12. AM: parte 1

1.3K 93 4
                                    

¿Ahora todo estaba bien entre nosotros? Realmente no lo sabía. Me acerqué al espejo de la habitación de Noah y traté de desenredar los nudos en mi cabello.
Tomé la liga que se encontraba en mi muñeca y me hice una coleta.

—Noah.—lo llamé y desvió su mirada de su teléfono para poder observarme.—¿Podrías lléveme a casa?—hice una pequeña mueca y caminé por la habitación hasta llegar un poco más cerca de él.

—¿Tan pronto?—hizo un puchero que me hizo sonreír. Asentí con la cabeza y alce mis hombros.

—Mi padre no sabe que estoy aquí.—dije refiriéndome que me encontraba en su casa. Noah se levanto de la cama y trató de acomodar su cabello, fracasó en el intento.

—Está bien muñeca, vamos.—mostró una pequeña sonrisa y comenzamos a caminar fuera de la habitación. Su casa estaba Justo como la recordaba, solo habían cambiado un par de cosas. Tantos recuerdos estaban enterrados en esta casa, tantas alegrías y tristezas.

Me abrió la puerta del auto y le agradecí para así entrar en su Jeep, me puse el cinturón de seguridad y Noah después de subir en el lado del piloto encendió la radio y ambos comenzamos a cantar al ritmo de single ladies de Beyoncé mientras hacíamos unos cuantos pasos de la coreografía y reíamos a carcajadas. Vaya que extrañaba esto, extrañaba sentirme así de completa y feliz.
El trayecto se pasó bastante rápido para mi gusto, quería pasar más tiempo con el, cantar y bailar sin importar lo que pasara a nuestro alrededor.

—Bien, hemos llegado.—estacionó el auto frente a su casa e hizo un puchero cosa que yo imité.—A las 9 paso por ti para ir a cenar.—me mostró una sonrisa y me guiñó el ojo.—Ponte un vestido bonito. Aunque si te vas el pantalón y una blusa te verás hermosa de todas maneras.—mis mejillas se sonrojaron y el soltó una risita que me hizo sonrojar aun más, el sabía el efecto que aun tenía en mi y se aprovechaba de ello.

—Gracias por traerme Noah, nos vemos en la noche.—me acerqué a él para besar su mejilla y vi un atisbo de desilusión en su rostro, pero por más que quisiera no iba a darle un beso en los labios, no por ahora.

—Nos vemos muñeca.—baje del auto y me despedí con la mano para así comenzar a caminar hacia la casa. Entré en esta y escuché el auto encenderse y como avanzaba lejos de donde me encontraba.

—¡Hija!—papá habló y yo caminé hacia donde se encontraba.—¿Cómo estuvo la fiesta?—me sonrió ampliamente y me entregó un vaso con agua.

—Gracias pa.—agradecí el vaso y tomé un pequeño trago.—Estuvo bien, algo tranquilo.—alce mis hombros restándole importancia y le sonreí ampliamente.—Pa.—llame su atención y se recargó en la barra de la cocina.—Noah me invitó a cenar hoy en la noche, ¿puedo ir?—hice mi mejor cara de inocencia y mi padre sonrió ampliamente.

—Hija, ya tienes 20 años, claro que puedes ir.—me acerqué a él a darle un beso en la mejilla.—Peeeeero...—lo observé atentamente y alce una ceja.—Con la condición que tienes que salir con nosotros hoy.—Natan llegó y me dio un abrazo a lo que yo correspondí.

—Claro, ¿a donde iremos?—pregunté interesada y observé a Natan el cual estaba casi gritando de la emoción.

—¡A jugar videojuegos!—casi gritó cosa que me hizo reír a carcajadas.

—Natan tienes que darle en la canasta.—aventé el pequeño balón de basquetbol y cayó en la canasta. En los intentos fallidos de Natan yo solo reía y lo molestaba un poco por su mala puntería, al momento que el tiempo terminó solo salieron pocos tickets de la rendija.—Puedes mejorar.—despeiné el cabello de Natan y caminamos a canjear los tickers que Natan había ganado. Aria se había quedado en la casa ya que quería descansar un poco y Mateo, papá, Natan y yo habíamos decidido venir a divertirnos aunque sea un momento y salir en familia.

