Me desperté cubierto de frío sudor después de sentirme paralizado por al menos diez minutos. No podía gritar. No podía llorar. Estaba aterrorizado e inmóvil por el miedo. Las lágrimas inundaban mis ojos y el único ruido que pude hacer fue un patético lloriqueo. Lo que, de alguna manera, era mejor que el paralizado silencio.
Liam dormía a mi lado completamente ignorante a la noche de terror por la que había pasado. Lucía como que dormía pacíficamente, algo que rezaba que fuera posible para mi. Estaba ansioso por conseguir que siguiera durmiendo. No quería alertarlo o preocuparlo en absoluto. Louis sabía sobre las pesadillas que me hacían gritar, pero ni siquiera él sabía acerca de las que me dejaban incapacitado. Estaba totalmente avergonzado de esos episodios porque me dejaban muy débiles y vulnerables, más que cuando gritaba y lloraba.
Lentamente me bajé de la cama de Liam y fui hacia la cocina. Me tomé un momento para mirar a Liam durmiendo y roncando suavemente. En mi camino por la casa, encontré una toalla en el armario de la lavandería. Utilicé agua prácticamente helada para empaparla y pasarla por mi cuello, para enfriarme lo más rápido posible. Me senté incómodamente en la mesa de la cocina, descansando la frente en la superficie para beneficiarme del metal frío.
Las pesadillas, que eran mis peores recuerdos, pasaban como imágenes por mi mente como si las estuviera viendo a través de un viejo proyector. Ahogué un sollozo, escondiendo la cara en mi brazo y negándome a hacer ningún otro sonido. Mis ojos picaban a causa de las lágrimas y mis manos estaban hechas puños mientras intentaba hundir mis uñas lo más profundo posible en mi piel. El dolor en las palmas me distraía de los recuerdos, incluso aunque solo fuera un poco.
Prácticamente podía sentir a Carlo respirando en mi cuello, gritando en mi oreja, agarrando mis brazos hasta dejar moratones. Quería ser libre. Incluso cuando él no estaba aquí, estaba justo aquí. Su presencia me seguía en forma de recuerdos. Cada momento feliz había sido comido por la viciosa nube negra que era él. Incluso acostado al lado de Liam inocentemente, todo lo que podía ver era Carlo forzando sus necesidades, deseos y estilo de vida en mi sin ninguna noción de lo que yo quería o necesitaba.
Alguien me agarró por los lados y mi reacción inmediata fue saltar sobre mis pies, girando y golpeándolos en defensa propia. Pero ellos agarraron mis brazos y me abrazaron, presionándome contra la mesa e inmovilizándome.
—¡Apártate de mi!— Prácticamente grité, ciego por el miedo. Intenté golpear a mi atacante. Lo único que podía ver eran ojos grises, piel bronceada y pelo negro levantado, del hombre que era Carlo Marx.
—Zayn, cariño, cálmate. Zayn, soy yo, soy Liam. Soy yo, bebé.— Arrulló Liam suavemente. Finalmente volví en mi después de escuchar sus suaves palabras. Estaba temblando con sus manos en mis muñecas para impedir que lo golpeara. Mis ojos estaban rebosando con lágrimas saladas. Debí haberme visto como un completo desastre para Liam, con los ojos rojos, la cara hinchada y gritándole como si me estuvieran asesinando.
Me jaló gentilmente hacia el fregadero por las muñecas, abriendo el agua caliente y pasando lentamente mis manos por ella. Fue entonces cuando me di cuenta de que estaban cubiertas en sangre, que goteaba de las marcas en forma de media luna de mis palmas. Había hundido las uñas demasiado profundo en mis manos.
Liam sostuvo mis dos muñecas en una sola de sus manos mientras alcanzaba y agarraba el botiquín de primeros auxilios con la otra, mientras yo lloriqueaba patéticamente y evitaba mirarlo. Se disculpó calladamente antes de rociar antiséptico en mis manos, para después vendarlas rápidamente con lo que tenía. Mis labios se abrieron ligeramente en shock por sus suaves cuidados mientras besaba mis palmas muy suavemente.
—No tienes que decir absolutamente nada.— Dijo Liam cautelosamente mientras usaba agua fría para limpiar mis lágrimas. —Podemos volver directamente a la cama. Te sostendré y te protegeré. ¿Cómo suena eso?
—¿No quieres dejarme? Solo es nuestra segunda cita y ya puedes ver claramente el desastre que soy.— Mientras hablaba se notaba que había estado llorando, pues mi voz estaba rota y más aguda de lo normal.
—No eres un desastre. Cualquiera puede ver eso. Tu tren solo se paró en la estación incorrecta por un tiempo y tuvo algún pasajero indeseado.— Él me sonrió, envolviendo su brazo alrededor de mis hombros y guiándome lentamente hacia su habitación.
—Me gusta esa idea. Para que conste, me gusta la estación en la que estoy ahora mismo. Especialmente el pasajero.— Le devolví la sonrisa sintiéndome mucho más a salvo de lo que me había sentido antes en sus brazos.
—Vamos, tú. Estarás hecho polvo por la mañana, y yo también. Por suerte no tengo que hacer ningún tatuaje temprano o la privación de sueño puede dejarlos ligeramente torcidos.— Liam se rió mientras me ayudaba a entrar a la cama y jalaba las mantas hasta mi cuello. Besó mi frente antes de ir al otro lado de la cama y subirse al lado de mi.
Enredó sus brazos apretadamente alrededor de mi y se sintió como si nunca se fuera a ir y, francamente, no lo quería ni un poco.
—Voy a protegerte y a sostenerte bien. No te voy a dejar ir mientras duerma esta vez. Oh, y quienquiera que sea a quien estabas llamando en sueños, quiero jodidamente golpearlo.
Me reí, aferrándome a sus brazos, que estabas rodeando mi cuerpo. Nos dijimos buenas noches una segunda vez o, como bromeó Liam, buenos días. Liam no me dejó ir por el resto de nuestro sueño y, extrañamente, el diablo no volvió a aparecer en mis sueños, solo el dulce hombre llamado Liam.
***
La really que me había olvidado de esto😅😅😅All the love, xx
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Tattoo - Ziam [Traducción]
FanfictionDonde Zayn necesita cubrir el tatuaje de su culo. *** Autor: @oh-harold (Wattpad) [Traducción autorizada]