Dos rubios

Niñera

El joven pelirrosa vio como su mejor amiga se alejaba y fue incapaz de moverse. Debería haber dicho algo.  Tendría que haberla pedido perdón. Se había pasado mucho con ella,y lo sabía,pero el rubio le había sacado de sus casillas.
Durante años había visto como trataba Laxus a todas las mujeres que se le acercaban. Se creía un ser superior al que deberían adorar y se aprovechaba de ellas. Durante ese tiempo le dio igual,el solo quería pelear, el resto poco le importaba. Además tenía la teoría de que en el fondo el nieto del Maestro era tan bueno como su abuelo. En los últimos años se habia demostrado que tenía razón. Pero cuando Lucy le dijo que se iba con él no pudo dejar de pensar en el viejo Laxus.
Por eso fue a hablar con él antes de que se fuera,para saber que iba a hacer con su amiga,pero cuando  empezó a discutir con él perdió los  papeles. E hizo daño a su amiga.¿Su amiga?¿A quién pretendía engañar? Estaba enamorado de la maga celestial,pero siempre había pensado que la chica no le correspondía. Por eso aceptó salir con Lissanna. Habían estado juntos desde pequeños y estaba a gusto con ella. No estaba enamorado de ella,pero asumió que con el tiempo lo estaría. Pero eso no hacía que quisiera menos a Lucy. Eran amores distintos.
-Natsu, ¿qué haces aquí tan pronto?-preguntó Gray saliendo del Gremio.
-Nada,vine a hablar con Laxus,pero ya se fue.
-Es verdad se ha ido de misión con Lucy ¿no?
-Sí-dijo el Dragon Slayer mientras entraba al Gremio dejando a su compañero sorprendido por su mal humor-Mira ¿hay alguna misión interesante?-preguntó a la albina.
Necesitaba alejarse del Gremio que le recordaba tanto a Lucy y también pretendía acercarse más a su novia. Quería estar locamente enamorado de su novia para cuando la rubia volviera y así poder pedirla perdón y ayudarla a ser feliz. Quería dejar atrás el deseo de estar con ella,porque sabía que era imposible.
Mientras tanto lejos de Magnolia una maga miraba el cielo tratando de despejar su mente. La tribu se había ido a por provisiones para el viaje y Laxus se había ido a preguntar en qué consistía realmente la misión.
Aunque el principio con sus compañeros había sido difícil a lo largo del día habían mejorado su relación. Sin duda Bick era con el que mejor se llevaba por ahora. Era también el más abierto con ella. Sabía que era porque Laxus se lo había dicho,pero por ahora le valía. Tenía la sensación de que al final de esa misión aparte de un entrenamiento se llevaría nuevos amigos. Y eso le encantaba.
-Rubia-dijo el joven Dreyer sacándola de sus pensamientos-vamos.
Ella se acercó mientras este le tendía un papel. Supuso que era la información de la misión. Pero sólo se encontró con un mapa que indicaba cómo atravesar las montañas.
-¿Y esto?
-Nuestra misión,somos niñeñas-ante la cara de desconcierto de su compañera se explicó-.La misión consiste en llevar a una niña a un templo que hay en lo alto de las montañas.
-Parece fácil.
-Y aburrido,aunque lo bueno es que te podremos entrenar bien.
-Genial,vamos a por la Tribu y salgamos ya.
La joven rubia echo a andar feliz.Pensó que aquella misión sería difícil si se la habían encargado a la Tribu. Pero al parecer se había equivocado y podría centrarse en hacerse más fuerte.
Su compañero la miraba sonriendo. Le había molestado que le hubieran puesto de niñera,pero la ilusión de la joven el comenzaba a pegarsele. Lo bueno es que podría dedicar mucho tiempo a ayudar al entrenamiento de la rubia. Eso sí tenía claro que mientras que la maga moliera  a palos  al Dragon Slayer él iría a preguntarle al Maestro si tenía cara de niñera. Le iba a oír,seguro que ahora mismo estaba riéndose en su despacho. Qué aprovechará que cuando él volviera se le iba a pasar las ganas de reír.