Día dos.
Bien, solo quedaban seis menos.
Ah, lo que daría por que la genética no existiese... Después de todo, mi madre era exactamente igual de irregular y le duraba tanto la regla como a mi.
Verga, verga y más verga.
Y como buena ciudadana, había ido a trabajar aunque los dolores menstruales me estuviesen matando lentamente.
¿Qué mierda se cocía allí dentro que dolía tanto?
Como quiera que fuese, fui a la cafetería a trabajar.
Y mi mejor amiga me esperó en la puerta, como siempre que compartíamos horarios.
Después, al terminar, nos comprábamos un chocolate caliente, o un té frío dependiendo de la época del año, y charlaríamos hasta que JiYong, el dueño, cerrase.
Pero ese día. Oh, ese día. Sentía que se me iba a salir algo, del dolor. Siempre era así.
Y de nuevo, maldije a la genética.
A lo largo de mi turno, hablé poco con Nala, mi mejor amiga, y atendimos a más de cien personas.Benditos sean los lunes y la gente que desayuna en cafeterías a pesar de tener una tostadora y una cafetera en casa.
En los descansos, Nala y yo aprovechábamos y calificábamos la música que sonaba por la radio.
Últimamente echaban mucho a blackpink, nuestro grupo favorito, por lo que cantabamos a todo pulmón haciendo reír a los clientes.
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Andrés.
Short Story.* ° •*° •.*· •°*. -Mierda, me manché. .* ° •*° •.*· •°*. Lesbian. En Corea. Edad coreana. 00:02 20180903 Historia sin sentido que se me ocurrió por la noche.