Aquel corcel era una montura increíble, de eso no tenían duda ninguna de las dos chicas que montaban sobre su lomo. Se movía con increíble agilidad y velocidad, tenía una fuerza envidiable incluso para un caballo de pura raza, y su resistencia era abrumadora. Durante horas estuvo cabalgando, atravesando velozmente las llanuras, como si de un paseo se tratara. Y su estado físico se veía fuertemente reflejado en su apariencia. Musculoso y blanco de crines rubias se trataba de un corcel elegante a la par que fiero. "Tiene un gran espíritu de hierro, estoy seguro de que será una montura digna para la empresa a la que os enfrentáis" aseguró el rey de Kryn antes de que las viajeras partieran del palacio.
-Menudo rey más simpático, que nos ha regalado ropa nueva y un caballo-dijo Lyris entusiasmada por cabalgar sobre su nueva montura. Su pasión siempre había sido montar a caballo, cosa de la que tuvo que prescindir cuando optó por su nueva vida en la intemperie. Aunque optar quizá no fuese la palabra más adecuada, pues tampoco tenía muchas más opciones-. Espero que nos encontremos más reyes igual de majos como él por el camino-añadió riéndose, medio en broma medio en serio. Si bien era cierto que todavía sentía cierta aversión hacia los reyes no iba a ser ella quien rechazase obsequios tan valiosos en señal de cortesía.
A Iria aquellos regalos le eran lo de menos. Si bien era cierto que al principio le hacía ilusión su cambio de imagen, y no se había desencantado todavía por su nuevo aspecto, su preocupación por los nuevos descubrimientos y por el futuro que le deparaba era demasiado grande como para apreciar algo así. Incluso el caballo no lo veía como un regalo sino como un intento de formar parte en esta empresa, de poder decir que había sido de ayuda en la guerra que se avecinaba. Y Lyris, ajena a lo que sabía la sacerdotisa, también se preocupaba cuando su amiga estaba horas sin decir ni una sola palabra. Intentó en alguna ocasión sonsacarle aquellos pensamientos que flotaban por su mente, pero no logró nada.
-No es un asunto que te concierna, Lyris-llegó a responder una vez, cansada de su insistencia-. Si no quieres seguir puedes parar y marcharte sin mí. Esta no es tu lucha y nadie te está obligando a quedarte.
-Tampoco es para que me hables con ese tono-respondió con aspereza la joven morena, mosqueada por la dureza de su respuesta-. No es que me quiera marchar, simplemente quiero serte de ayuda. Pero jamás lo seré si no me dices nada de lo que está pasando.
-Tenemos que despertar a las diosas en sus respectivos templos, es todo lo que necesitas saber.
-Sí, ya sé lo de esas estúpidas diosas-se mosqueó.
-Entones no hay nada más de qué hablar.
Y con esas palabras fue con las que zanjó la discusión, no volvió a mencionar nada más. Ni Lyris tenía interés en ello después de todo. Le fastidiaba quedarse tan al margen a pesar de haber salvado su vida y haber decidido acompañarla hasta el final, y sentía que estaba siendo ninguneada de aquel modo. "Menuda falta de respeto por alguien que te está salvando el culo" pensó para sus adentros, enfadada. Aquella noche, cuando la cosa se tranquilizó, Iria se disculpó una vez montaron el campamento para descansar.
-Perdóname por haberte hablado de esa forma antes-y calló durante unos segundos, esperando a ver si Lyris respondía. Pero el silencio indiferente de la chica fue su única respuesta-. No debí haber sido tan borde contigo y no tengo excusa para lo que he hecho. Sobre lo que me pasa...
-Me da igual lo que te pase ya-le interrumpió cansada-. Si no quieres hablar, no hables, me da igual. Haremos esto rápido y luego cada una se irá por su cuenta a vivir su propia vida.
-No, escúchame, por favor-pidió Iria, posando una mano sobre el hombro de su amiga-. No puedo decirte lo que descubrí, solo puedo hablarte sobre los templos, porque es algo que ni yo misma soy capaz de asimilar. Y de verdad que me gustaría contártelo pero sé que no me creerás y que no va a servir de nada.
![](https://img.wattpad.com/cover/144085805-288-k820791.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Iria
FantasyCuentan que cientos de años atrás la diosa Gaia derrotó a las fuerzas del mal y las exilió al más allá. Desde entonces el palacio donde se disputó la batalla definitiva se ha convertido en un templo para su culto, donde hijas de monarcas y mujeres d...