—¡Muy bien campeones!—mi papá les dijo a mis hermanos debido a los tickets que habían ganado durante todo el tiempo que habíamos estado aquí. Comparados a los demás niños los tickets que habían ganado eran casi nada pero mi padre obviamente no les iba a bajar la emoción.—¡Vamos a canjearlos!—papá se los llevo a la vitrina en donde habían varios premios y ambos decidieron puros dulces de regalo.

—Bien chicos, ya vayan a ver la televisión o algo.—dijo mi padre ya exhausto de haber lidiado con los dos pequeños y ambos fueron corriendo a ver qué era lo que había en la televisión de la sala.—¿Cómo te la pasaste?—ahora se dirigió hacia mi y yo sonreí un momento.

—Muy bien papá,extrañaba estos momentos en familia.—sonreí sincera y observé el reloj que se encontraba en la pared de la cocina, eran las 7:30 y yo todavía no me había duchado. Abrí mis ojos como platos y enseguida comencé a correr hacia las escaleras.—Voy a bañarme.—avise mientras iba hacia el baño y solo tomaba la toalla para así encender la ducha y quitarme la ropa inmediatamente.
Me bañé lo más rápido que pude y traté de depilar mi cuerpo sin cortarme debido a la prisa. Era chica y tardaba mínimo dos horas en arreglarme, era por eso que estaba en contrarreloj.
Al salir del baño corrí a mi habitación y me sequé inmediatamente, apliqué crema y desodorante y me vestí con la ropa interior que usaría y solo un short y una blusa cómoda para poder arreglarme a gusto.

Después de treinta minutos había logrado terminar con mi maquillaje por lo que tomé la secadora y traté de secar el desastre que ya tenía en el cabello. Después de un par de minutos tomé la tenaza e hice ondas en mi cabello. Quedaban 15 minutos para que Noah pasara por mi y a mi todavía me faltaba vestirme. Fui hacia el armario y tomé un vestido rosa pastel que había traído desde Nueva York y me lo puse con algo de dificultad, necesitaba bajar un par de kilos. Puse mis tacones y seguido de esto los accesorios que hacían falta. Justo cuando estaba colocándome el perfume en el cuello se escuchó un claxon sonar y tomé mi bolso en donde eché cosas al azar. Salí de mi habitación con prisa y bajé las escaleras.

—Estas hermosa hija.—mi padre me observó y por un momento pensé que iba a comenzar a llorar, me dije internamente un "no llores, no llores papá" porque sabía que si lo hacía yo igual lo haría y no quería estropear mi maquillaje.—Eres igual a tu madre.—sonrió con nostalgia y yo sonreí algo triste, me acerque a él y bese su mejilla.

—Muchas gracias papá. Nos vemos.—sonreí como despedida y salí de la casa, Noah se encontraba recargado en su camioneta y al verme sus ojos se abrieron cosa que me hizo reír.

—Wow, wow, wow, wow.—se acercó un poco más a mi mientras me sonreía ampliamente.—Wow.—acaricio mi mejilla cuando estuvo frente a mi y me mostró una gran sonrisa.—Estas hermosa.—me observó detalladamente y tomó mi mano para darme una vuelta en mi mismo lugar.—Perfecta.

—Tu estas guapísimo Noah.—lo halague, vestía una camisa de botones blanca con los primeros tres botones desabrochados y unos pantalones de vestir que se ajustaban perfectamente a sus piernas. Perfecto.

—¿Lista?—alzó una ceja y me ofreció su mano.

—Lista.

—————
Algo aburrido lo se, pero no quería dejarlas sin cap ya que ya somos 2k leídas omggggg!muchisimas gracias por leer, por favor dejen sus votos y sus comentarios 💓

Para siempre. {Noah Centineo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora