12. Capítulo

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Me quedo callada sin saber que contestar y le miro con miedo a su reacción.

—Te dije que no fueras contando por ahí lo que había pasado. Este pueblo tiene más lengua que otra cosa y si llega a irse de...

—¿Si Jake lo cuenta? —empiezo a enfadarme por el tono con el que me esta hablando —. Pues mira, igual es mejor.

—¿Mejor? ¿Cómo va a ser mejor? ¿Y Kayla? Creía que te importaba.

—Pues por eso mismo —me muevo brusco para quitar su mano de mi brazo y sin decir nada más desaparezco de su vista.

Me importa Kayla si. Y mucho. Y me da pena también. Por eso creo que si se enteraría acabaría todo su sufrimiento. Y el mío, y el de todos. Yo volvería a Nueva York sin organizar esa boda y ella no se casaría sin saber que el que va a ser su marido, le ha puesto los cuernos.

Cuando ya me he cambiado y bajo a la cocina, Kayla y Wade están acaramelados cenando. Noto como el posa su mirada en mi cuando ve que estoy acercándome y niega, pero no entiendo porque.

—¿Nos podrías dejar solos? Si quieres puedes llevarte la cena a tu habitación, es que es un día especial para nosotros.

—¡Wade! No seas así con Carrie.

—No te preocupes. Si mi cliente quiere que le deje solo, yo estoy a sus servicio —uso un tono más que sarcástico.

—¿Estás segura? —Kayla no parece haberlo pillado, pero yo asiento igualmente y me voy.

¿Quién se cree para echarme de esa manera? Este no es el mismo Wade que me hace temblar y suspirar cada vez que pasa por mi lado. Y mucho menos el mismo Wade que me besó hace unos días y me hizo sentir la persona más afortunada del mundo.

Pero ya no es así.

Me sigue gustando y mi corazón sigue palpitando cada vez que le ve.

Pero la forma en la que me trata a veces... Eso hace que quiera olvidarme de el.



Bajo a desayunar sin saber que pasó anoche. Cuando bajé a dejar los platos que había usado para cenar, ellos ya no estaban.

Pero prefiero no pensarlo.

—Tu a lo tuyo —me repito en voz baja una y otra vez a mi misma.

No hay nadie en la cocina. Mejor. Me preparo una taza de café y un revuelto y me siento a comerlo tranquilamente.

Hasta que oigo ruido en el segundo piso y me doy cuenta de que ya bajan.

—Buenos días —me saluda Kayla, y Wade baja detrás suyo y no me dice nada —. Si no te importa, hoy irás al bar de Sam. Mucha de la comida que queremos para la boda la preparará ella.

—Sin problema es mi trabajo. Cuando quieras vamos.

—Oh no, lo siento. Yo no puedo ir. He quedado con Rayna, la hija de Sam, hace mucho que no nos vemos y iré de visita a la ciudad. Wade irá contigo.

¿Por qué la vida me pone tantos baches en el camino? Cuanto mas quiero alejarme de el, más cosas pasan que hacen que tenga que estar con el.

Una media hora más tarde, salimos los dos de casa y nos vamos al bar. Kayla hace un rato que se ha ido a la ciudad.

Vamos en silencio un buen rato hasta que el se digna a hablar.

—Siento como te traté ayer. Me pase un poco, pero es que de verdad que íbamos a tener una cena romántica. Si no te has dado cuenta, la necesitamos bastante.

Mi vaquero (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora