Lucy no sabía qué responder. No se esperaba que Natsu y Happy aparecieran allí, y menos que escucharan su conversación con Laxus.
El pequeño gato parecía desolado. Aunque se metía mucho con la rubia la quería mucho y no quería que se fuera del Gremio.
La maga sin embargo no podía dejar de mirar al pelirrosa. Habían pasado bastante tiempo juntos como para saber que estaba muy enfadado. Pero sobre todo estaba dolido.
–Natsu– se soltó del abrazo de Laxus, tenía que arreglar esa situación–. Escúchame.
–Ya lo he hecho, y has dicho que te quieres ir al Gremio de Sting.
Delante de ella estaba el Dragon Slayer del fuego, pero ahora mismo era más frío que el hielo de Grey.
No sabía que responderle. No sabía cómo hacer que entendiese que necesitaba irse. Mientras lo pensaba el rubio se le adelentó.
–No te hagas el indignado cuando tú eres el culpable de que esté pensando en irse –no hizo ningún movimiento, pero el nieto del maestro daba miedo en ese momento.
–¿Mi culpa? ¿Qué he hecho yo?
–Ese es el problema, que eres tan tonto que ni te has dado cuenta.
–Si es por lo que dije cuando os fuisteis yo...
Antes de que acabará Laxus ya le estaba agarrando por la bufanda y le había alzado un par de centímetros del suelo. Cosas como aquella conversación había llevado al límite a la rubia y había provocado que pensara seriamente en irse.
Natsu empezó a patalear intentando librarse del agarre del rubio. Le costó, pero lo consiguió. En cuanto estuvo en el suelo se lanzó a por el nieto del maestro. No entendía nada, pero necesitaba sacar toda su frustración, y pelear era una gran ayuda.
En el momento en el que el pelirosa se lanzó a por el rubio Lucy gritó. No quería que esto acabase en una pelez. Sabía que ellos habían peleado muchas veces, pero esta vez Laxus parecía realmente enfadado, y Natsu tampoco se quedaba atrás.
Antes de que la el puño del Dragon Slayer llegará al rubio la tribu apareció y le detuvo en seco.
Esta vez el pelirosa no se movió. Empezar una pelea con la tribu entera no le serviría de nada. Poco a poco se fue calmando. Miró a Lucy. Parecía aterrada. Abrió la boca para decirle algo. Necesitaba saber por qué su mejor amiga se quería ir del gremio. Siempre pensó que los consideraba su familia. Pero no pudo decir nada porque la maga se dio la vuelta y salió corriendo.
–¡Lu-chan!–Gritó Bick.
Pero la rubia no dejó de correr. Toda la confianza que había ganado hablando con Laxus se había esfumado. Por mucho que durase aquella misión las cosas no iban a cambiar. Aunque se uniera al a tribu y fuera con ellos de misiones tendría que seguir viendo a Natus y no podía. Estaba agotada, no podía más.
Cuando se alejó lo bastante de sus compañeros gritó. Gritó como no lo había hecho nunca. Quiso soltar todo su dolor.
Cuando le faltó el aire se dejó caer al suelo agotada. Aun le dolía, pero no sabía qué hacer.
Empezó a recordar cuando era pequeña. Después de que su madre muriera su mayor sueño era entrar a un gremio. A Fairy Tail para ser más concretos. Había leído de ellos en las revistas y los adoraba.
Ahora años después de entrar al gremio no sabía si aquello no había sido un error. Si nunca hubiera conocido a Natsu ni a los chicos del gremio no tendría esa opresión en el pecho.
ESTÁS LEYENDO
Dos rubios
FanficUna historia Lalu, ya que hay muy pocas en Español. Es mi primer fanfic así que siento los errores.