazo.

—¿Cuántos tienes?— Pregunté, trazando el tatuaje de la pluma por debajo de algo escrito antes de moverme y trazar las letras con la punta de mis dedos como si lo estuviera escribiendo yo mismo. Se estremeció ligeramente donde le había hecho cosquillas.

—Hm, no lo sé. Nunca he pensado en contarlos. Supongo que sobre cien. Todo mi cuerpo esta cubierto, aparte de mi cara y... lugares delicados.

—Puedes decir polla delante de mí, Liam, no moriré.— Me reí, escondiendo mi sonrisa contra su tatuado antebrazo.

—Ya, pero eres lindo y esas cosas, se siente incorrecto hablar sobre mi polla, ¿sabes?— Se rió. —Oh, mi culo también está limpio, no está tatuado. Pero tu tienes ese por los dos.

—No puedo agradecerte lo suficiente por ese tatuaje, Liam. En serio, significa demasiado para mi.

—¿Se ha curado bien y todo? ¿Estuviste poniendo el antiséptico especial los primeros días?

—Honestamente, luce genial. Por supuesto que está curado, hiciste bien tu trabajo y yo hice el mío. Salió bien. Puedes verlo si quieres.— Miré a Liam a través de mis pestañas con los ojos enormes. No sé por qué lo ofrecí, pero supongo que quería que me dijera lo bonito que es y sentir sus manos en mi piel. No podía creer que le estaba dejando ver mi culo otra vez antes, incluso, de haberlo besado.

La boca de Liam se abrió ligeramente y su cara se volvió de un tono rosado. Su asentimiento fue un poco demasiado entusiasta, pero solo me hizo reír. Me levanté del sofá y Liam también saltó sobre sus pies rápidamente. Le di la espalda y empecé a desabrochar mi cinturón con manos temblorosas.

Pude sentir el calor de las manos de Liam antes de notar como las colocaba suavemente en mis caderas. Elevó la camiseta hasta dejarla en la curva de mi espalda. Sus manos se dejaron llevar lentamente hasta que estaban en la pretina de mis pantalones y los bajó junto con mis bóxers por la curva de mi trasero. Me aseguré de mantener mi parte delantera cubierta manteniendo un agarre de hierro en mis pantalones.

Oí a Liam coger aire bruscamente y mi corazón golpeando contra mi pecho. Colocó sus pulgares en los hoyuelos al final de mi espalda, enviando un escalofrío por mi columna.

—Se ve hermoso, Zayn. De verdad.

Lo miré sobre mi hombro y me estaba observando. Me giré lentamente, acercándome más a él, si era posible, y me puse de puntillas, sintiéndome muy pequeño a su lado. Mis manos se deslizaron por la línea de su mandíbula antes de entrelazarse en su nuca. Sus labios se veían suaves y apetecibles pero masculinos. Si los labios pudieran ser masculinos.

Miré desde sus labios hasta sus ojos. Mi nariz chocándose con la suya mientras me inclinaba más cerca, haciendo que se apretaran. Me reí un poco y mis nervios se fueron.

—Zee...— Murmuró antes de inclinarse y eliminar la distancia entre nosotros, capturando mis labios con los suyos. Estaba totalmente en lo correcto, sus labios eran suaves. Mis manos se enredaron en su pelo mientras succionaba mi labio inferior, haciéndome gemir. Nuestros dientes chocaban de vez en cuando, lo que hizo que Liam volviera el beso más firme.

Una de las manos de Liam se colocó en mi cintura, manteniendo mi cuerpo presionado contra el suyo, mientras su otra mano bajó y agarró mi, aún desnudo, culo. Descubrí que me encantaba tener mis manos en su cuello, donde mi pulgar estaba sobre su pulso y podía sentir el efecto que tenía en él –sus latidos estaban corriendo. Me alejé jadeando para coger aire y cuando Liam no pudo continuar besando mis labios fue directo a mi cuello. Apoyé mi cabeza en su hombro mientras lo acercaba más a mi, mis brazos apretándose alrededor de su cuerpo como una de esas boa constrictor. No quería dejarlo ir en ningún momento cercano.

Liam mordisqueó mi piel, provocando que un gemido agudo cayera de mis labios abiertos.

—Li, por favor...— Jadeé. Sus labios estaban justo debajo de mi oreja, su pelo haciéndome cosquillas en el pómulo. Le arañé toda la espalda con mis uñas mientras él mordía bruscamente mi cuello, siguiendo la mordida con un chupetón hasta que finalmente pasó su lengua. Sus dedos se clavaron más en la carne de mi culo. Ya podía ver apareciendo las cinco marcas que había dejado en mi nalga.

Se sentía increíble hasta que prácticamente se congelo.

—Li, babe, ¿qué pasa?

Una parte de mi estaba aterrorizada de que fuera a pasar otra vez. Que él fuera solo otra persona para añadir a mi lista de desertores. Su cabeza estaba todavía en mi cuello pero ligeramente inclinada detrás de mi.

—Mierda, creo que le acabamos de dar a esa corredora un trastorno de estrés postraumático...

—¿Qué?— Moví mi cuerpo un poco para alejarme de Liam, pero sin quitar mis brazos de alrededor de él. Sus ojos estaban ligeramente más abiertos de lo normal y estaba mirando sobre mi hombro a algo.

—Definitivamente asustamos a esa pobre niña.

Miré sobre mi hombro hacia donde Liam estaba mirando. No me había dado cuenta de que estábamos justo enfrente de la ventana que daba hacia Main Street. Seguro que había una adolescente con ropa de deporte en el suelo de la acera con las rodillas raspadas y los ojos como platos devolviéndome la mirada.

Le tomó un segundo a mi mente entenderlo antes de estar maldiciendo. Apresuradamente, me subí los pantalones para cubrir mi desnudes. Escondí la cara entre las manos y gemí mientras Liam corría hacia la ventana y cerraba las cortinas.

—Lo siento mucho. Debería haber notado que la ventana estaba abierta...

No pude evitar echarme a reír y pronto Liam estaba prácticamente carcajeándose y jalándome hacia su pecho para un gran abrazo de oso.

Tattoo - Ziam [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora