11. Shadow {4/4}

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Narra: Tn

—Por supuesto que no — contestó una voz llena de frustración — No seas idiota, en verdad no te soporto.

—Lastima, porque trabajaremos juntos.

Se escuchaban cada vez más cerca, sus voces se volvían distorsionadas y un fuerte dolor punzante se hizo presente en mi cabeza provocando que cerrara con más fuerza mis ojos y soltara un quejido de dolor. Instantáneamente ambas voces dejaron de escucharse para sólo quedar una leve risa de parte de ambos sujetos.

Relami mis labios notando que mi boca estaba prácticamente casi seca, ni siquiera tenía saliva por pasar y en verdad lo necesitaba.

—La chica ya despertó — avisó una de las voces con interés.

Entonces abrí mis ojos poco a poco y pude notar como frente a mí la similar silueta de Bonnie me miraba atentamente.

—Bonnie... — logre decir, pero este sólo soltó una risa divertida.

—Shadow Bonnie — corrigió — Que increíble sorpresa, al fin te conozco pequeña zorra.

—Nos han contado mucho de ti — escuché. Entonces con cautela, mi vista cayó en el siguiente chico el cual estaba recargado en el umbral de la puerta desgastada y llena de moho.

Su rostro de inmediato me pareció conocido.

—Shadow Foxy — se presentó — Dime Fox, cariño. 

Mi pecho fue poco a poco aumentando la velocidad, sintiendo como iba de arriba a abajo al ver como ambos me miraban de manera divertida y pícara. Entonces, en mi impulso por levantarme, note cómo mis piernas estaban amarradas con una soga al igual que mis manos. Sólo permanecía en la esquina de la vacía habitación... Sentía que mi corazón saldría de mi pecho.

—¿D-dónde estoy? — pregunté para después toser de manera inevitable. Necesitaba agua.

— ¿Estás enferma? Esperó que no planees morir aquí, porqué creeme que no te haremos tu funeral deseado — murmuró Bonnie mientras que Fox soltaba una risa a su lado.

—Necesitó... Agua — susurré — Por favor.

—Oh... Entonces, ¿tu boca está seca? — cuestionó Fox mientras se acercaba hasta mí y se posicionaba en cuclillas para estar a mi altura.

Asentí levemente tratando de retroceder, pero, eso fallo en el momento en el que la esquina ya no me lo permitió más.

—Tranquila — rió — Te ayudaré. 

En ese momento, antes de que pudiese articular palabra alguna, sentí los labios de Fox encajar con los míos de manera lenta pero a la vez desesperada. Mientras luchaba por mantener mi boca cerrada, el fracaso inmediato se presentó en cuanto sentí la lengua de Fox tratando de encontrar la mía. Sus manos estaban sobre mis mejillas lo cual provocó que aquél beso se profundizara y que yo ni siquiera pudiera moverme de buena manera para deshacerme de él.
Entonces, cuándo se alejó de mí, pude ver una sonrisa en sus labios hinchados y rojizos, los relamió y jalo una de mis mejillas.

—¿Consideras que fue demasiado? Porque yo no. 

Soltaba jadeos tratando de recuperar el oxígeno perdido, ignoré su pregunta y baje la mirada tratando de tranquilizarme. Mi boca ya no estaba seca, sin embargo, ahora me sentía sucia y desesperada por salir de ahí.

—Me encantaría seguir yo — opinó Bonnie observándonos desde el umbral de la puerta —Pero tengo trabajo que hacer. Después volveré y quizás tú y yo podamos divertirnos un rato... O bien, las torturas también funcionan.

Permanecí en silencio observando cómo salía de la habitación. No quería decir nada y quedarme con Fox era ya algo que me ponía la piel de gallina, no necesitaba conocerlo. Sabía como era, claramente todo lo contrario a Foxy.

—Necesitó salir de aquí — exigí — ¡Sácame de aquí!

—No puedo hacer eso... No esta en mis manos y si lo estuviera, te tendría sólo para mí — contestó soltando una cínica y divertida risa.

Se incorporó dejándome  con la mirada en alto, entonces me guiño un ojo y salió de la habitación soltando un suspiro.

Estaba sola... Necesitaba a Fred.

Narra: Fred

—Suena cómo una puta broma... Fred, ¿es en serio? — se quejó Nahel una vez más — Porque si es cierto, no dudaré en ir ahora mismo. Vámonos.

—Nahel, no sabemos a donde ir, no sabemos nada — reflexionó Gold mirando preocupado a Nahel —Pero... Tienes razón, aquí no podremos hacer nada.

—Les ruego entonces que me acompañen... — supliqué, incluso bajaba la mirada inconscientemente. Me daba vergüenza tan sólo el ver a los chicos, vergüenza porque ya había perdido todo lo que tanto queríamos.

—Fred... — me llamó Alfie, entonces no tuve más opción que verle a la cara —Te vamos a ayudar.

—Ahora mismo — aseguró Nahel mientras que Gold me dedicaba una sonrisa.

—Gracias...





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El maratón ha terminando, espero les haya gustado :3

Y sin más, nos vemos en otro capítulo más.

¡Nos vemos!

Nuestras sombras {Fred & Tú} EDITANDO #O3 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora