Hoy llega la madre de Kayla a Texas. Han pasado dos días desde que su padre murió y bueno, desde que Wade me dijo que me quería a mí y que estaba dispuesto a dejarla por estar conmigo. Me he sentido fatal por Kayla durante estos días, ella no ha parado de llorar por la muerte de su padre y cada vez que la veía me sentía culpable, porque a lo mejor por mi culpa ella podría volverse a sentir como ahora, muy dolida.
Wade y Kayla han salido a buscar a la madre de ella y yo me he quedado esperando en casa y desayunando, ya que hoy se me han pegado las sábanas y me ha costado levantarme bastante. Miro el reloj y marca las doce, deben estar a punto de llegar, ya que el vuelo de Rachel (como se llama la madre de Kayla) llegaba a las once.
Justo cuando giro la cabeza, Wade y Kayla entrar por la puerta con una maleta enorme y una señora de mediana edad les sigue con las gafas de sol puestas en pleno día lluvioso. La mujer rubia y delgada no parece la madre de Kayla, si no su hermana, es muy joven para ser su madre. Se nota que es de Nueva York y de los que tienen dinero, porque la ropa y el bolso que lleva son de tiendas muy caras a las que alguna vez he osado entrar en Nueva York sin éxito.
-Tu debes de ser Carrie -se quita las gafas y se acerca a mí a darme un fuerte abrazo -, cielo, creía que me habías dicho que era de Nueva York.
-Y lo es.
-Pues cariño, con esta vestimenta no pareces ni de New Jersey -se ríe exageradamente llevándose la mano a la boca.
-Mamá -se queja Kayla y le echa la bronca con un gesto de la cabeza -, perdónala, es muy bocazas a veces.
La verdad es que no me ha sentado mal, creo que ella misma se dará cuenta de que en este pueblo los tacones no son de lo más útil.
Rachel no parece acabar de perder un marido, a ver, no me malinterpretéis, respeto que sea feliz, seguro que su marido lo habría querido así, pero de eso a sonreír como si te acabase de tocar la lotería es algo que no entiendo.
-Tranquila -le resto importancia con la mano.
Wade se mantiene callado y alejado. No le he visto si quiera dirigirle la mirada a su futura suegra, aunque es normal, esta mujer da algo de miedo y no tiene pinta de ser la familiar más agradable del mundo.
-¿Aquí qué hay para hacer a parte de ordeñar vacas? -dice con un tono despectivo.
-Mamá no empieces.
-¿Qué? Solo pregunto. Con esta vestimenta no me voy a poner a cuidar bichos en ese sitio al que llamáis granja.
-Has venido porque no quería que te quedases sola en casa después de lo de papá, no me hagas arrepentirme de haber tomado esa decisión.
-¡Ya se! -grita de repente ignorando lo que ha dicho su hija -, iremos de compras por el pueblo.
-Esto no es como Nueva York, aquí no vas a encontrar bolsos de cien euros.
-¿Crees que voy a comprar aquí? Solo voy a sacar fotos para enseñárselas a Meredith y que podamos reírnos luego tomándonos un café en su ático lujoso.
-Eres de lo que no hay.
-Calla y coge las llaves. Nos vamos.
Kayla resopla y obedece y seguido, salen de casa sin saludar. Wade se lleva las manos a la cabeza y se las pasa por la cara.
-No puedo más con esta mujer.
-Si, la verdad que es especial.
-Especial no, mala. Y se que esta mal decirlo porque es la madre de Kayla y más ahora que... -se calla y me mira fijamente. Sus ojos se clavan en mí como un alfiler. Tanto que me cuesta mantener la mirada.
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Mi vaquero (TERMINADA)
RomanceCarrie es una de las mejores Wedding Planners de todo Estados Unidos y eso la hace viajar siempre de un lugar para otro. Esta vez tendrá que mudarse a Texas a preparar una boda de una neoyorquina y un vaquero. Carrie es de ciudad y nunca se ha llev...