Capítulo 20 💕

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Maratón 2/4

Luego de haberse puesto de acuerdo para salir y arreglar las cosas el domingo (día previo al comienzo de los ensayos), Madie se acomodó en la cama y puso Netflix en la pantalla. Buscaba qué ver cuando un golpe en la puerta hizo que se parara con pereza. Al caminar, como buena floja que era, arrastraba los pies mientras maldecía a quien fuese el que estuviera detrás de esa puerta y también a Elisa por haber salido.

Al abrir, lo primero que vieron sus ojos fue una enorme cantidad de globos de helio en formas de corazones y estrellas, los cuales ocultaban, al parecer, a dos personas; Madie dedujo que era una chica y un chico. Solamente observaba, nadie hablaba. Hasta que una voz masculina muy familiar y que conocía y quería, se escuchó por todo el pasillo:

— ¿Qué no me piensas abrazar?

— ¡Hazz!—gritó y se abrió camino entre los globos para llegar hasta el chico que quería como mejor amigo.

Ambos jóvenes se abrazaron fuertemente, pues tenían meses de no verse. Escucharon un click  seguido de un flash. Elisa les había tomado una foto con un cámara instantánea.

—Es un excelente recuerdo—dijo admirando su obra, los otros dos chicos se rieron. Madie se volteó hacia Harrison y habló:

— ¿Qué haces aquí, Hazz?

— ¿Acaso no te alegras de verme?—preguntó haciéndose el ofendido.

—Obvio sí, pero vives en Londres y a veces en Los Angeles.

—Tom tenía que arreglar unas cosas y yo aproveché para seguirle y venir a verte.  

—Awww, que lindo, gracias.

—No me agradezcas, para eso los amigos. Ahora entremos a ver películas y a comer helado.

—Pero si no tenemos helado aquí.

—Madie, Madie, Madie, nosotros lo compramos en el camino del aeropuerto para acá.

—Espera, ¿vienes llegando?

—Así es. Ahora basta de preguntas que me quiero acostar y engordar con ustedes.

El día se les fue volando entre películas, comida chatarra y risas. Madie había necesitado de sus dos mejores amigos, que le ayudaron en aquellos momentos donde le constaba poder seguir adelante. Sabía que había, aunque fuera mínima, una leve atracción entre ellos dos. Algo poético, su mejor amiga con el mejor amigo del chico que le gustaba. Dieron las diez de las noche cuando terminaron de ver la sexta película. Harrison se levantó y Madie lo miró con una carita de perrito abandonado. 

—No me mires así, Madison. Sabes que me tengo que ir, Tom se ha de estar preguntando dónde estoy, aunque tal vez se esté dando una idea.

—Oh, está bien, ¿cuándo se van?

—Apenas vengo llegando, ¿ y ya me estás echando? 

—No, pero es para poder ponernos de acuerdo para salir ya que el lunes comienzan mis ensayos.

— ¿Acaso Tom sabe de ..?

—Se enteró por mi publicación en Instagram.

—Oh, así que por eso estaba furioso ese día— susurró para sí.

— ¿Qué dijiste?

—Nada, nada.

— Mmmmm, bueno. Supongo que nos veremos en estos días—él le abrazó y le dio un beso en la frente a Madison.

Se separaron y Harrison caminó hacia Elisa, a quien solo abrazo y al parecer le susurró algo al oído. Cuando salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí, el par de amigas se acostó nuevamente en la cama. La actriz veía el techo, su mejor amiga buscaba alguna película o serie para que las dos pudieran ver y disfrutar.

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