Counting Stars - Larry Stylinson.

Vigésimo-septimo ★ Cortando pensamientos viejos

*POV Louis*

Corrí a la escuela de mi pequeño, perturbado por la idea que le pase algo que causara que mi corazón termine de desgarrarse como lo estaba haciendo en ese mismo momento, pero no, él seguía ahí, sonriéndole al mundo como si su vida dependiera de ello; con sus rizos chocolatosos y esa mirada verdosa como el color de los árboles. Si, estaba completamente enamorado de un niño, de uno pequeño y sin inocencia por mi maldita conciencia.

Sabía que en cualquier momento iba a caer y él iba a caer conmigo, tenía que dejarlo ir pero cada vez que me miraba me derretía ¿que podía hacer? ‘’Pensar de esa manera en chicas de tu edad, supongo’’ sonó mi fastidiosa conciencia que aunque dolía, decía la verdad, yo no estaba en el territorio correcto, era peligroso e incorrecto, una maldita pesadilla de la cual no podía despertar.

Tomé de la mano de Harry con ternura y con una sonrisa mi mundo se derrumbó, haciendo que solo él y yo seamos los únicos sobrevivientes a mi maldito mundo de fantasías que poco a poco me mataba por dentro.

- Pensé que no vendrías - susurro Harry sacando un pequeño pedazo de papel de su mochila pero lo volvió a meter

- ¿Qué es eso, amor?

‘’Amor’’ una palabra que nunca iba a poder comprender aunque no tenía la edad del pequeño de Harry, esa palabra que debería estar penalizada en el lenguaje de muchos, incluyéndome. Mi pequeño rizado me vio algo asustado y me sonrió de lado, una de sus mayores atributos podría ser su sonrisa, esa que enamoraría a cualquier puberta en pocos años… lo que me dolía en el fondo de mi corazón ¿Y si me dejaba? ¿Yo podía sin él? Yo era nadie sin él, y eso era lo más indispensable en mi vida, en mi maldita y bizarra vida que me había tocado por desgracia, toque la cabeza de Harry y seguí caminando.

- L-lou - Susurró cabizbajo y nervioso a mi lado - Te hice esto, tal vez no sea lindo pero te lo hice con amor

Tomé un trozo de papel, algo roto y sucio, una mueca de decepción se formó en el rostro de Harry haciéndome sentir mal asi que lo guarde en mi bolsillo regalando una sonrisa, de esas que solo me hacian achinar los ojos, solo las que le daba a mi pequeño, porque solo él se las merecía; aunque yo no me merecía a alguien tan grandioso como él.

Abri la puerta de lo que podía llamarse ‘’hogar’’ aunque era imposible llamarlo asi, por el pasado que llevaba. Tomé la mochila de Harry y la puse en la repisa donde yo de pequeño siempre dejaba mis libros, me sonrió y subió corriendo las escaleras hasta nuestro cuarto; me senté en el sofá ahogando las lágrimas que en cualquier momento podían explotar de mis ojos, empuñe mis manos y respiré profundamente todo lo que podía caber en mis pulmones, estaba todo bien, todo iba estar mejor a lado de mi pequeño. O eso pensaba yo para hacerme sentir mejor.

Tomé mi laptop, algo vieja pero siempre me servía cuando no tenia que hacer; entre a una red social muy famosa y sonreí al ver los mensajes que me mandaban algunos compañeros de escuela que tanto extrañaba, hasta que me fijé en uno. Uno con un icono de color negro que no se le podia ver el rostro, tenia un link algo sospechoso así que decidí alejar la computadora de mi, revisé cada centímetro del living para olvidarme del link que hacía que mi curiosidad se activará como una alarma, me tiré en el sofá de golpe y abrí el dichoso mensaje que me dirigió a una pagina porno, nunca había entrado a una, o que yo recuerde solo había escuchado hablar a algunos amigos sobre esa pagina que decia ser muy popular entre los acosadores y esos malditos que se aprovechaban en internet de los pobres ilusos que mandaban sus videos desnudandose o teniendo sexo.

Pero en esa ocasión yo era el pobre iluso, el que había caído en las redes de algún pervertido con ganas de hacerme la vida imposible… ¿sería el de la llamada sobre Harry?. Le puse play al video, al volumen más bajo que mi computadora podía; comenzó, cada caricia, cada beso, cada momento de esa noche que con un poco de alcohol termine teniendo sexo con Harry, estaba grabado todo y en una condenada página que podría llevarme a la cárcel fácilmente o a algún lugar donde terminaría medio muerto… No, me rectifico, COMPLETAMENTE MUERTO.