El libro oficial del salseo [Joshler]

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Narra Josh
Cuando mi madre se fue, decidimos ir al salon a ver una película. Era de terror, pero a mi no me daba nada de miedo. Sin embargo, Tyler parecía bastante asustado.
Entonces, el castaño agarró mi mano con fuerza, sin mirarme.
Sin darme cuenta, una sonrisa se dibujó en mi cara.
-Tyler, ¿Estás asustado?- pregunté. -N-no... solo es que como al principio dicen que es basada en hechos reales...-
-Ty, no te preocupes, puedes dormir conmigo en mi cama esta noche-
-¿En-se-rio Jish? Gracias- habló de nuevo Ty y depositó un cálido beso en mi mejilla.
-D-de nada Ty- y en ese momento nos abrazamos. Tyler apoyó su cabeza en mi pecho, y yo con mis manos en su espalda empecé a acariciarle, haciendo que se sonrojara bastante. Tyler tardaba muy poco en dormirse, así que esperé a que se durmiera y lo dejé en mi cama.
Entonces, vi que sus ojitos se abrían. Era tan hermoso...
-Tyler, estás muy cansado amor, ponte el pijama y acuéstate- dije y besé su frente.
En la cansada cara de Tyler se dibujó una cansada y adorable sonrisa.
-Joshie- susurró. -¿Puedes acariciarme la espalda como antes?-
"Ahhh que ser tan adorable" pensé.
-Claro que sí amor, pero en serio primero ponte el pijama, toma aquí tienes- dije dándole una gorda sudadera que era un pijama (era raro vale xd) y unos pantalones de pijama.
Se fue al baño para ponerse la ropa, y mientras yo hice lo mismo.
-Tyler, te ves adorable- dije cogiendo con delicadeza sus cachetes. Sus ojos brillaban, las pupilas de estos se deslizaron hasta quedar en mis labios.
Entonces, el apoyó sus manos en mi nuca y fue acercándome a él. Nuestros labios estaban a milímetros de distancia.
-Joshie te amo- susurró, y plantó sus sabios sobre los mios. Yo le correspondí, y nuestros labios se unieron en unos movimientos tan satisfactorios, me hacían sentir tan bien...
Tyler bajó su boca hasta mi cuello, donde empezó a dejar pequeños besitos, hasta que empezó a succionar mi piel.
Puse mis manos en sus caderas, acercándolo mas hacia mi.
Tyler volvió a besarme, esta vez nuestras lenguas se juntaron, provocando chasquidos.
Mordi el labio inferior de Tyler, provocando así que hiciera un gemido muy lev3 casi inaudible, lo cual me incitó a besarlo cada vez mas fuerte.
Le dirigí hacia la pared para así pegarle a ella, subiendo mis manos a su cintura. Ahora fui yo quien empezó a lamer y dejar pequeñas mordidas en su cuello, y de vez en cuando soltaba pequeños gemiditos.
Tyler me quitó la camiseta y empezó a acariciar mi abdomen y mi zona V.
-Ty-Tyler- dije con la respiración agitada. -De verdad, que no quiero aprovecharme de ti... ¿Quieres llegar más lejos?-
-Jo-Joshie... yo... creo que todavía deberíamos... ya sabes, seguir como estamos, quizás mas adelante...-
-De acuerdo bebé, ahora duerme, tienes que descansar.- y dejé un húmedo beso en sus preciosos labios.
Nos acostamos en la cama, yo detrás de Tyler, con un brazo en su cintura y mi otra mano acariciando su espalda como me pidió antes.
En poco, nos quedamos dormidos.

Al día siguiente

Narra Connor
Estaba en la puerta del Starbucks con mi moto, esperando a Eyva, ya que íbamos a hacer una reunión o algo por el estilo en casa de Ai, para hablar sobre el tema Miami, ya casi habíamos recaudado todo el dinero.
Eyva salió del local.
-Hola, nunca te había visto con el uniforme del Starbucks, pero te queda muy bien, igual que cualquier cosa que te pongas- Mi novia se sonrojó un poco.
-Connor, eres tan adorable- dijo y me besó.
Se subió detrás de mi en la moto, y llegamos en seguida a la casa de nuestra amiga.
-¡Hola chicos, pasen!- nos abrió amablemente la puerta la madre de Ai, a quien saludamos para subir.
-Hola chicos, aún falta por llegar Say.- Dijo. -Y por cierto, Tyler y Josh están ambos en casa de Josh, así que no preguntaran.- dijo, y captamos la indirecta.
Cuando ya estábamos todos, decidimos que ya que nos iba tan bien, recaudariamos mejor unos 6000 dólares para poder pasar allí el verano. Aún faltaba mucho para el verano, estabamos a finales de noviembre, así que aún tendríamos que preparar el cumpleaños de Tyler. La verdad es que nos quedaba muchisimo por hacer, pero debíamos trabajar hasta que el curso acabara.
Esa noche todos nos quedamos a dormir en casa de Ai, y a mí de nuevo me tocó dormir con Eyva.
-Buenas noches- le dije. -¿Sabes que no me voy a dormir ahora, verdad?- me dijo mirándome.
-Claro que lo sé, sólo quería asegurarme- otra vez empezamos a besarnos, de una manera que nunca habíamos hecho. Me encantaba el sabor de sus cálidos labios, además besaba tan bien.
Con mis manos, fui recorriendo todo su cuerpo, y fue ella quien decidió dar el paso quitándome la camiseta.
-¿Quieres seguir?- le pregunté, era mi todo, no quería lastimarla.
-Si, estoy segura-
Entonces vino Ai y nos tiró un paquete de condones, anunciando que todos los demás dormirían abajo.
-Gracias Ai- dijimos al unísono con mucha vergüenza.