- ¿Por qué Dios me odias tanto?

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DONGHAE POV

Tic toc      tic toc          tic toc

17:50 pm....

17:51 pm....

¿Por qué el tiempo  tenía que pasar tan lento justo cuando sabes que falta poco para terminar tu jornada de trabajo?

17:52 pm....

17:53 pm....

Mis dedos golpean de forma continua el mostrador de la tienda de autoservicio en donde trabajo.

17:54 pm....

17:55 pm...

Ahora mi pie derecho se une a los dedos y también comienza a moverse constantemente por debajo del mostrador, clara muestra de mi desesperación.

17:56 pm....

17:57 pm....

Sólo tres minutos más y al menos podré irme por el día de hoy.

17:58 pm....

17:59 pm....

Ya me había dado la vuelta para agarrar mis cosas cuando escucho que alguien me llama.

-Buenas tardes, disculpe, necesito que me ayude a elegir un regalo

¿Por qué Dios me odias tanto? ¿Por qué justamente ahora?

La verdad ni siquiera quería voltear y atender al cliente, mi compañera que se queda para el turno de cierre todavía seguía en la bodega -según ella "arreglándose" porque al parecer en cualquier momento podría conocer al amor de su vida y ella se negaba a estar sin  maquillaje- tenía la pequeña esperanza que el cliente -un hombre por la voz que escuché- se fuera a buscar el regalo él solo y que no se enojaría de que no lo atendiera, pero como siempre, la suerte no estaba de mi lado.

-¿Disculpa? Te estoy hablando, quisiera que me ayudaras...

Ok, al parecer no se iba a ir hasta que no lo ayudara y así con todo el dolor de mi alma -y mi mente llena de maldiciones hacia el cliente que vino a molestarme en mi hora de salida- me dí la vuelta con una sonrisa que esperaba no mostrara (al menos no tanto) el fastidio que sentía porque me quitó la oportunidad de irme ya a mi casa a tirarme en el sofá de mi sala a ver cualquier serie que pudiera encontrar en Netflix.

Sí, no tenía mucha vida social, pero eso no quería decir que disfrutara del quedarme más tiempo a trabajar.

-Hola buenas tardes, disculpa es que....- y las palabras murieron, al mismo tiempo que mis neuronas, porque frente a mi estaba el hombre más sexy y guapo que mis santos ojos (y sí que eran muuuuuy santos) hubieran visto jamás, ni siquiera aquellos modelos de las revistas que a veces leía en mis momentos libres en el trabajo le llegaban al nivel de sensualidad que este hombre tenía.

El adonis, el dios griego, el hombre de mis fantasías..., ok, el chico frente a mi sólo pudo mirarme de forma acechadora, no quisiera pensar que lo estaba mirando de una forma tan acosadora, pero sabía que lo estaba haciendo y es que, ¡¿cómo esperaba que no lo viera así si está tan bueno?!

El chico frente a mi tenía el cabello negro con un corte moderno que lo hacía ver tan bien, sus ojos color azabache me miraban con algo más que no podía identificar, su nariz era tan linda y sus labios parecían querer llamarme a que los lamiera y besara con la nula experiencia que tenía, porque sí, soy tan virgen que hasta mis labios también lo eran. Su ropa parecía de marca y tenía un cuerpo que a primera vista tenía todo lo que yo no sabía que pudiera querer en un hombre, músculos no tan voluminosos, unas piernas que se veían tan bien con aquellos pantalones de mezclilla que parecían una segunda piel  y unos brazos tan marcados que quería que en ese momento me abrazaran y tomaran de mi hasta lo que no podía darle.

-¿Tengo algo en la cara o por qué no dejas de verme así?- el adonis me preguntó al ver que no podía hacer que mis neuronas trabajaran correctamente y no pudiera juntar más de una sílaba y poder seguir hablado.

-Eh..., y-yo...., t-tú...., bueno.... - tuve que cerrar los ojos para hacer un esfuerzo mental y poder concentrarme en hablar bien -lo siento -tuve que agachar el rostro porque lo sentía caliente, de seguro me había puesto colorado de la pena.

-Hey, no te preocupes, no hay problema, sólo quiero que me ayudes a escoger un regalo, ¿podrías hacerlo? -el chico me sonrío de la forma más adorable que había visto, con sus encías mostrándose de forma tan tierna.

Yo sólo pude asentir y rezar a Dios que me ayudara a poder atender a este hombre tan sexy sin parecer un completo idiota...., sin duda, era una misión muy difícil para mi.



Bueno..., lo hago por diversión, no soy escritora ni nada pero la idea la tengo rondando por mi mente desde hace un tiempo y nadie hacía alguna historia parecida...

Cualquier error ortográfico corre por mi cuenta.

Al Final Tenias Que Llegar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora