O8. Otros ojos {1/4}

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Narra: Tn

—¿Te sientes bien?

—No, no lo estoy — conteste con pesadez — Escucha, Fred... Ya no sé a donde más podemos ir. Estoy tan frustrada.

—Sé que podemos encontrarlo. Preguntaremos a otro Shadow.

—Fred, es ridículo. Literalmente todos están de su parte, tiene aliados por doquier. Seguro a los que ya les preguntaste fueron con él y nos reportaron, ya no se que hacer. No lo sé.

Me recargue contra la enorme roca que se encontraba a mi lado, habíamos caminado toda la tarde, y estaba a unas pocas horas de oscurecerse por completo. Fred sabía que debíamos regresar, sin embargo, yo ya ni siquiera sabía cual era la mejor opción.

Tendría que escuchar a Fred.

Volvamos a casa... — pidió —Mañana buscaremos desde temprano.

—Sabes que yo...

—Sé que no podrás dormir — me interrumpió —Pero, vamos. Aquí es aún menos seguro.

Y más que eso, estaba segura de que Fred quería para todos lo mejor ahora. Aunque, nada parecía querer mejorar.

Fred parecía tener un poco más de cordura que yo ahora, sin embargo, no la tenía por completo y eso lo notaba muy bien. Ambos estábamos mal... La relación estaba mal.

Narra: Dan

—¡Eso es! — grité — ¡Ahora salta, vamos!

—¡¿Y si caigo?! —me gritó Dante desde el borde de la ventana —¡Apuesto a que ni siquiera pensaste en lo que puede llegar a salir mal!

—¡Caerás sobre un colchón sucio con almohadas sucias! — volví a gritar —¿¡Qué más podría pasarte aparte de contraer una infección!?

—¡Dan, no digas eso! Hay infecciones y enfermedades feas, sabes. Están las estomacales, en la piel, vocales, y entre esas están la dermatofitosis, el impétigo, sarna, viruela, ébola, SIDA...

—Cierra la boca, no entendí nada de lo que dijiste — ordene — Eso no nos ayuda ahora, así que salta y contágiate de SIDA si eso crees que pasará.

—He estado leyendo enciclopedias, y estoy seguro que el SIDA no se contagia por es...

—¡Salta ya! — grité eufóricamente  mientras que Dante apretaba levemente sus puños, cerraba sus ojos y daba un mini salto para después aterrizar sobre los colchones y almohadas que recolectamos de la habitación y algunas otras de un basurero que encontré yo al aterrizar sobre las de la habitación antes.

Al parecer, Dante quería más protección para su futuro el cual estaba siendo amenazado por infecciones y enfermedades.

Me acerqué hasta él observando cómo abrazaba con fuerza una de las almohadas a su lado. Negué levemente con mi cabeza y toqué su hombro. Dante se aferro más.

—No moriste — avisé —Deberías estar contento y no aferrado a una almohada llena de moho.

En cuanto dije aquello, Dante abrió exorbitantemente sus ojos volteando a ver la almohada a su lado, entonces dio un brinco incorporándose rápidamente a mi lado sacudiendo sus brazos con horror.

—¡Esto es tan desagradable! — gritó —Necesito una ducha.

—No habrá ducha si no encontramos dos brazaletes... No podemos ir a buscarlos en esa casa en la cual esta Spring al acecho, así que tendremos que buscar en otro lugar. 

—¿Pero en dónde? — preguntó preocupado — Cómo dijiste, aquí no hay nadie que este dispuesto a ayudarnos... Suena imposible.

—Sí, pero papá en todas sus historias, nos contó que habían muchos brazaletes. Seguro y tenemos la suerte de encontrar uno por lo menos.

—Confiaré en ti Dan. Aunque gracias a eso, este lleno de mugre. 

Puse mis ojos en blanco y ambos comenzamos a caminar sin rumbo alguno. Sólo veíamos por donde había posibilidad de no meternos en problemas, aunque, era realmente ridículo tomando en cuenta que nos encontrábamos en el mundo de los desastres y problemas.

Que horrible hubiese sido crecer aquí... Solo, sin padres, amigos, algo, lo que sea. Llegas aquí solo y lo único que tienes es a ti mismo al igual que tu miedo de dar un paso.

Paso mucho tiempo, estuvimos caminando hasta que logramos ver cómo de ser gris el lugar pasaba a ser casi completamente negro. ¿No había sol aquí?

De día es nublado y de noche simplemente la oscuridad cubría hasta los rincones de los asquerosos lugares por aquí, de igual manera, la niebla hasta de noche estaba presente por lo cuál, a Dante se le era difícil ver en la oscuridad. Sin embargo, a mí no.

Lograba ver en la oscuridad sin tanto problema, aunque, sí, a veces resultaba tropezar. Era como ver con una pequeña linterna... Nunca me había pasado esto y para ser sincero se me paso por la mente creer que era una especie de súper poder. Pero era ridículo... Los súper poderes no existen.

—Dan, no me sueltes — suplicó Dante con voz entrecortada —No puedo ver nada y si me sueltas quizá ya no te encuentre y no me quiero quedar aquí. No me quiero perder...

—No te voy a soltar. Si lo hago, te veré e iré de nuevo por ti.

—Aún no comprendo porque tú tienes esas habilidades y yo no tengo nada. Se supone que somos casi iguales.

—Te equívocas, niño. Tú eres insignificante y nosotros somos monstruos.

Paré en seco sintiendo cómo Dante chocaba levemente contra mí. Esa voz no me resultaba familiar, ni siquiera estaba seguro de si Dante había escuchado lo mismo que yo. Este lugar me estaba volviendo loco...

—D-Dan... ¿Eso que fue? ¿Qué ocurre? — me susurró mientras abrazaba mi brazo. Casi sentía que me lo arrancaría, pero, al menos ahora estaba seguro de que no estaba tan loco cómo creía estarlo. Dante también escuchó lo mismo que yo.

—No lo sé... — conteste, entonces me di la vuelta observando el lugar. Estábamos en medio de una especie de carretera abandonada, a nuestro lado, se encontraba un bosque y al otro una especie de supermercado abandonado. Aquí nada parecía estar en buenas condiciones.

—Quizá alguien por aquí sólo nos quiere molestar. Lo que dijo no es cierto, tú no eres insignificante — dije, entonces observé cómo una leve sonrisa se dibujo en su rostro. No duró mucho.

—¿Por qué le mientes...?

Entonces, ambos nos sobresaltamos al escuchar nuevamente aquella voz femenina. Una voz frágil la cual  parecía estar cansada, esta era igual. Pero se expresaba de manera distinta.

Mientras una sonaba cruel y fría, la otra sonaba frágil y triste.

Entonces los vi, otros ojos mirándonos desde la puerta del súper. Ojos que eran iguales pero expresaban algo distinto.

Nuestras sombras {Fred & Tú} EDITANDO #O3 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora