20. Capítulo

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Wade

Cojo el vaso que Travis acaba de servirme y me lo llevo directo a la boca. Me bebo de un sorbo toda el vaso y respiro hondo cuando lo vuelvo a colocar en la barra y le pido que me ponga otro. El niega con la cabeza y me obedece, se va directo a la fuente y me sirve otra cerveza, la cual alguien aparta antes de que pueda llevármela a la boca de nuevo. 

—Deja de beber, eso no va a hacer que las cosas cambien. 

El rostro enfadado de Ben se clava en mi mente y mi cerebro no hace más que repetirme su frase una y otra vez mientras el sigue mirándome esperando alguna respuesta de mi parte. Y aunque me duela admitirlo después de todo lo que me ha hecho, tiene toda la razón. La he cagado con Kayla, tanto, que no se cuantas vidas necesitaré para arreglar todo el daño que la he hecho. 

—Déjame—aparto su mano con desdén y vuelvo a coger el vaso. 

—Que te jodan Wade, venía ha ayudarte, pero ya veo que te las sabes arreglar solo. 

Justo cuando está a punto de marcharse, un sentimiento de culpabilidad invade mi cuerpo y siento la necesidad de escuchar lo que tiene que decir. Quizás sea por mi bien. 

—¡Espera! —se da la vuelta y me mira cruzado de brazos —. Te escucho. 

Se acerca intentando evitar sonreír, se lo noto porque ha sido mi mejor amigo toda la vida, y cuando está lo suficiente cerca para que nadie pueda oírnos, me susurra en el oído. 

—Kayla se va a Nueva York en unas horas. 

Mi corazón empieza a palpitar muy rápido, como nervioso. ¿Kayla a Nueva York? ¿Sin decirme nada? 

Abro los ojos de par en par y rezo para que Ben me diga que es mentira, que solo lo hace para romper el hielo o para asustarme por todo lo que le he hecho, pero todas mis esperanzas decaen cuando me mira con lastima y veo que no tiene intención de decir que es todo una broma de mal gusto. 

—¿Por qué? 

—Por ti. No cree que pueda estar en el mismo lugar que tú ahora mismo. Necesita espacio y estar alejada de ti. 

—Pero yo necesito hablar con ella. 

—Aún estás a tiempo, Mary y yo acabamos de irnos y estaba en casa terminando de preparar las maletas. Bueno, también estaba hablando con Carrie —se rasca la nuca al pronunciar su nombre como si después de este mes le costase pronunciarlo. Aunque me sorprende que estén hablando tan tranquilas, después de lo de ayer a la noche no creo que sea la persona con la que más quiere charlar antes de irse. 

—¿Crees que puedo convencerla de qué se quede? 

—Sinceramente y a pesar de que se que soy la persona de la que menos quiere recibir consejos ahora mismo, creo que deberías dejarla marchar. Ponte en su lugar, sigue enamorada de ti y necesita estar a solas en otro ambiente para olvidarte o al menos no sufrir cada vez que te ve. 

Me llevo las manos a la cabeza intentando procesar toda la información y intentando pensar en que es lo mejor que puedo hacer ahora mismo. Entiendo que dejarla marchar es lo más sensato, sobre todo para ella, pero no quiero que lo haga sin antes haber hablado.

Cuando estoy a punto de darle las gracias a Ben y salir corriendo a casa, Sam entra con una cara de disgusto horrible por la puerta y viene directa hacia nosotros. 

—¡La que has liado chiquillo! —posa una mano en mi brazo y me mira con atención —. Os dije que se lo dijeseis, has esperado demasiado. 

—¿Tú lo sabías? —se sorprende Ben. 

Mi vaquero (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora