23. Mil mundos

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—¡Eso es tan falso! —gritó con coraje— Dante es un niño verdaderamente hermoso. No hay ningún error en él, y si él necesita ayuda en algo yo lo ayudaré sin que me lo pida. Todos necesitamos ayuda... Y usted es el único error que hubo en toda la historia. Tengo asegurado el que nadie la querrá aunque los obligue.

Todos permanecieron en silencio por aquéllas palabras que todos deseaban decir pero que nadie se atrevía soltar

Posiblemente estaban tan anonados como yo; nadie lo esperaba.

—¿Cómo te llamas? —preguntó ella con interés mientras que yo rogaba por dentro el que no respondiera.

—Mi nombre es Ary y sirvo a Spring —confesó ella con la frente en alto—. Al único jefe que conozco.

_______ soltó una pequeña risa nasal para después sonreír con malicia. Se acercó a Ary y la observó detenidamente sin pestañear.
Entonces mi corazón latió rápidamente, presentía tanto, sentía todo. Y estaba tan mal.

Ella tomó un mechón del cabello corto y lacio de la pelirroja, pero Ary no se veía nerviosa, no se inmutó y ella era la misma de siempre, tranquila, sin expresiones faciales más allá que la de un rostro que mostraba la tristeza e indiferencia en su máximo esplendor.

—Tienes agallas —aceptó ______ en un suspiro—. Lamentablemente eso no te llevará muy lejos conmigo.

—No se preocupe —le respondió la pelirroja—. No me interesa llegar a ninguna parte.

—Y créeme, no lo harás —protestó _____ alejándose de ella con una sonrisa artificial pero divertida—. ¡La necesito fuera de aquí, ahora!

Y en cuanto ella gritó aquello, dos de los guardias Shadow entraron rápidamente al sótano con sus imponentes anatomías. Ambos miraron a ______ con seguridad y esperaron a la siguiente orden de su jefa.

—Al cuarto dieciséis —dijo ella observándo a Ary—. Y de ahí no saldrás nunca, pequeña. No mientras estés viva.

—¡Oh maldita bruja! ¡Más te vale ya no estar aquí para cuando Spring llegue! —gritó Alex forcejeando las esposas— Si a Ary le tocas un pelo, yo misma haré que te pudras.

—Sí, sí, sí, di todo lo que quieras —contestó ella rodando sus ojos mientras observaba como sus guardias sacaban las llaves de sus bolsillos y se deshacían de las esposas que rodeaban las pequeñas y frágiles muñecas de Ary.

Ella se veía tan segura de todo... Ella no le tenía miedo ni a la misma muerte. ¿Cómo es posible?

¿Por qué todos tenían valentía a excepción de mí? ¿Por qué no podía hacer las cosas por mi cuenta? Porque en este momento lo único que deseaba era poder levantarme y decirle que yo la podía salvar, que yo la podía proteger... Que los podía proteger a todos. Y lejos de eso, ellos me protegían a mí.

Más de lo que merecía.

—Lo siento tanto... —murmuré sintiendo un ardor en mis mejillas. Y eso logró hacer que todos se detuvieran, que todos aquellos ojos cayeran en mí tan dudosos y confundidos esperando por alguna otra palabra lo suficientemente coherente— Nunca meresí que se esforzaran tanto por mí. Mucho menos tú, Ary... No te conozco lo suficiente y ya sé que vales la pena; nunca tuve una amiga así.

Con cada palabra que salía de mis labios temblorosos, una lágrima ácida salía hasta morir en mi mentón. Y de pronto a ella se le dibujó una tenue sonrisa en su pequeño rostro el cual la mayor parte de sus días era inexpresivo.

—Yo nunca tuve un amigo —contestó ella presionando sus gruesos y pálidos labios entre sí—. Gracias por ser el primero.

Sentí una opresión en el pecho, una distinta a la anterior... Ésta era cálida y agradable sin duda, y a pesar de eso, no duró mucho. ______ sonrió de lado con malicia e hizo un ademán a sus guardias con el cual logró hacerles entender que se retiraran ya con Ary.

Nuestras sombras {Fred & Tú} EDITANDO #O3 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora