E X T R A - {1/2}

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Te dije feliz cumpleaños la semana pasada, te dije que era un honor ser parte de la misma familia y de que fueras mi hermano.

También llegó más familia a nuestro cumpleaños, nuestros tíos, primas y hasta parejas.

Pero lo admito, aún no podía superarlo.

—¿Cómo estás veinteañero? —le pregunté con una sonrisa al saber la respuesta que llevaba ya hace unos días diciendo cada vez que se lo decía.

—Cumplimos años hace una semana, joder.

—¿Y? Eres veinteañero —reafirme sentándome a su lado.

Estábamos en el comedor y él ya se encontraba ahí desde hace unas horas atrás. Tenía la laptop encendida y no paraba de estudiar para su próximo examen en la universidad.

Dan era inteligente, de vez en cuando pedía por mi ayuda, pero eso era porque no desarrollaba todas sus habilidades o temía a no poder hacerlo. Porque yo sabía que él era lo suficientemente bueno, incluso más que yo.

Pero todos necesitamos un descanso.

Cerré la laptop y escuché de su boca salir una maldición.

—Pe-pero... ¿¡qué haces!?

—¿Cómo que qué hago? Tus ojos estarían rojos por la irritación sino fuese porque no se les nota.

—Necesito seguir... —reprochó.

Acercó su mano de vuelta a la laptop, pero le dí un manotazo antes de que la tocará. Él se sobresaltó y se alejó de ella con rapidez para después verme con el ceño fruncido mientras acariciaba su mano adolorida.

—Necesitas descansar —dije—. Eso es lo que necesitas así que ahora quiero que me cuentes cómo vas con Alexa.

Él pasó de tener un rostro malhumorado a uno completamente descolocado. Sus facciones se relajaron y me miró con los ojos entrecerrados.

—¿Por qué quieres hablar de ella?

—¿Acaso es malo saber qué pasa con tu relación y mi futura cuñada?

Él negó con la cabeza y se pasó una mano por la cara con pereza y fastidio.

—Todo va bien —soltó—. Ella espera muchas cosas de mí, y sabes... A veces tengo miedo de decepcionarla.

—No creo que puedas hacerlo, eres fantástico, hermano.

—No soy como ella, no soy un humano... —susurró— Y puede dejarme por uno si ella quisiera.

Reí.

—Pero ella no quiere hacerlo, Dan, Aryana y yo somos humanos, otros millones aquí también lo son y siempre está la posibilidad de que nos cambien por alguien mejor o peor. Pero el punto es que se quedará si te ama —le expliqué—. Mamá y papá están juntos... Y nunca vi una pareja humana tan feliz como lo son ellos dos a pensar de ser diferentes. El amor no obedece sexo, religión, o razas, Dan, estarán bien.

—Tu hermano sabe de qué habla...  Hazle caso.

Papá pasó por la cocina con una manzana en su mano, nos guiñó y desapareció nuevamente provocando a ambos un suspiro de incomodidad.

—Odio que haga eso —respondí con escalofríos—. Me da miedo.

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Dan

Nuestras sombras {Fred & Tú} EDITANDO #O3 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora